Mientras tanto, Jesús se encontraba en Betania, en la casa de Simón, un hombre que había tenido lepra. Mientras comía, entró una mujer con un hermoso frasco de alabastro que contenía un perfume costoso, preparado con esencias de nardo
Marcos 14:3 NTV
Permitame el lector tomarme el atrevimiento de hablar en esta ocasión de mi propia experiencia en un escrito un poco mas corto de lo usual y mas personal también.
El perfume ha sido usado usado durante mucho tiempo como figura de la adoración, naciendo tal interpretación principalmente de este pasaje. Yo no pretendo usar un significado diferente el dia de hoy.
Sin embargo quiero que veamos que este no era un perfume cualquiera. Era costoso. No se obtenía fácilmente sino en base a esfuerzo, paciencia. Ella se preparo durante mucho tiempo para poder ser capaz de derramar este perfume, trabajo por el.
Hoy ante nuestro amado, ¿que perfume ofreceremos? Definitivamente no uno salido de la frialdad de nuestro corazón, sino uno salido del amor mismo, puro y arrollador del mismo Dios. Mi perfume sera costoso, porque me costara mucho, me costara tiempo, me costara amistades, me costara gustos y deseos personales. Pero estaré ante el, romperé ese frasco y la esencia de mi amor perfumara sus pies, y el sonreirá y su sonrisa sera solo para mi. Tal vez muera yo de amor ¿que importa? Si es viendo su rostro que le pase a mi existencia lo que sea. Si es perdido en sus ojos, que me olvide yo que siquiera vivo, que sea yo reducido hasta la inexistencia si acaso robo algo del espacio que es suyo. Muera yo, por el que murió por mi.
El perfume de aquella mujer era costoso porque estaba hecho de su arrepentimiento, de cuidar cada día su santidad, ella no era buena ¿quien de nosotros lo es? Pero le amaba, y estaba dispuesta a luchar por ese amor y de llevarlo hasta la ultima instancia.
Que Dios nos ayude a amarlo mas, a morir mas, a desesperarnos mas por El, no por sus milagros, ni nuestras peticiones. Solo El.