Podría apostar sin temor a perder que todos alguna vez hemos escuchado el verso de Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Pero podrías decir en este momento, sin revisar tu Biblia, ¿que dice Filipenses 4:12? Es muy probable que la mayoría no pueda responder (Por cierto dice: "Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad"). Y esto se debe a que no es un verso bonito que endulza el oído, no hay muchas predicaciones acerca de este verso, no se comparte en las redes sociales escrito o como imagen.
Lo que quiero demostrar con esto es lo conveniente es nuestro cristianismo, que solo tomamos las partes que nos gustan, que nos consuelan que nos hacen sentir bien pero dejamos de lado las partes que nos dicen nuestra dura realidad, que nos reclaman nuestro erroneo proceder o que nos exigen y nos hacen ver que no estamos dando lo suficiente.
No con esto digo que es malo que nos gusten esos versos o esas partes hermosas del evangelio porque al final son palabra de Dios y el mismo Jesús dijo: "venid a mi los cansados y fatigados que yo los haré descansar" (Mateo 11:28) así que el evangelio también se trata de reconfortarnos y consolarnos; de descansar. Lo que quiero es que veamos que hay que prestarle atención a las partes no tan dulces de las escrituras, también es necesario que nos digan que "sin paz y si santidad nadie verá al Señor"(Hebreos 12:14). No creo que sea sano un evangelio que sólo te predica cosas bonitas, ni puede ser bueno un cristianismo que consiste en compartir imágenes bonitas en las redes sociales e ir a la iglesia cada domingo, sólo así, sin arrepentimiento, sin frutos solo de llevar el título de "cristiano". Las librerías cristianas llenas de libros acerca de cómo prosperar o como lograr el éxito o como elegir a la pareja idónea a la luz de la palabra; pero muy pocos libros de cómo evangelizar o como lograr una mayor santidad. Los vegetales no son nuestra parte favorita del plato pero son las que más nos benefician.
¿Donde están los frutos dignos de arrepentimiento? ¿Donde está la culpa por nuestra naturaleza pecaminosa? ¿Donde esta la angustia que oprime el corazón por las almas que todavía no tienen salvación? ¿Donde esta la ayuda para los pobres y compartir el amor de Dios con los más necesitados espiritual o materialmente? Deberíamos asegurarnos que si alguno llega al infierno no pueda poner la excusa de "nadie me predicó o me mostró al camino hacia el Señor".
Debemos empezar a velar por los intereses de Dios y dejar de buscar tanto que me bendigan y mejor buscar como bendecir a otros que en cada uno se refleje Cristo como en un claro espejo sin embargo para eso hay que limpiarse o no reflejaremos correctamente la luz del Señor. Que tomemos en la devoción la disciplina de un militar, después de todo somos soldados de Cristo.
Consideremoslo así: si un director de Hollywood rodara una película de tu vida ¿quien sería el protagonista? ¿serias tu o hay tanto de Dios en tu vida que el director no podría considerarte como la persona principal? La respuesta mas adecuada sería que sea Dios, que sea Dios el protagonista tu vida y no sólo "el amigo que ayuda".
¿Estas dispuesto a ser un personaje secundario de tu vida?.
Hay que buscar el equilibrio, esta bien dejarse envolver por el amor de Dios pero tambien es necesario que se nos exorte.
