Antes de la conquista (Parte IV)

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6. Pascua
Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
Josué 5:10 RV60

La sexta estación por la que hay que pasar antes de empezar a conquistar es la Pascua.

La pascua consiste en recordar que "Dios pasó por alto" a los primogenitos de Israel mostrando su soberana misericordia con quien el quiera mostrarla. Esto significa que antes de ir a predicar a Cristo hay que haber experimentado de primera mano el regocijo de saber que Dios pudo haber escogido a cualquier otro pero en su incomprensible amor me eligió a mi.

Además la primera vez que se celebró la Pascua; fue cuando Dios estaba a punto de sacar a su pueblo de Egipto, y se dan una serie de instrucciones que llevan por objetivo que el pueblo esté listo para salir en cualquier momento. Se ordena que usen ropa de viaje, que tengan su bacilo listo, zapatos puestos y que comieran rápido, una comida que se prepara rápido (Éxodo 12:11). Todo esto porque el pueblo debía tener la certeza de que Dios los libertaria en cualquier momento y que su salvación seria inminente.

Del mismo modo nuestra manera de anunciar de Cristo sera mas efectivo si en nuestra mente esta claro y brillante la inminente venida de Cristo. Sabiendo que nuestro salvador vendra en cualquier momento y que estamos prontos a ser sacados de esta tierra. Tan encendida será nuestra predicación al ver cuan inminente será la salvación y que ellos no la recibirán si no se vuelven hacia Cristo que será inevitable no conmover los corazones.

Un libro entero podria escribirse acerca de las implicaciones de la Pascua pero acortare el texto hasta aqui.

7. Cese del maná.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Josué 5:12 RV60

El Maná había sido el sustento de Israel por 40 años pero justo antes de empezar la conquista el mana deja de caer. Esto implica que obtener el alimento ya no sería tan fácil como salir por las mañanas a recogerlo, tendría que escoger una parcela, limpiarla, ararla, fertilizar, sembrar, regar y cosechar. De pronto había que salir de la zona de comodidad e ir a enfrentarse con gigantes. Nuestro enemigo tiene conquistada la tierra y nosotros ya no podemos solo mirarlo desde lejos como se regodea de las preciosas almas que tiene en su dominio. Tenemos que desacomodarnos e ir a la conquista de las almas por las que Cristo ofreció su vida; ceñirnos de coraje y dejar de esperar que todo nos caiga del cielo porque llegará un punto en el que dejará de caer. La timidez es uno de los grandes enemigos de los cristianos de hoy en día. Es necesario que nos volvamos más tenaces en la meta de que el reino se expanda.

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