17-Mi amuleto de la suerte.

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-Mismo día.
9:45 pm.

Había pasado casi toda la tarde con Ross, a mi madre le agradaba muchísimo que el este presente. Me di una ducha mientras él platicaba con mi madre, cuando baje ala sala me dijo lo bella que me veía. Ya nos habíamos encargado de hablar con aquél par, así que debíamos encontrarnos en la feria, solo que me encontraría con Grace un poco antes.

—Entonces por eso evito darle muchos permisos... Ella sabe que cuando salga de la preparatoria, debe venir al instante —dijo mi madre contándole algo a Ross.
—Ohh lo entiendo, descuide señora, cuidaré de ella.—le respondió Ross con seriedad — vera ella es muy especial en mi vida.

Salí de la cocina y tomé celular.

—Vámonos ya Ross.
—Nos vamos en mi auto—aviso Ross antes de que tome mis llaves— Hasta luego señora... Oh disculpe, hasta luego Sandra.
—Cuida a mi costalito de frutas—dijo mi madre y reí por como me dijo.
—Con toda mi alma—dijo Ross tocando su corazón.
—Hasta luego mama.—grite y tome la mano de Ross.

Hoy todo debía salir bien, el plan debía de funcionar. Me tomé una foto con Ross antes de entrar a su auto, luciamos jodidamente perfectos. Ross estaba por completo de negro, al igual que yo. Por hoy él me pidió que nuestros atuendos combinen. En el caminó no paré de preguntarle a Ross acerca de él, quería conocerlo más a fondo, a el no parecía molestarle que le pregunte.
Ross estacionó el auto enfrenté de la feria, y era aquí donde debíamos separarnos.

—Bien, ya sabes el plan.
—Si capitana.—tomó mi mano — te veo ahí en unos 15 minutos.
—Hasta entonces.—arruge mi nariz y río.

Baje del auto y dejé a Ross mientras me fui corriendo en busca de Grace, ella estaba parada y vestía un lindo vestido azul. Se nota que se había puesto más que guapa para esta noche.

—Vaya estas guapísima.— tome su mano e hice que de una vuelta. — Diablos, te envidió —bromee.
—Tu no estas nada mal—dijo Grace ahora ella dándome una vuelta— wowww ¿ ya estan bien Ross y tú?—Bueno por suerte si.—dije mientras caminábamos.—tengo mucho que contarte.

Había una inmensa gente, estuvimos recorriendo toda la feria. Tan solo había pasado 10 minutos y la plática aun seguía estable, eso era lo que me agradaba de nuestra amistad, siempre habría un tema del cual hablar.

—Sabes desearía que los chicos estuvieran aquí... Mejor vamonos.—dije.
—Es enserio? Podemos divertirnos solas.—dijo grace mientras yo la jalaba de regresó ala salida.
—No, no podemos.—mentí.

La arrastré hasta la salida, bueno antes de salir paro a comprar unas papas. Pero abrí los ojos cuando observé a Ross e Ian entrando ala feria. Tome la mano de Grace y seguimos caminando hasta que... ¡Bumm! Estábamos enfrente de ellos.

—Vayaaa—dijo Ross haciéndose el sorprendido, como lo planeamos.
—¡wowww¡ por dios que casualidad verlos chicos. ¿Oh no Grace?—le pregunté mirándola, ella estaba seria y pálida.
—Eh si. Bueno Lia ya nos ibamos.
—Hay no se vayan, a mi y a Ian nos agradaría su compañía.
—Ross... No.—susurro Ian.
—Buena idea, vamos nos divertiremos.—sonreí.
—No.—dijeron al mismo tiempo.
—Lo tomare como un si.—fingí mi sonrisa.

Empezamos a caminar por la inmensa feria. Estuvimos jugando un par de juegos,ya mero vomitabamos cuando nos subimos a los peores,pero fue genial. Noté la maldita tensión entré Grace e Ian, pero sus miradas se delataban, podía notar que se querían hablar pero no podían.

—¡Anda Rossome juega!—animo Grace a Ross.
—Bien bien, solo por que mi amuleto de la suerte esta aquí.—e sonrio.
—¡Vamos bro!—dijo Ian,al fin hablo.

Ross iba a jugar de disparar botellas y si anotaba tales puntos,le darían un peluche, el que el desee. Empezó a disparar las botellas y lo animaba al igual que Grace e Ian. Al final gano y lo abrace fuertemente. Creó que yo no hubiera podido ganar, ya que tengo una mala puntería para disparar, pero Ross se veía como todo un experto para eso.

—¡Ahhh mi chico gano!—chille con emoción mientras le repartía besos por toda la cara.
—"Mi chico"—cito lo que dije— eso me agrada.
—¿Joven cuál peluche querrá?—pregunto el empleado del puesto.
—Para mi princesa, ummm veamos, tu amas los perros, así que deme ése perrito chihuahua que esta ahí — le indicó Ross.

Le dieron el peluche de chihuahua, y me lo regaló. Me puso muy feliz. Ross y yo animamos a Ian a jugar ese juego pero el se negaba.
Seguimos con nuestro camino y puedo jurar que esta noche había gastado más de 300 pesos en los juegos mecánicos y demás.

Justo ahora estábamos en el puesto de algodones de azúcar, mientras los esperábamos. Ian comenzó a bromear haciendo que Grace riera.

—jajaja eso fue gracioso—dijo Grace sonriendole a Ian.
—Amo ser gracioso.—dijo Ian riéndose.
—Esta funcionando.—le susurré a Ross y cuando note que una chica no dejaba de verlo, coloque mis manos alrededor de su cuello.— te quiero.
—Yo ati Lia.—sonrió.— Es hora de lo siguiente.

Le guiñe el ojo y toqué el hombro de Grace e Ian para que se dieran media vuelta.

—Emm, ¿no vieron mi bulto?
—Uh no...—dijo Ian — ¿traías bulto?
—Maldición olvide mi bulto en el puesto de tiro al blanco.—dije frunciendo el ceño.
—¡Oh no cariño!—dijo Ross asombrado—vamos a buscarlo.
—Oh pues vamos.—dijo Ian — dejemos los algodones para después.
—No, Lia y yo podemos ir nada más. Ustedes quedense a esperarlos.—Ross palmeo a Ian — quedense.
—¿Q-qu-é-é? Vamos Ross vine aquí contigo no me dejes bro.
—Lia no trajiste ningún bulto mensa.— intervino Grace,mierda, joder.
—¿Qué? Puff Grace éstas ciega. Si lo traje y ahora lo perdí.—rodé los ojos— ahora volvemos. Vamos Ross ayudame a buscarlo.

Última parte del plan lista.

•••
—¡Por dios, eso fue genial!— río Ross.
—Maldita sea, espero vayan bien-dije riendo— soy una tonta. Olvide que no traía el bulto.
—Nunca más te digas tonta Lia.—sonrió.
—De acuerdo señor mandón.
—Ya deberíamos ir a verlos.— cuando el carrusel se detuvo, enseguida bajamos.
—Solo nosotros nos subimos a un carrusel ya siendo mayores.—comenzamos a reír y me ayudó a bajar.

Tomados de la mano, fuimos en busca de los dos. Al encontrarlos ellos sonreían. Grace traía un globo enorme de minnie y abrazaba un peluche de un corazón. Nos acercamos hacía ellos y estaban nerviosos al vernos.

—Wuahla, aquí están.—dijo Grace sonriendome—¿y el bulto?
—M-me lo robaron.—dije formando un puchero.
—Son unos jodidos idiotas.—dijo Ian. Vaya nos descubrieron.
—¿Vovieron si o no?— Ross fue directo al punto.
—¡Mmm si!— chillo Grace de la  emoción.
—No soy nadie sin mi Grace.—comentó Ian besándola.— Gracias por su ayuda Ross y Lia, su plan funcionó.
—Bueno fue plan de Lia aunque igual aporte ideas.— fulmine a Ross.
—Hay aja.—le di un golpecito.
—Vámonos de aquí. Tengo ganas de comer pizza—dijo Grace.
—Tus deseos son órdenes princesa.— me darían diabetes pero en fin... Así es el amor.

Cambiar por ti.(Ross lynch) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora