26.

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Punto de vista de Wendy.

-¡No!-Dije riendo mientras corría por todo el apartamento.

¿La razón? Harry persiguiéndome con un bote de espuma de afeitar.

-¡Venga Wen! ¡Solo es espuma!-Dijo él riendo también.

-¡Y no se ni para que la tienes! ¡La pubertad aún no hace que te crezca barba!

-¿Qué dijiste?-Exclamó serio y yo reí más fuerte.

Sentí unos brazos en mi cintura, interponiéndose en mi camino y un peso en mi hombro.

-Te pillé.-Me dijo besando mi mejilla y me soltó.

-¿No me vas a llenar de espuma?-Le dije arqueando una ceja.

-No, pero si quieres lo hago, no me importa.-Dijo agitando el bote y yo negué rapidamente con la cabeza.

-Quieto ahí Styles.-Le dije amenazadoramente.

-¿O que?-Se acercó a mi con una sonrisa.

Me alejé un par de pasos y Harry tiró el bote al suelo.

-Vengo en son de paz nena, relájate.-Dijo mostrándome sus hoyuelos.

Me ha llamado nena, ¿Ya puedo morir?

-No me fio de ti.-Le dije entrecerrando los ojos.

-¿Por qué? Soy inocente.-Levantó las manos en forma de inocencia y yo le sonreí.

Pasé por su lado y me senté en el sofá, palmeando el lugar a mi lado para que él se sentara.

Harry se acercó y se tumbó en el sofá apoyando su cabeza en mi regazo.

-Esta tarde tengo que volver a la biblioteca, lleva dias cerrada.-Le dije acariciando sus rizos y él me miró con un puchero.

-¿Puedo ir contigo?-Dijo con una vocecilla tierna.

-Tengo un montón de cosas que hacer Harry, además, a las nueve saldré.-Le dije y él frunció el ceño.

-No voy a dejar que vuelvas sola a esas horas después de todo lo que ha pasado, y además, si tantas cosas tienes que hacer, mejor dos que uno, ¿No crees?

Puede que Harry tengo razón, si él me ayuda acabaré el doble de rápido, y no es como si me molestara su presencia.

-Vale, tengo que abrir a las tres.-Le dije y él sonrió y alzó la cabeza para darme un pequeño beso.

-Me encanta poder besarte siempre que quiera.-Dijo acariciando mi mejilla.

-Y a mi que lo hagas.-Reí y le di un beso en la punta de la nariz.

Escuché un sonido familiar, mi tono de llamada, y alargué el brazo para coger mi móvil de la mesita de café.

-¿Si?

-Wendy, cielo, soy yo, ¿Por qué no me abres la puerta?

-¿Mamá?-Dije sorprendida y Harry me miró curioso.

Puse el altavoz para que el tambien pudiera escuchar y mi madre volvió a hablar.

-Wendy llevo como diez minutos esperando aquí, ábreme la puerta.

-¿Cómo? ¿Ya has venido?

-Si, ya sabes que me gustan las sorpresas, pero si no me recibes es algo complicado.

-Mamá... hay un problemilla.

-¿Cuál?

-Ya no vivo en ese apartamento.

Maniac |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora