Entonces aquel discípulo, al cual amaba Jesús, dijo á Pedro: El Señor es. Y Simón Pedro, como oyó que era el Señor, ciñóse la ropa, porque estaba desnudo, y echóse á la mar.
Juan 21:7 RV60Al analizar un titulo como el que tenemos frente a nosotros, que es tan propenso a malas interpretaciones, debemos hacerlo de la manera mas metodica y cuidadosa posible. Dios ama a todos sus hijos, con mas amor del que podemos llegar a necesitar en nuestras vidas. Pero aqui hay una revelacion que muchos no estan dispuestos a aceptar: que Jesus ama mas a algunos que a otros.
Vamos a analizar el titulo de "el discipulo al que Jesus amaba", adjudicado a Juan. Como dije, caminare con cuidado y sere lo mas metodico posible.
Primero, vamos a excluir algunas ideas erroneas que pudieran surgir al leer el pasaje.
Al principio, yo supuse que era una fanfarroneria de parte de Juan adjudicarse el titulo de ser el discipulo amado de Jesus, pero es claro que estaba equivocado. Primero, porque debemos recordar que este evangelio no fue escrito por aquel apresurado joven Juan, que junto con su Jacobo, eran apodados los hijos del trueno. No, quien escribe esto es el anciano Juan, autodesterrado en Patmos, habiendo renunciado a todo, habiendo defendido el evangelio a riesgo de su propia integridad física. El mismo anciano, que escribió Apocalisis y tres epístolas. La tradición dice que era profundamente respetado entre la congregación del primer siglo, como un anciano afable y bondadoso; alguien de gustos simples, nada ostentoso, nada que que hiciera que la atención recayera en él. Así que, atribuirse así, un titulo como el de él discípulo amado de Jesús, solo por una mera arrogancia infantil es algo que simplemente no coincide con el carácter de aquel anciano sabio. Ademas, una presunción tal seria contradictoria con el que escribió aquel memorable epilogo en Juan 1, así como su primera epístola, simplemente es algo que no tiene sentido.
Otro error que debemos desechar de inmediato, es creer que, si Juan era de verdad a quien Jesús amaba mas, esto se debiera a Juan era mejor. Si Juan era mas amado era únicamente porque así lo decidió el Señor, no porque Juan fuera alguien que lo mereciera, sino simplemente porque el Señor así lo quiso. Y ya. Si Juan fuera evaluado, resultaría tan culpable como cualquiera de nosotros.
Tal vez no te parezca correcto, pero ¿Le dirás tu al Señor que medida de amor debe dar a cada uno? Por supuesto que no, Él es libre y si decide darle a otros mas que a mi ¿Que importa? Yo se que me da mas amor del que puedo necesitar, no me importa cuanto le da a los demás. Si se me permitiera la extrema osadía de modificar un verso bíblico relacionado a este tema, yo diría: "A Esau aborrecí, a Jacob amé, pero a Juan lo amé aun mas". Y Dios es soberano, y puede hacerlo si quiere.
Dicho eso, debemos preguntarnos ¿Que movió a Juan atribuirse un titulo tal? Bien, creo sinceramente que gran parte de eso se debe a un intento sincero de Juan por glorificar a su Señor. Juan era el discípulo a quien Jesús amaba. Nada mas. Esa era su identidad. La personalidad de las personas es una profunda maraña de emociones, experiencias e ideas combinadas y entrelazadas mutuamente, pero, en el caso de Juan, era el discípulo al que Jesús amaba, esa era su esencia, ese era el centro de su personalidad, si alguien nuevo llegara a querer conocer a Juan, él no le diría que es un apóstol, ni el escritor del apocalipsis, tampoco que es un líder de la iglesia primitiva, no, todas esas cosas son pocas para él, su mas excelso momento, lo vivió siendo nada mas el discípulo a quien Jesús amaba. Esa sola frase encerraba toda su identidad. Aquí podemos ver un amplio contraste con nosotros, siempre añoramos ser el líder de la iglesia, el mas prominente en esto o aquello, para Juan, lo único importante es que Jesús lo amara.
Notemos, ademas, que su alegría no se desprendía de su amor por su Señor, él no se reconocía a si mismo como el discípulo que amaba al Señor, sino aquel a quien el Señor amaba. Seguramente, si Juan estuviera aquí, seria quien ame mas apasionadamente al Señor de todos nosotros, sin embargo, según su propia opinión, caería llorando avergonzado por lo poco que él mismo amaba a su Señor, pues lo pondría en comparación con cuanto lo ama su Señor a él, y ciertamente se quedaría corto. No, el estandarte de los verdaderos cristianos nunca sale de si mismos, el cristiano no es el hombre que ama a Dios y su ley, el cristiano es el hombre a quien Dios ama, y simplemente decidió salvar.
Por lo tanto el no se identificaba a si mismo como alguien que amaba a Dios, como muchos de nosotros, sino simplemente alguien a quien Dios amaba mas.
Hay otro punto que quisiera considerar. La calma que infundía este titulo a Juan. Él decía: "Después de todo, solo el discípulo a quien Jesús ama, y ahora el esta sentado en su trono ¿A que voy a temer? ¿Al hambre? ¿Al frió, la persecución?¿A los agravios?¿A los gobernadores romanos?¿A los religiosos judíos?¿A los intelectuales griegos? ¿A la muerte?¿A la estrechez?¿Al olvido? ¡No! Todos esos parecen temores absurdos, porque soy aquel a quien Jesús ama, mi vida esta en su control, nada puede ser totalmente malo."
En el siguiente punto, debo recordar que escribió este titulo para si mismo siendo ya anciano, ya el antiguo apóstol Juan. Pero para el eso no era lo importante, aun cuando sus contemporáneos lo llamaran apóstol, el sabia que seguía siendo el discípulo amado, el sabia que tan solo seguidor un seguidor de Cristo. Nada mas.
Finalmente, Dios amo a Juan, que era el mas joven de sus discípulos, si revisamos los evangelios nuevamente, Juan tenia este carácter temperamental, explosivo y apasionado de los jóvenes, era el hijo del trueno, un apodo dado por el mismo Jesús, pero al final de su vida, sabemos que su carácter se había transformado en un hombre muy diferente. Eso nos enseña que el amor profundo de Dios hacia nosotros no es ninguna excusa para no lidiar seriamente con nuestro pecado y nuestras faltas. Actualmente, es muy común que a los jóvenes se nos enseñe un evangelio de amor y amor, pero carente de regeneración (tema que tocare mas a profundidad en el siguiente escrito) entonces los jóvenes nos volvemos unos mimados espirituales, incapaces de soportar la mas mínima confrontación de pecado. Basta ya de eso, dejen de tratarnos como bebes y sírvanos alimento solido para que en el futuro proclamemos a Cristo con la valentía que este mundo lo necesita.