13.

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Punto de vista de Wendy.

Estaba en shock. ¿Por qué me venía ahora con esto? Puedo ser su amiga, pero no su... novia.

-Harry no puedo hacer esto.-Me separé de él.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Yo no... apenas te conozco.-Dije mirándole a los ojos.

Harry pareció pensarlo, estaba realmente metido en sus pensamientos.

-Mierda, lo siento, tienes razón.-Suspiró.- Pero aún podemos... ser amigos, ¿No?

-Claro.-Dije con una pequeña sonrisa.
Él asintió, aunque se le veía muy serio.-Espero que me pongas un sobresaliente en gimnasia, eh.-Bromee y él rió.

-No te lo creas tanto, no vas a poder chantajearme.

-Tenía que intentarlo.-Me encogí de hombros y agarré algunos libros que tenía que colocar en su lugar.

Harry se ofreció a ayudarme y agarró otro montón de libros.

-¿Cómo van tus heridas?-Me preguntó.

-Creo que bien, han cicatrizado pero tengo postilla y aún me duele.

-Me alegra que estés bien.-Dijo con una sonrisa.

-Gracias.-Dije algo desconcertada.-¿Por qué tan amable?

-Se supone que si somos amigos tenemos que ser agradables.

-Cierto, lo olvidaba.-Me puse de puntillas para colocar un libro pero se me cayó y Harry soltó un quejido a mi lado, le había caído en la cabeza.-Dios lo siento.-Dije tapándome la boca con la mano para evitar reir.

-No te rías.-Dijo sobándose la zona afectada.

-Ha sido muy gracioso.-Me mordí el labio para aguantar las carcajadas.

-Para mi no lo ha sido, ¿Quiéres que te lance un libro a ver si te parece divertido?

-No gracias.-Dije ya sin poder aguantar la risa y me carcajee libremente.

Harry me miraba con una sonrisa y una ceja alzada, mirándome con diversión.

-Estás como una cabra.-Dijo yéndose a la siguiente estantería.

-Lo sé.-Le respondí y seguí colocando mis libros.

La campanita de la entrada sonó y fui a ver quien era.
Era un hombre que rondaba los cuarenta años, diría yo.

-Hola, ¿Puedo ayudarle en algo?-Le pregunté y se acercó a mi.

-Si, digamos que si.-Dijo con una sonrisa algo perversa.

Punto de vista de Harry.

Escuché una voz familiar hablar con Wendy y fuí a ver quien era.

-Vaya, Harry, ¿Qué tal te va?

Robert.

-Wendy ven aquí.-Le dije y ella me hizo caso y se acercó a mi.
La coloqué detrás de mi, de forma protectora.-¿Qué quieres?

-Creí que ya te había quedado claro, quiero mi dinero.

-Y yo creí que ya te había dicho que ella no tiene tu jodido dinero.

-Oh vamos, no hables por ella.-Dijo inclinando la cabeza para lograr ver a Wendy.

Noté como su mano se hacía un puño en mi espalda y agarraba mi camiseta.
Estaba asustada.

-Wendy corre.-Le susurré y salió corriendo.

Punto de vista de Wendy.

Corrí hacia una puerta que daba a una reserva de libros para reponer los que se llevaban mientras la persona lo tenía.

Era una habitación de unos cinco metros cuadrados, por lo que podía esconderme allí sin estar incómoda.

Vi que la perilla se giraba y me asusté, pero al ver a Harry entrar apresuradamente allí me relajé.

Él cerró la puerta y me hizo un gesto para que me mantuviera en silencio.
Escuchamos pasos fuera y me acerqué a Harry buscando protección.

-Voy a salir fuera, ¿Vale? No salgas de aquí hasta que yo vuelva a por ti.-Me susurró y yo asentí.

Harry salió y yo me apoyé en la pared.

Jamás habría pensado que mi vida daría un cambio tan radical como lo ha hecho. Yo era una simple bibliotecaria que trabajaba para pagarse la universidad, y de repente un día todo queda patas arriba y estoy escapando de un narcotraficante que quiere matarme.

Probablemente llevaba escondida unos diez minutos y aún no sabía nada de Harry, no se oía absolutamente nada; pero aún así no saldría, me prometió que volvería a por mi y confió en él.

El tiempo pasaba y Harry no volvía, por mi cabeza pasaban todo tipo de cosas, como que se había olvidado de mi, que estaba herido ahí fuera y yo aquí sin hacer nada. La espera de no saber que pasaba me estaba volviendo literalmente loca.

La puerta del cuartito se abrió lentamente, mi corazón latía a una gran velocidad, todo era casi irreal, como si todo fuera parte de una mala película de miedo, y sin saber porque empecé a llorar.

-Harry...-Susurré al verle entrar con una mano sujetando su estómago.
Tenía una gran mancha de sangre en el abdomen, un camino del mismo líquido a sus espaldas.

-Tranquila, ya se ha ido.-Dijo con una mueca de dolor.

-Harry estás sangrando.-Le dije preocupada.-Tengo que llevarte al hospital.

-Wendy, estoy bien.-Dijo con la voz quebrada y se tambaleó.
Le agarré para que no se cayera y le ayudé a salir de la biblioteca por la puerta de atrás, así nadie nos vería.

Harry no paraba de sangrar, y la verdad es que me estaba preocupando.

-¿Qué te ha pasado?-Dije cuándo nos estábamos acercando al hospital.

-Me disparó.-Dijo y tosió.
¿Es normal que tosa sangre?

-Dios mio, ese hombre está loco.-Harry no dijo nada más.

Llegamos a las puertas del hospital y todas las miradas se posaron en nosotros.

-¡Ayuda, por favor!-Grité y unos médicos se acercaron con una camilla y se llevaron a Harry a una sala.

Me senté en la sala de espera y solo me faltaba comerme las uñas de lo nerviosa que estaba.

Ojalá esté bien.

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Holaaaa!
Sentimos muchiiiisimo no haber podido publicar el miercoles.
Lore estubo con examenes y yo con toneladas de deberes y trabajos.
Pero aqui está el cap, con algo interesante jeje.
Hasta el miercoles!!!

Att: Luci

Holiii
Chicas el miercoles nos fue imposible publicar lo siento, hemos estado algo ocupadas, pero aquí esta el capi.
¿Que os parece M.I.T.A.M?
Un beso.

Att: Lore

Maniac |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora