"O de nuevo, supongan que un rey va a hacer guerra contra otro rey. ¿No se sentará primero y considerará si él, con diez mil tropas, tiene suficiente fuerza para enfrentarse al otro, que está viniendo contra él con veinte mil?
Lucas 14:36. KADOSHEsta este rey que viene, que podria llegar en cualquier momento, y su enemigo, lector, eres tu, un pecador.
Tomemos el texto parte por parte. ¿Consideras tus fuerzas? ¿Haz de medirlas ante Dios? Ve, toma el consejo del texto, haz cuentas para ver si tus fuerzas se equiparan a las suyas. ¿Cual es el resultado? ¿No es verdad que te encuentras aterradoramente débil? ¿Que no pareces rival ante aquel que llama las cosas a existencia? Ser humano débil, una condición miserable. Una simple enfermedad es capaz de vencerte y ¿Ahora te enfrentaras al todopoderoso? Absurda soberbia. Él es el creador de la inteligencia ¿Crees que seras mas astuto que Él? Él es dueño del universo ¿Tendrás mas influencia que Él? No, hombre no seas necio, no hace falta que termines de hacer cuentas, a este rey, no haz de vencerlo ni aunque tuvieras 10,000 hombres, y no los tienes. "Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo"
Pero he aquí un hecho mas aterrador, Él no detiene su marcha. Él sabe que tus fuerzas no son siquiera comparables a las suyas, pero esto no calma su ira, al contrario, acelera su marcha en ira contra ti. ¿Que harás?
Si no lo ha hecho, entonces, mientras el otro todavía está lejos, manda una delegación para pedir términos de Shalom (Paz).
Lucas 14:37 KADOSHBueno, aquí esta el consejo, ya que te ha quedado claro que no podrás escapar de su ira, así que ve y haz la paz con el, ruega que no te haga daño, pídele perdón para que se aplaque su ira.
Grande es nuestra soberbia, pues vamos y rogamos paz, pero queremos que la misma sea en nuestros términos.
¿No es verdad que si todas tus culpas fueran lavadas desde tu nacimiento hasta ayer, con solo tus pecados de hoy seria suficiente para condenarte? ¿No eres consciente que esta mañana, 5 minutos después de haber abierto tus ojos ya habías pecado lo suficiente para que se te envié al infierno? A menudo somos conscientes que somos pecadores, pero la mayoría de veces no somos conscientes de lo graves que son nuestras culpas, de lo corrompidos que estamos, de lo asqueroso de nuestro estado.
"No estoy tan mal" piensas "no hago las cosas que hace esta persona o aquella". No, te mides con la regla equivocada, Dios no evaluara tu pureza en comparación con la de tus semejantes sino en comparación de la suya propia. ¿Haz de ser encontrado inocente?¿Eres tan santo como Dios? En aquel día, tus obras, de las que estas orgulloso, no valdrán nada. Y ante su santidad, gritaras como Isaias "¡Pobre de mi! Soy un hombre de labios corruptos, que habita en medio de un pueblo de labios corruptos"
Los teólogos dicen que lo que Isaias vivió en ese pasaje fue un destrucción de si mismo. Isasias vio la perfección de Dios y todo alrededor armonizaba con esa perfección, excepto una cosa: Isaias. Entonces, deseo ser destruido para que nada estorbara la gloria maravillosa de Dios.
¿Vez que su ira contra tu esta justificada? Vez que si te destruye no tienes derecho a exigir justicia, pues eso seria lo justo? ¿Te atreverías, entonces, a pedir paz en tus propios términos? No puedes vencer vencer su ira, y no puedes reprochar sus acciones ¿Que harás? Ve, ruega de la manera mas humilde que te tenga misericordia.
Ahora, te vas a presentar ante Él para entrar en términos de paz. ¿Con que actitud lo harás?
Cualquier paz que se negocie, debe ser en los términos de Él. Él pondrá las condiciones que en su soberanía desee ¿Tienes algún argumento para negarte? No, no, si quieres que su ira no te destruya, aceptaras sus términos. No seas tan soberbio de pensar que aun tienes derecho a exigir.
Pues bien ¿Cuales son sus términos? Estos se encuentran algunos versículos antes:
"Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas; sí, y aun también su propia vida, no puede ser mi talmid
Lucas 14:26-27 KADOSHLa respuesta es: debes entregarlo todo.
Te va a costar todo tener paz con Dios. Te va a costar tiempo, energias, amigos, a veces familia, comodidad, sueños, esperanzas.
Seras un hombre muerto, que carece de voluntad propia. Un hombre que no vive para si. Un hombre cuyas manos, no son suyas. Un hombre que no es el protagonista de su propia historia. Tal vez hoy vivas cómodo con tu trabajo estable, pero mañana, tu Señor te requerirá proclamando su palabra en un pueblo pequeño, donde tu nombre no sera afamado, pero si el de Él. Y si así fuera, el no tendría porque darte explicaciones, el te mandaría y tu obedeciarias sin objeciones ni peros. Preferirás la muerte antes de pecar voluntariamente y la compañía de los hombres se volverá engorrosa, pues preferirás estar a solas con tu amado. Haz de ser suyo y solo suyo. Pues eres muy poco como para no darte entero y sentirás que al menos, lo poco que eres, debe ser completamente para Él.
¿Sabes que es lo mas interesante de todo esto? Que te gustara. Entonces su venida no sera mas causa de espanto sino de esperanza. Su ojo observándote no te producirá horror sino pasión. Tus sueños, a los que renunciaste, te parecerán muy poca cosa, algo no digno de dedicar tu vida, y desearas ser, aunque sea un poquito útil para su obra, dirás junto con Spurgeon: "Prefiero fracasar intentando entender a Dios, que tener éxito en cualquier ciencia humana". Todo lo demás se volverá gris, insípido y te preguntaras ¿Como pude vivir sin él todo este tiempo? Amaras todo aquello que el ama y toda la creación sera a tus ojos un testimonio de su propia belleza. Lamentaras profundamente cada minúscula mancha y aunque tus semejantes piensen que exageras, tu sabrás, que heriste a aquel a quien amas y esto sera una tortura para ti.
El costo de seguir a Cristo es grande, de hecho, te va a costar todo. Pero el costo de no seguirlo es impensable.
Esta es la manera, no hay otra, la puerta estrecha y el camino angosto fueron ya dados en la cruz. Si alguno quiere seguir a Cristo, no hay otra manera, no hay atajos, no hay religión liviana. Cristo lo exige todo. Cristo lo merece todo.
Ve, lector, haz los términos de paz con el rey que viene, no sea que llegue, y sera demasiado tarde. Busca al Señor, mientras pueda ser hallado.