003.

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Tuve problemas con wattpad me borró la mitad del capítulo. Perdón en serio.

Scooter estaba muy molesto conmigo, soltaba groserías y maldiciones. No lo culpaba yo había actuado con mis instintos más bajos, es solo que no pude evitarlo.

—Siempre dices que debo protegerlas, pero cuando lo hago te enojas y me insultas ¿que es lo que quieres?.—murmuro con voz rota. Odio que me griten.
—Chico, protegelas pero no con golpes.—suspira con frustración y cepilla sus dedos en su corto cabello.—Vamos a tener que manejar aquella demanda.
—Lo siento.—susurro.—Es solo que, ugh, bien.

Me levanto de la silla y abandono la oficina de mi mánager, odio venir aquí porque significa que estoy en problemas.
Observo el balcón abierto así que camino hasta allí y me siento dejando colgar mis pies en la nada. La brisa es algo ruda pero refrescante de igual forma.

Mi corazón late muy rápido, tengo miedo de las alturas es algo obvio pero no quiero volver ahí adentro. Tomo mi libreta y la abro releyendo algunas páginas, me parece algo triste pero realmente escribo aquí porque estoy triste.

Miro la hoja vacía y después miro hacia el cielo, despejado de nubes y totalmente celeste, el sol brilla pero no demasiado fuerte y me parece un día muy hermoso. Una sonrisa pequeña se me escapa, me siento muy tranquilo aquí arriba y nadie puede verme ni tocarme.

Nadie puede hacerme daño.

“Aquella noche dijimos muchas cosas, cosas de las cuales hoy me arrepiento.

¿Te arrepientes también?.

Hojeando en nuestros recuerdos, está aquel día de verano cuando te lleve a la playa en la madrugada.

No querías ir, pero yo insistí. Solo quería tener un momento junto a ti”.

Cierro la libreta de nuevo, escribo notas cortas para desahogarme. Me gusta escribir, sin embargo no puedo escribir una jodida canción decente.

Doblo mis brazos sobre la baranda de seguridad y apoyo mi barbilla en ellos, observando a la gente hacerse muy pequeña, debería buscarme un lugar así ¿no?. Tal vez lo haga.

—¿Que demonios haces? ¿Vas a suicidarte?.—ese es Scooter de nuevo.
—No sería mala idea, aunque dudo que ellas me dejen caer.—señalo hacia abajo a las chicas que están sentadas en la sombra de un árbol.

Scooter sonríe con simpatía mientras se sienta junto a mi y copia mi posición.

—También me gusta este lugar, es relajante.
—Si, nadie puede tocarnos aquí.—le digo, le dedico una mirada corta.
—Lamento los gritos de hace un rato, no quería que te sintieras mas mal.—musita luego de unos segundos.—Quiero cuidar de ti chico, pero te escapas de mis manos.
—No es necesario ningún cuidado, estaré bien. Lo prometo.—hago una promesa de nuevo, siendo consciente de que quizá, no la cumpla.
Sacude su cabeza y se pone de pie, estira su mano en mi dirección y la tomo poniéndome de pie. Le miro expectante, sonríe con emoción y nos lleva adentro de nuevo.

—Vas a ir ahí abajo y vas a charlar con esas niñas ¿okay?.—dice con emoción.—Ellas han sido tu motor durante años, debemos volver a eso ¿que dices?.
—Está bien, supongo que está bien.—le digo, el sudor se hace presente.

Hace tiempo no me detengo para hablar con ellas, incluso me esperan a las 05:00 am fuera de clubes, deseando tener algo de mi aunque fuera una pequeña mirada.

Pero no me quedo, ni les miro. Me siento demasiado avergonzado como para estar allí y mirarles a los ojos, ellas siempre saben como me siento sin decirles palabra alguna.

Cuando llegamos al recibidor en el primer piso, Scooter sale y los chillidos se hacen presentes por un corto tiempo, están acostumbradas a verme por las calles, pero no a hablar conmigo.

Las ganas de escapar por la puerta trasera se hacen presentes, no quiero hablar con ellas y ponerme a llorar, no quiero que sepan que me siento como la mierda y no quiero esto más.
Pero ya es tarde, seis chicas se hacen presentes frente a mi y tengo que forzar una sonrisa nerviosa, mientras que ellas tienen sus rostros cargados de emoción, sonrisas enormes y honestas.

Una presión en mi estómago se hace presente, agito la mano en dirección a ellas y ese gesto, ese simple gesto hace que todas borren sus sonrisas. Se miran entre sí hablando con los ojos, Scooter sonríe sin ser consciente de eso.

—Disfruten su tarde con Justin, mandare algo de comida para todos.—anuncia mi mánager muy emocionado.
—Gracias Scoot, esto significa mucho para nosotras.—habla una chica bajita y regordeta. Su sonrisa no alcanza sus ojos.

Cuando Scooter desaparece de nuestras vistas, nos quedamos todos de pie como idiotas así que carraspeo la garganta incomodo.

—Vamos a sentarnos allá, para que podamos pasar el rato.—señalo el juego de sofás del edificio.

Todas caminan detrás de mi en silencio, como teniendo miedo de decir algo incorrecto. Me hace sentir un poco culpable que ellas no puedan desenvolverse en torno a mi.

Ninguna se sienta junto a mi.

Mi estado de ánimo cae por los suelos al darme cuenta de lo que estoy causando en ellas. Tal vez he sido grosero y eso no les agrada o simplemente tienen miedo de mi, por todo lo que ha pasado y yo siendo violento.

Notita :)

No hay nada que decir jejeje
Tengan un buen día y no dejen que las dificultades las derriben, siempre con la frente en alto ❤❤❤

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora