Capitulo O3| La figura.

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Entro a la biblioteca y me dirijo a la mesa en la que el Imbécil me está esperando. Dejo caer mi mochila sobre esta ruidosamente haciendo que él se sobresalte y me mire con sus oscuros ojos.

 Dejo caer mi mochila sobre esta ruidosamente haciendo que él se sobresalte y me mire con sus oscuros ojos

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—Hola, Katy— saluda.

—Hola Imbécil— respondo sin ganas.

—Tengo un nombre, para que sepas.

—Lo sé.

—Entonces sabes que no me llamo "Imbécil"— me indica.

—Para mi, sí— le espeto sentándome.

—Llámame Blake. Es enserio, llámame— cita la frase de uno de mis libros.

Me sorprende que lo haya leído. Ah, no lo leyó, seguro buscó por Internet frases para seducir personas como yo o algo así.

—¿Esto es broma?— le digo con cara de pocos amigos y una ceja levantada.

—Bien, veo que imitar a Patch no me va a servir— alza las manos sobre sus hombros mientras los encoge en un gesto de rendición.

—Nadie puede imitarlo, tú le llegas por los talones. Él es único.

—Como yo.

—Y de aquí viene tu apodo... ¿Ahora entiendes por qué te llamo "Imbécil"?

—Pues yo soy un Imbécil de edición única— dice.

—Ya veo... ¿Cómo no me di cuenta de eso antes?— le digo con sarcasmo—. Bueno, me voy a buscar la información, si seguimos hablando de cuan imbécil eres, vamos a estar hasta Navidad y no llegaremos a hacer el trabajo.

Me paro y me dirijo al puesto de la bibliotecaria que, por cierto, es una señora muy anticuada mayor de edad. Le pido la ubicación de los libros necesarios y me dirijo al pasillo n°3. Al doblar por este, Blake ya está buscando los libros.

—¿Cómo llegaste aquí, Imbécil?— le digo para molestarlo.

—Deja de llamarme así, Katy. Me llamo Blake. B-L-A-K-E— me dice furioso.

—Bien, Imbécil..... Digo, Beetie— lo provoco con su apodo y errando en su nombre a propósito.

—Mira, te voy a contar algo— me dice acercándose peligrosamente a mi—. Me llamo Blake. BLAKE, BLAKE, BLAKE, BLAKE. Probablemente ese nombre esté en tu cabeza por los próximos días en frases como "Oh, Blake es tan sexy " y "Oh, Blake, te amo tanto..."— imita una voz de niña para nada parecida a la mía—. Ahí vas a recordar mi nombre. Blake.

—Como tú digas, Imbécil— le digo luego de su hermoso "discurso"—. Y, para que sepas, yo no tengo esa voz de princesita.

Piensa en algo y casi podría ver como una bombilla prendida sale de su cabeza. Sonríe con malicia.

-Oh, pero qué ruda eres, Gatita.

Oh, no. No me ha llamado eso. Díganme que esta en una misión suicida, porque pronto va a cumplir su objetivo.

Persiguiendo la VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora