√{[√(a.b)³+√(b.c)⁴] - (d.e + f)²}=
-Oh por Dios. ¡¿Como se supone que tengo que hacer eso?!- exclama la chica.
Me había ofrecido a explicarle un tema de matemáticas a una compañera hoy ya que no tenía nada que hacer en la tarde y que en verdad esa chica necesitaba ayuda con esto.
-Es fácil, primero reemplazas las letras por los números que le correspondan. Una vez hecho, tienes que separar en términos el calculo (no te olvides que pueden haber otros términos adentro de cada uno), luego resuelves todos los paréntesis, corchetes, etc. De afuera hacia adentro. Acuérdate de mirar cada detalle. Con sólo un número mal, todo el ejercicio se arruina. Es como con el dominó, una pieza se cae, todas sus compañeras le siguen. ¿Comprendes?
Al levantar la vista de la hoja me encuentro con la cara de Jossie -alta y morocha- en un gesto de confusión: tiene una ceja levantada y la otra fruncida, los ojos abiertos como dos pelotas de tenis y la boca en una mueca rara.
Me pego una palmada en la frente, tiene suerte de que soy una chica paciente, porque sino, ya la echaria de mi casa.
-Bien, te lo explicaré denuevo, pero esta vez más lento y de a poco, ¿Bien?
-Vale.
.•.•.•.•.•.
Tres horas de números y letras después, a Jossie le salió el primer ejercicio. No exagero.
¡Aleluya!
Es un pequeño avance, ¿no? No es que me molestara ni nada estar tres horas con un ejercicio, sin contar el estupido ceño fruncido en la cara de la chica cada vez que no entendía que es "√(2×4)³".
A mi eso me parece una estupidez pero comprendo que a otra gente le cuesta tanto como si habláramos en un código chino. Solo eso impidió que mande todo al carajo y le tire las hojas por la cabeza.
No es que sea un genio ni una nerd, simplemente me van los números. Las demás materias-menos literatura- me van normales y unas pocas, regular.
Al momento en el que dijo el resultado correcto, me paré en la mesa y me puse a bailar. Literalmente. Cuando me emociono, lo hago de verdad.
Le ofrezco un vaso de agua a la pobre Jossie a la que, por poco, no sale humo de la cabeza. Su cara me resulta muy conocida pero no logró descifrar de donde la conozco.... ¡Ah! ¡Ya se!
-Tú te sientas conmigo en Biología, ¿No es cierto?
-Sí- responde ella. La verdad es que es una chica muy alta, no se por qué lo digo pero lo tenía que mencionar otra vez.
El timbre suena indicando que la vinieron a buscar. Me dirijo al la puerta principal y la abro encontrádome con quien menos esperaba.
-¿Y tú que haces aquí?- le digo de mala manera.
-Que linda bienvenida- dice él y entra en mi casa.
¡Y ENTRA EN MI CASA COMO SI NADA! Descarado.
-Sal de mi casa o te sacó a escobazos- lo amenazo tomando la escoba.
-Eh, calma, pequeña poni.
-Cállate y vete.
-Eh, ¿no sientes olor a quemado?- pregunta James cuando entra Jossie a la sala-. ¿Otra vez se te quemó el cerebro, Joss? Ya te he dicho que cuestan mucho para que los vayas quemando. ¿Sabes lo que vale un cerebro hoy en día? £100000.
-Tú seguro que sabes cuanto vale un cerebro. ¿Cómo no podrias saberlo, si tú tuviste que comprar uno ya que no tenías uno tuyo?- le digo.
No había hablado con James desde el día que me lo encontré en la calle. En el instituto actuábamos como si no nos conociéramos, no se por qué.
ESTÁS LEYENDO
Persiguiendo la Verdad
WerewolfÉl es un chico recóndito. Ella, una chica normal. Él sabe que la verdad siempre se descubre. Ella, que el destino es inevitable. Él oculta secretos. Ella, persigue la verdad. Nunca se sabe lo que se trae en manos el destino, a veces te sorprende...