El día que tanto odio había llegado 'Lunes'. Realmente no entiendo por que tiene que existir la maldita escuela, es decir, a muy pocos les gusta así que.. ¿Por qué no solo ponen una ley que diga "No más escuela"?, creó que con esa ley muchos seríamos felices. Bajé hacía el comedor y observé a mi preciosa madre hablando por teléfono, para no interrumpir su plática, besé su mejía rápidamente y salí de mi casa con todo y mi mochila. Lamentablemente mi padre murió cuando yo tenía tan solo 7 años, fue algo que me dolió bastante y aún duele, pero he sabido estar de pie sin importar que.
—Vaya vaya...—grito mi vecina nora— ¿Primer día de clases?
—Amm si. Por suerte éste es mi último año en la preparatoria así que no es algo que me preocupe tanto.— Mentira. Me preocupaba demasiado, por que aún no pensaba en mi futuro.
—Bueno pues esfuerzate más este año que el siguiente te vas a la universidad. — le dediqué una sonrisa y abrí mi auto.••
Estacioné mi auto en un buen lugar y coloqué mi mochila en mi hombro, primer día aquí vamos. Varias personas se me quedaron mirando, mayormente los principiantes, malditos idiotas ¿acaso no tenían otras cosas que hacer?. Tal vez mi atuendo llamaba mucho la atención, pero no me veía mal, solo llevaba unos jeans y una simple camisa blanca. Cuando me fije quienes venían hacía mi solté un grito, Samanta y clara mis dos amigas durante estos años.—Oh vaya... —dijo clara observándome de pies a cabeza.
—No luces tan mal... Solo por tus pantuflas de gato.—mire extraña mente a Samanta.Observé mis pies y... Joder,joder, había olvidado quitar mis pantuflas de gatos. Diablos por eso todos me prestaban atención.
—Lia creo que debería ir a casa a cambiarte esas pantuflas.
—¡Oh no ni hablar! Así estoy bien, da igual las estúpidas opiniones clara.—dije decidida.
—En fin como tu digas.—río Samanta— Ahh mis vacaciones fueron bastante perfectas, necesito contarles de todo.
—Pero será luego por que debemos entrar a clases.—reímos.El timbre sonó y nos fuimos directo ala aula que nos tocaba. El maestro de matemáticas entró al salón, pero atrás de el entró un chico, era bastante alto y se veía muy atractivo, llevaba un gorrito negro pero se podía notar un poco de su cabello rubio.
—Chicos les presentó a...—El maestro fue interrumpido por aquél chico nuevo.
—Ross mi nombre es Ross.—dijo con irritación y aburrimiento.
—Emm si.. bueno joven, tome asiento alado de la señorita Lia, oh Lia al parecer si pasaste el año.
—Claro que si profesor, tenía que pasarlo para seguir dándole dolores en el culo.—reí.
—Lia, Por favor no empieces. — me advirtió. Asenti e intente controlarme.
—¡Eaaaa Roth! ¡Mira que bombonazo se sentará contigo!— me susurró sam desdé su asiento.
—¡cállate!—le dije divertida mente.Me removí de mi asiento algo nerviosa. Ross se acercó hacía mi y se quedó pensativo, lo miré de reojo y tomó asiento finalmente.
—Mucho gusto.
—Igualmente gatita.—comenzó a reír.—lindas pantuflas.
—¿Disculpa me dijiste "gatita"? No hay ningún problema con mis pantuflas.
—¿Eres sorda? Claro que lo dije.—por dios, se volvería mi dolor de cabeza.
—No soy tu "gatita".— le aclaré y seguí tomando apuntes.
—Escucha yo te puedo llamar como quiera.— sus ojos se fijaron solo en mi—¿Entiendes?
—No, no entiendo. Maldito idiota.—
Lo ruda no era mi estilo.
—No te pongas en ése plan o..
_Uhhh que puto miedo mejor me alejó de ti.—grité y me tapé la boca al notar el error que cometí.Ross me observó con cara de " ¿éstas loca?", todos me miraban y me sentía muy incómoda por eso. El maestro rodó los ojos, siempre era lo mismo conmigo cada año, que desgracia y yo que pensaba mejorar.
—Señorita Lia Roth fuera del salon.—ordenó.
Los chicos empezaron con su maldito "Uhh" como siempre. Tome mi mochila y guarde todas mis cosas. Me levanté de mi asiento pero Ross me detuvo.
—¿Q-qué te pasa?
—Te acompaño a fuera.— él estaba decidido.
—Maestro igual me voy.— dijo parándose de su asiento y lo fulmine.¿Éste estaba idiota? No tenía por que. Yo había cometido una falta, no el.
—Usted se queda joven Lynch.
—Me aburre esta materia así que..nos vemos.— comentó Ross con sencillez.
—¡Pues vayase si eso quiere! Bola de flojos.— oh.. el viejo se enojo.Salimos rápidamente y Ross río, no entendí el motivo de su maldita risa, no era bonito que te saquen de clase o bueno tal vez si.
—Alejate de mi.—le dije y seguí caminando.
—¿A dónde irás?
—Ala cafetería.—grite y lo miré— Me sacaron de clase por tú culpa, pero te aseguró que no perderé las demás.
—¿Ahhh mi culpa?—dijo irónicamente — Tú gritaste yo no te obligue.
—Pero tú me provocaste Ross.Traté de perderlo de mi camino pero no funcionó. Que lástima que aún no tenga amigos, de seguro se la pasaría conmigo. Tomé asiento en la cafetería y observé como se me quedaba viendo, parecía que quería descifrar algo en mi.
—Buena suerte en las demás clases, las necesitarás —río.
—No necesitó suerte. Esperó que matemáticas sea la única clase que nos toqué juntos.
—Hmm lamentable si, solo te veré en matemáticas pero da igual ¿no?, puedo verte el resto del día.—sonrió, no podía creer lo que mis ojos veían, era la sonrisa más linda que había vist.. No, no, que diablos digo.
—Esfumate de mi vista. Ve a conseguir amigos.
—Es que ya tengo amigos.—bajé la cabeza tímidamente y comenzó a reírse, se reía de mi.Cuando note que ya no estaba, lo observé irse junto con la maldita bola de populares, se supone que Ross era nuevo y.. ¿quién consigue amigos en un maldito día?
Solo esperó que nunca más vuelva a tener una charla con él.
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Cambiar por ti.(Ross lynch)
FanfictionEn la vida de Lia, todo era tranquilidad o al menos hasta que llego a su vida; Ross Lynch. Nunca creyó que él fuera un chico odioso y difícil, así que su proposito sería ayudarlo a cambiar, pero... nunca se imaginó que para lograrlo tendría que pasa...