escena explícita.

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Advertencias🚫
❌capitulo extenso
❌crudas palabras, no aptas para sensibles



Jordyn's POV.



Estaba destruida, todo dentro de mi se sentía como pequeños vidrios rotos clavándose en donde pudieran. Jesús, nunca me sentí tan miserable.

Varias horas de vuelo, varias horas donde mi mente estuvo apagada. Yo no podía pensar, era ilógico que todo haya acabado de esa forma.

¿Por qué? ¿Por qué ese chico tuvo que hacerme eso? ¿Por qué nadie estuvo allí para ayudarme?.

Junto mis piernas y las presiono, no me gusta la sensación dentro de mis bragas, es como si me recordaran la crueldad de la que fui víctima y la razón por la cuál mi novio me dejó.

(...)

El silencio dentro de la camioneta era terrible. Kenny (mi hombre de seguridad) me miraba preocupado a través del retrovisor pero parecía tener miedo de decir algo imprudente.

Pero al parecer su preocupación -y curiosidad- le pasan factura porque se está girando hacia mi. Sus facciones se ven tensas y sus ojos bañados en sentimientos protectores. Me gusta Kenny porque es un hombre seguro y al parecer me quiere lo suficiente como para preocuparse por mi.

—¿Pasó algo?.—murmura y parece nervioso.

—Muchas cosas Kenny.—admito y aparto la mirada hasta la ventana.—Muchas cosas.—repito.

—¿Te sientes bien? ¿necesitas algo?.—continua.—Podemos parar en alguna tienda y comprarte esos palitos bañados en chocolate que tanto te gustan...

—Estoy bien Ken.—le digo suavemente.

Y que vil mentira es aquella, pero parece que le ayuda a tranquilizarse y eso me hace sentir un poco menos culpable. No me gusta hacer preocupar a las personas, al menos no sino es demasiado necesario.

—Bien.—dice él y me regala una sonrisa enorme y blanca.

Y deseo corresponder. Realmente quiero sonreirle de vuelta pero no puedo.

Me han arrancado la sonrisa.

Cierro los ojos y recuesto mi cabeza en el asiento esperando con paciencia a que lleguemos a casa y pueda hablar de esto con Kelsey.

Porque perdí mi móvil ayer en la fiesta, después del primer faso que Justin me había ofrecido ya no estaba consciente y mi móvil se deslizó de mis manos. Quien sabe a donde fue a parar.

(...)

Bajo de la camioneta y mi zona baja se aprieta. Duele duele duele. Hago lo mejor que puedo para llegar hasta puerta, recibiendo miradas entrecerradas de mis hombres de seguridad.

Le pido a Kenny que por favor suba mis cosas porque yo no puedo. No tengo fuerzas y me siento terrible.

Busco el teléfono de la casa y marco los números de Kelsey de memoria.

—¿Si?.—contesta extrañada. Y su voz me trae a la realidad brutalmente.

—Te necesito Kels.—lloro patéticamente.—Antes de que hacer alguna tontería... Por favor, por favor.

—Estoy llegando, no te muevas de donde sea que estés ¿bueno?.—pruebo el pánico en su voz y la culpa me pega en la cara.

No debí llamarle, le he causado suficientes problemas ya.
No pasan 10 minutos cuando Kelsey aparece gritando de forma histérica en mi casa. No me he movido del salón, parada de forma ausente junto al teléfono. Ella me pidió que no me moviera y no lo hice.

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora