Capítulo 2O| Un Mar de Notas y una Canción.

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A la mañana siguiente despierto y lo primero que veo son los lastimosos ojos de Bill. Él escuchó todo lo que ocurrió ayer pero no dice nada al respecto, cosa que agradezco.

-Lamento no poder contarte nada sobre lo que pasó en el Instituto- me comenta.

Suspiro.

-Lo sé. Tú y Beth son los únicos normales aquí- él ríe mientras pone sus manos en mi pierna herida. Suelto una exclamación de sorpresa al darme cuenta de algo.

-¿Qué paso?- pregunta sobresaltado el mayor de los BlackBell- ¿Te hice daño?

-Oh por Dios. ¿Qué le han dicho a mis padres? ¿Y la escuela? ¿Y mis amigos? Se deben estar preguntando en dónde estoy.

"Claro que no, estúpida. No les interesas", dice mi voz interior.

«Todos esos amiguitos que fingen quererte te tienen lástima. Lástima a una chica que siempre va a estar sola y a la que nadie quiere o querrá». Recuerdo las palabras de Blake. Podría ser verdad... Ellos siempre fueron unas personas muy bondadosas. A lo mejor les doy lástima...

-No te preocupes por ellos. Está todo resuelto- me informa.

-¿Qué les dijeron?- pregunto curiosa.

-Como ya dije, no te preocupes por ello. Está todo en perfecto estado.

-Digamos que te creo...

Se para y entrelaza sus manos con una palmada. Me mira. Oh, no. Esa mirada de lástima otra vez no.

-Bien, si necesitas algo...- hace una pequeña mueca-. Ya sabes... Por lo de aye...

-Ayer no pasó nada. Ignora eso- lo interrumpo.

-Bien, pero ya sabes. Por las dudas...- termina y sale de la habitación.

Veo mi pierna. Está casi curada. Un milagro inexplicable por el que no puedo preguntar sin ahogarme.

Salgo de la habitación a la vez que una chica de la de al lado. Es una rubia oxigenada con tetas de psilicona y bótox por toda la cara. Es la puta gritona de anoche.

La ignoro y me dirijo a las escaleras. Ella me sigue y se adelanta a mi pegándome con el hombro a propósito.

-Oye, inútil, mira por donde vas- me dice de mala manera.

Oh, voy a arrancarle esas putas extensiones de la cabeza. Respiro hondo y la vuelvo a ignorar para evitar conflictos.

-¿Nadie te dijo que no se ignoran a las personas?- me sigue provocando.

Me dan ganas de decirle "¿Qué personas?" para molestarla, pero sé que el silencio la va a enfadar más. Empiezo a bajar las escaleras sin siquiera mirarla.

-¡Hey! ¡Deja de molestarme!- alzo una ceja cuando la miro, me encojo de hombros y sigo mi recorrido-. ¿Eres una maldita muda o qué?

No respondo y termino de bajar las escaleras. Voy hacia el comedor en el que Bren está nuevamente molestando a Beth y Bill está mordiendo una manzana. Me pregunto en dónde estaba Beth ayer por la noche pero evito cuestionarlo en voz alta por las dudas de estar delatándola u algo por el estilo.

Me siento a un lado de Billie y escucho las tacones de la puta resonar por al lugar detrás mío. Ruedo los ojos y mi acompañante ríe.

Una vez sentada, puedo captar una mirada sobre mi. alzo los ojos y me encuentro con los de Bren, que me está mirando con una mueca en la cara que demuestra lástima. ¡Oh por todos los Santos Cielos! ¡Ya dejen de mirarme así! ¿Él también habrá escuchado lo que pasó ayer? Yo creo que sí, por la forma en la que me mira. Además de ese toque de lástima, puedo sentir algo más en su cara, sólo que no sé qué es.

Persiguiendo la VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora