29-desde que llegaste tu.

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POV'S Lia.


Las semanas pasaron rápido, disfrute cada horas,minutos y segundos con mi tía y Harry. Hoy finalmente se iban de nuevo a Londres, no me alegraba que se fueran pero era algo que no podía impedir.

—Lia, sabes que aún puedes venir con nosotros,siempre tendremos las puertas abiertas para ti.
—Gracias tía, pero... Quiero quedarme en casa, aquí pasé todos mis recuerdos con mama, quiero quedarme.— le dije decidida.
—Bien, hasta luego mi vida, te vendré a ver pronto.— la abracé con mucha fuerza y beso mi mejía.
—Adiós pequeña ángel, cuidate mucho mucho.— dijo Harry depositando un besó en mi frente— para lo que necesites, llámame por favor.
—Gracias Harry.

Los abrace fuertemente,  eran los únicos además de Gemma que me quedaban de la familia.
Salieron de casa con toda y sus maletas, se sentía tan vacío y me aterraba estar sola en casa.
Tal vez debería ir a hablar con Grace, al final siempre la perdonaría. Decidí ir hasta su casa, cuando toque la puerta y me abrió, parecía sorprendida pero me dejo pasar.

—Lia...
—Te perdonó Grace. En algún momento lo haría. — Grace me abrazó y sonreí felizmente. Como había extrañado poder hablar con ella.
—Gracias Lia, no sabes el infierno que es estar peleadas.— comenzó a llorar, tal vez eran por sus hormonas.
—Anda, no llores.— con mi meñique limpie una lágrima que recorría por su mejía.

Me invitó a pasar a su cocina, al parecer ella cocinaba algo. Olía delicioso, debía admitirlo.
Su panza estaba un poco más grande, me imaginaba a mi así en algún momento.

—¿Cuántos meses llevas?
—Llevo 1 mes y medio Lia.—sonreí, a de ser bastante lindo estar embarazada.
—Eso es magnífico.
—Pero bueno estoy segura que no has venido por eso, anda cuentame que pasa.—suspire y me acomode en la silla.
—Grace no quiero estar en casa sola... Siento el espíritu de mama. No debería temerle por que es mi madre... Pero es tan extraño y joder quedaré loca.

Ella soltó una carcajada, bueno quien diría que andaría viendo a espíritus.

—Tontita, puedes quedarte en mi casa siempre, aparte dile a Ross que se quedé contigo, son novios.
—Es cierto Grace—reí.— Últimamente me he sentido bien, más animada. Tu sabes, Ross me ha ayudado tanto a ser fuerte.
—¡Dale una sorpresa!—abrí los ojos sorprendida mente y reímos— tienes una mente pervertida ¿sabes?
—Callate no mal pensé.
—Apostaría que has pensado darle una diferente clase de sorpresa.

Me reí fuertemente, tal vez si había mal pensado.

—¿Qué clase de sorpresa,Hamilton?
—Pues verás...

Empecé a escuchar atentamente a mi mejor amiga, tenía la mente tan loca. Pero al final decidí hacerle caso, a mi y a Ross nos hacía falta tranquilidad y que mejor que darle tan grata sorpresa.

•••
Particularmente eran a las 4 pm, estaba en casa de Cody arrinconada ahí con los demás mientras comentábamos nuestras historias más vergonzosas. Habíamos buscado pistas de donde podría estar Brady, estábamos muy cerca de dar con él. Ahora debíamos dejar un poco atrás ese tema.

—Juró que no tenía idea de lo que hacia—explicó Ian— solo era ese jodido payaso y yo encerrados en un baño. Intenté escapar pero fue imposible, estaba loco ése payaso.

Empezamos a reírnos de Ian, se la pasaba diciendo y contando cada estupidez. Pero siendo sincera tenía unos chistes terribles,unos que otros buenos.

—Hay bueno ya, tu me quieres matar de gracia ¿cierto?
—Exacto Alice.—le contesto.

Pasaron las horas y Ross y yo decidimos ir a comer en McDonald's como dos niños pequeños. Fuimos al centro comercial y caminamos para dirigirnos hacía el McDonald's. Se sentía tan bien salir, sin tener problemas ni nada.

