Maniac |H.S|

41.

Punto de vista de Harry.

-¿Qué demonios haces aquí?-Le dije sorprendido, y algo furioso.

-¿Y tú?-Soltó con un tono severo.

Bufé y me acerqué a ella, le di las llaves del apartamento y la miré a los ojos.

-Hablaremos de esto luego.-Comencé a caminar pero escuché sus pasos apresurados a mis espaldas.

-No, Harry, estoy harta, ¿Sabes?-Me agarró del brazo y me giró.-Estoy harta de que me ocultes cosas, se supone que eres mi novio, se supone que confías en mi.-Dijo frustrada.-Quiero respuestas.

-En casa, Wendy, no quiero montar una escenita aquí, es peligroso.

-¡Para ti todo es peligroso!-Chilló y yo la miré desconcertado.-¡No puedes esperar que confíe en ti si tú no lo haces en mi! ¡Me has ocultado cosas desde que nos conocimos!

-Wen...-Comencé pero me cortó.

-¡No, Harry! ¡No! Voy a seguir aquí, tu puedes irte si quieres.-Me lanzó las llaves y yo las cogí al vuelo.

Wendy empezó a caminar, adentrándose en el mercado negro, sabía que no podía detenerla, pero algo dentro de mí me decía que debía hacerlo.

Andé hacia mi Jeep, entrando en él y suspirando una vez cerré la puerta. Necesito relajarme un poco.

Punto de vista de Wendy.

Tenía la cabeza en otro lado, dándome vueltas, pensando en las posibles soluciones a todas las preguntas que tenía sin responder.

¿De qué se conocían Harry y Robert? ¿Por qué Harry estaba aquí? ¿Por qué Harry me oculta cosas? Harry, Harry, Harry, Harry, Harry.

-Wendy, que sorpresa verte por aquí.-Dijo una voz a mi derecha y me giré.

Robert.

-Yo... em...-Tartamudeé, no sabía por qué, pero comenzaba a tener miedo.

-Tranquila, muchacha, no voy a hacerte daño, de hecho quería hablar contigo.

-¿Sobre qué?

Robert extendió su mano, en la cual tenía una carpeta negra, cerrada con dos gomas.

-Llévatela a casa, lee los papeles de su interior, ya me lo agradecerás luego.

-¿Qué hay dentro?

-Tu futuro, Wendy.

Punto de vista de Harry.

(Dos horas después)

Aparqué el coche frente a nuestro edificio y me bajé. Estaba dispuesto a hablar con Wen, a darle respuestas, pero solo espero que no me abandone por ello.

Justo cuando entre por la puerta del apartamento, lo primero que vi fue la imagen de Wen aterrorizada, y cuando me vio pareció que todavía lo estaba más, como si me hubiera visto por primera vez y pensara que soy un asesino o algo por el estilo.

-Wen, cariño ¿Estas bien?-intenté acercarme a ella, pero cada paso que daba ella retrocedía dos.

Entonces lo entendí todo, vi el pequeño objeto que llevaba entre sus manos, una carpeta que reconocería en cualquier lugar. Esa carpeta era la que contenía todos trabajos y las informaciones de cada respectivo caso que había hecho para Robert, y por supuesto, estaba su caso; todo tipo de información sobre ella y mis extrictas ordenes de como tenia que acercarme y conseguir todo el dinero que había "robado" su padre fuera como fuera.