Narra Katy
Tres días han pasado desde que desperté aquí.
No son los pequeños rayos de luz que entran por la minúscula ventana ni la luna que se asoma por esta en la noche los que me indican un nuevo día. Son el hambre y la fatiga que cada vez van en aumento.
Nadie se ha asomado ni una sola vez por los barrotes de la puerta, ni he oído el sonido de pisadas, por más lejanas que pudieran ser. Parece como si estuviera totalmente sola aquí, pero sé que eso no es así. Más allá de esa puerta está la persona que convirtió mi vida en una pesadilla y todos sus seguidores, controlando cada uno de mis movimientos. Lo sé por la estúpida cámara que se mueve siguiendo cada paso que doy por la habitación.
Al principio pensé en tirar abajo la puerta o escapar por la ventana (aunque sabía que por allí no cabían ni siquiera mis piernas). Me di por vencida cuando vi que la puerta resistía cada una de mis patadas y que era imposible llegar a la alta ventana, casi pegada al techo, con mi baja estatura.
El olor a orina y excremento de algún animal que hace poco estuvo aquí son los únicos que me acompañan en mi sufrimiento. Muero de hambre y no me han dado ni un vaso de agua en días. Quieren verme suplicar por comida y algo de beber, pero no les daré el gusto.
Me levanto con esfuerzo del rincón en el que estoy y me ubico en un ángulo en el que puedo ver parte del cielo por la alta ventana. Está anocheciendo otra vez. No creo soportar más horas sin agua y sé que la huelga de hambre que estoy haciendo es una acción totalmente inmadura de mi parte. ¿Qué voy a conseguir haciendo una rabieta? Nada.
El aburrimiento también toma parte de mi tiempo, pero aprovecho este para pensar cómo salir de aquí. No pienso esperar a que los BlackBell vengan a rescatarme –otra vez- como a una damisela en apuros. Ya basta de todo eso, tengo que resolver mis problemas por mí misma y salir de aquí.
Me muevo otra vez y miro a la cámara en la esquina de la putrefacta habitación, que se mueve también siguiéndome. Alguien detrás de ella la está controlando, cómodo en su silla afelpada y disfrutando ver cómo muero de sed. Eso me enoja aún más. Aunque sé que esto me hará gastar energía que no tengo, sonrío a la cámara y, con un movimiento de mi mano, hago que el lente de esta explote. Así está mejor. Al menos mis dones mal controlados sirvieron para algo aquí dentro. Ya intenté aprovecharlos para salir de aquí, pero Mason no era tan estúpido como para permitir que me sean útiles. Todo aquí dentro está preparado para soportar mis movimientos, menos la estúpida cámara.
Tomo un trozo de vidriobdel lente esparcido en el suelo y por un segundo me planteo beber de mi propia sangre. ¿Sería eso muy asqueroso e inhumano? No me da tiempo de pensar la respuesta, porque el ruido de pisadas por un pasillo me alarman. ¿Vendrán a castigarme por lo de la cámara? Tomo con fuerza el vidrio, cortándome un poco con él mientras lo hago. A través de los barrotes en la parte de arriba de la puerta, veo unas zapatillas desgastadas asomándose por el pasillo. Cuando están lo suficientemente cerca de mi puerta, lanzo el vidrio por el orificio y este da contra su brazo. Escucho un quejido seguido de un insulto y sonrío con gracia. Si van a mantenerme aquí, al menos no voy a aburrirme. El solo hecho de molestarlos y burlarme de ellos me consuela un poco. Me alejo de la puerta y, segundos después, algo cae entre los barrotes de la puerta: un pedazo de pan rancio. Luego le sigue un vaso de agua, el cual termina volcado en el suelo sucio.
— ¿Tienes sed, perrita? Quiero verte lamiendo el piso— su voz me indica que detrás de la puerta esconde una sonrisa. La furia que siento aumenta con sus burlas y no pierdo la oportunidad de arrojarle el vaso de plástico cuando asoma su cara por los barrotes. Él solo ríe y se larga por el pasillo.
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Persiguiendo la Verdad
Lupi mannariÉl es un chico recóndito. Ella, una chica normal. Él sabe que la verdad siempre se descubre. Ella, que el destino es inevitable. Él oculta secretos. Ella, persigue la verdad. Nunca se sabe lo que se trae en manos el destino, a veces te sorprende...