—Eh si, me da dos cajitas feliz por favor— mire a Ross extrañamente- ¿Qué?.
—Eres un bebe.
—Tu bebe.— sonrió — amor extraño mi infancia, cuando me compraban cajitas feliz y me emocionaba solo por el juguete.

Solté una carcajada,el me miró con el ceño fruncido para luego reír junto conmigo.
Después de pedir todo, fuimos hasta una mesa vacía y nos sentamos ahí. Nos dabamos unos que otros besos, cuando llamaron al nombre de Ross el inmediatamente fue por nuestra orden.

—¡Awww, mira, me trajo un pikachu!—dijo divertido mirando aquél juguete de "pokemon".
—¡Vaya! A mi una... Barbie—Frunci el ceño y examine a la barbie.— Bien empecemos a comer que tengo hambre.

Empezamos a comer y como de costumbre nos contábamos nuestras pequeñas y temibles historias de nuestros sucesos.

—Ufff amor no es por nada pero iré a ordenar otra porción de papas!
—¡Ross ya has comido muchas papas! recuerda que tienen demasiada sal y es un poco malo para el cuerpo...
—¿Has pensado en ser doctora?—pregunto y alcé una ceja divertida mente.
—No bobo.— solté una carcajada—Y ya ven,acompañame a un lugar.

Salimos de McDonald's y estuvimos pasando por el centró comercial hasta llegar ala salida. Al salir, yo tuve que conducir el auto de Ross, pero antes le puse una venda en los ojos.

—Mmm no te lo quites—di una vuelta con el manubrio del auto y luego lo miré de reojo.
—Y tú no te vayas a distraer, por que si no, eres capaz de chocar.— reímos.

Después de un largo recorrido, por fin llegamos al lago,donde tenía todo preparado cerca de una cabaña. Ross no tenía idea de mi sorpresa, solo espero que le guste.
Lo ayudé a bajar del auto y empezamos a caminar.

—Lia,odio las sorpresas.— me recordó y solté una risita.
—Oh callate y sigue caminando.

Observe todo lo que tenía preparado, estaba perfecto.
Así que le destape los ojos finalmente.

—¡Sorpresa!— grite.
—Nena...esto es...Te amo tanto Lia.

Ross me cargo, dándome vueltas por el aire. Sonreí al ver la felicidad que tenía en su rostro, me tomó del mentón y me besó.
Observé la cabaña cerca del lago y enfrente de nosotros mi sorpresa.
Tenía todo adornado, habían unos pequeños recipientes de cristal que contenían cartas adentro,eran demasiados que había puesto. El lugar tenía luces al rededor,dando un gran afectó. Alice y Grace fueron una gran ayuda para todo esto.

—Gracias por todo esto.—susurró— Desde que llegaste tú, no sabes cuanto te agradezco todo lo que haces por mi. Simplemente tengo ala mejor chica, esa siempre serás tú. Pasé lo que pasé te amaré por siempre.

Y con esas palabras mi corazón empezo a latir fuertemente. No pude decir nada más, no tenía las palabras adecuadas para expresarme,por que tardaría millones de días en decirle cuanto lo amo.

—Te costará muchísimo leer cada una de las cartas que contienen los recipientes.—sonreímos.
—Pues lo haré, ha si me tardé quinientos años pero lo haré, por que mi novia hizo todo esto con mucho amor ¿verdad?.
—Sabes que si Ross.— lo bese nuevamente—Todo lo que haga por ti será echó con mucho amor— abrió sus ojos y me miró pervertidamente, le di un leve golpe en el pecho y reí.
—¿Qué? ¡No he mal pensado!— alzó las manos.
—Lynch, reconozco cualquier cara que hagas. Sé cuándo no apruebas algo,cuando tramas algo, cuando mientes. Sé todo.

Me tomo de la cintura y me acercó hacía el, lo mire divertidamente y luego beso mi nariz, mis mejías, mi frente y por último me dio un increíble besó, su lengua hizo contacto con la mía causando una leve pelea. Le mordi su labio y sólo así dejo de besarme.

—Tus labios saben exquisitos.
—Los tuyos estan más que exquisitos.
—No te gustaría probar un poco de mi...—le tape la boca y me persine rápido, el solo río fuertemente.
—¡Callate!

Cambiar por ti.(Ross lynch) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora