25

321 28 4
                                    

Estaba contenta a pesar del susto y del miedo, porque había descubierto que Harry era capaz de controlarse, era paciente y considerado cuando quería serlo.

— Selena — dijo él de pronto —, ¿por qué no habías contado nada de esto?

— ¿Y cómo iba a hacerlo? — le respondió ella con un suspiro —. Oh, Harry, tengo veintisiete años y estoy tan verde como una adolescente... Ni siquiera puedo hablar de esto contigo ahora sin sonrojarme.

— Yo creía que me encontrabas repulsivo — murmuró él —. Nunca pensé... Sí hubiera sabido esto no te habría tratado como te he tratado hasta ahora. Yo... me dolía tanto pensar que me hubieras engañado con otro hombre... y cuando tú me rechazabas yo me sentía fatal.

— Bueno, al menos ahora sabes por qué me apartaba de ti.

Harry la miró a los ojos largo rato.

— ¡Dios, te deseo tanto...!

— Yo también te deseo, Harry — musitó ella bajando la vista a la alfombra.

— Pues entonces solucionemos esto: ve a ver al doctor Sims, hazte esa operación, tengamos un matrimonio de verdad, la clase de matrimonio en el que dos personas duermen juntas y tienen hijos.

Selena volvió a sonrojarse, pero se obligó al alzar la vista hacia él.

— ¿De verdad quieres que tengamos hijos?

— Sí, los quiero tener contigo, con nadie más.

— Entonces no tendré que tomar... nada.

— No — contestó Harry esbozando una sonrisa.

Selena se quedó allí de pie incómoda, sin saber como decirle lo que le quería decir. — Supongo que no sería una buena idea que durmiéramos juntos después de esto, ¿verdad? — musitó esperanzada de que él le dijera que no, que podían dormir juntos.

— Tal vez no sería lo más sensato, pero vamos a dormir juntos — le respondió Harry —. Aunque no hagamos el amor, puedo abrazarte mientras duermes.

— Harry, yo... quería pedirte perdón por tantas cosas — Selena suspiró aliviada.

— Yo también a ti, Selena — contestó él inclinándose para besarla suavemente—, pero creo que lo mejor será que dejemos que las cosas vayan poco a poco. No volveré a presionarte.

— Gracias. — Harry apagó la luz y subieron juntos a su dormitorio.

— ¿Seguro que estás bien? — le preguntó cuando ya estaban en la cama, con ella acurrucada contra su cuerpo —. ¿No te he hecho mucho daño?

— No — susurró ella en la oscuridad.

— ¿Y tampoco te asusté demasiado? — insistió él preocupado.

— No, Harry, fuiste muy dulce — lo tranquilizó ella frotando su mejilla contra el pecho de él.

— Así debería hacerse siempre el amor — dijo Harry —, pero soy un hombre apasionado, señora Styles, y llevo bastante tiempo de abstinencia.

— ¿Unos meses? — preguntó Selena con una media sonrisa.

— Um... Un poco más — contestó Harry besándola en la frente —. Unos seis años.

— ¡Cielos! Nunca hubiera imaginado que... — balbució Selena sorprendida —. Harry, yo...

— Shhh... Anda, duérmete, tienes que descansar. Volvió a besarla, y la atrajo más hacia sí.

Vengador EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora