Atrapada Por Un Vampiro

Menos Mal Que...

Menos Mal Que Salvada

Los niños ya se habían ido y ya eran las 8:39 y Laureen no ha llegado las otra 2 empleadas ya se han ido y solo hemos quedado yo y mi amiga, sentada en las escaleras.

- Creo que no nunca llegara -.  Dijo mi amiga.

- Pienso lo mismo -. Dije perdiendo la poca esperanza.

Luego de varios minutos el teléfono de mi amiga sonó, y se alejo para cogerlo. Luego volvió.

- Amiga tengo que irme, había olvidado que tengo una cita con mi novio -. Me dijo con cara apenada.             - ¿Crees que podrás quedarte hasta que llegue Laureen? -.

- Si, creo que si, cuidarte -.  Dije dándole un beso en la mejilla.

Termina narración de Abby

La amiga de Abby salio por la puerta dejándola sola. Pasaron minutos hasta que se hicieron las 9:00, a Abby le paso por la cabeza que donde iba a hallar un taxi ya no encontraría taxi a esta hora iba a tener que irse caminando.

En ese mismo momento llego Laureen, pero paresia contenta, ya que siempre estaba molesta.

Abby se paro rápidamente tomo su bolso y le dio las llaves a Laureen, dispuesta a irse estaba muy enojada, ahora mismo tendría que irse sola y caminando.

- Cariño espera, toma -. Dijo pasándole algo de dinero.        - Ya que estas aquí, a las demás le pagare mañana, gracias te puedes ir -. Dijo aquella víbora entrando a la biblioteca.

Abby bajo cada escalón, mirando hacia los dos lados, estaba oscuro y la luna era lo que reflejaba el camino donde ella ira, suspiro y se digno a caminar.
Abby ya había caminado 3 cuadras, estaba cansada, con frió, con sed y hambre, luego recordó que llevaba una manzana en su bolso, y comenzó a comérsela.

Abby había escogido un atajo para llegar a su apartamento, era una calle vacía, no pasaban autos, y todo estaba  en silencio, encontró un bote de basura y ello ya la manzana comida.

Escucho unas risas y miro a esa dirección y eran dos chicos, su cuerpo tembló, al ver que los chicos se dirigían a ella, Abby comenzó a temblar mas aun y se quedo quieta.

En cambio el vampiro que decía ser su alma gemela se dio cuenta de lo que ella sentía, ¿miedo?. El estaba en su despacho, luego se paro y corrió a una velocidad sobrehumana. Dejando confundidos a sus hermanos. A su departamento entro por las ventana y no vio a nadie, se le hizo raro ya que siempre estaba ahí en su apartamento, a menos que este aun en el trabajo.

Hací es este es el Vampiro Ian, el rey de todo los vampiros, es un vampiro frió, sangriento y muy peligroso todos los vampiros le temen. Este vampiro a estado siguiendo a Abby desde que se hizo señorita, el la estado protegiendo desde que sus padres murió. El decía que su obligación es cuidar y protegerla, pero llegaría un día en que el se la llevaría.

El vampiro se puso a olfatear su aroma a flores el que siempre llevaba y fue a la misma rapidez que vino, mientras el vampiro corría su olor a flores llenaba aun mas sus fosas nasales y luego la vio se subió a un árbol para que ellos no lo vieran, osea los chicos que la rodeaban.

Abby estaba muy asustada con miedo a lo que le vallan hacer, pero el vampiro no iba a permitir que esos idiotas la tocaran, ella es de el y seguirá siendo hací para el vampiro.

- Oye, pero mira que tenemos aquí -. Dijo el chico de la camisa azul.

- Que haces por aquí tan sola, muñeca -. Dijo el otro chico del abrigo negro, y eso basto para hacer enojar al vampiro. Nadie podía decirle muñeca, mas que el.

Los chicos se le acercaron, el del abrigo negro la abrazo por detrás.

- Alejate de mi, estúpido -. Dijo Abby empujándolo, pero llevaba el miedo hasta los huesos. Unos de los chicos le iba a pegar a Abby, ella cerro los ojos por miedo y se quedo a esperar el golpe, pero no llego, el vampiro fue mas rápido y dijo una palabras y esto dos cayeron al piso, El no quería matarlos en frente de ella por que conocía su inocencia, luego Abby le temería a el y tan solo los durmió.

Abby abrió los y se dio cuenta de que los chicos que la rodeaban estaban en el piso ella miro a todos lados asustada, de ¿Quien podría a ver ello esto? Luego pensó algo loco..

- Gracias, Dios mio -. Dijo la joven mirando hacia el cielo, luego se le escapo una risa.

- Eso les pasa por idiotas -. Dijo la chica pateando a uno de los chicos, para luego irse corriendo.

El vampiro no aguanto y soltó unas carcajadas.

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