030.

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*finjamos que el reloj es de oro*

Estaba nervioso, iba a llevar a la chica mas linda del mundo a una cita. Hace tiempo que no me tomo el un momento de pensar en la cita perfecta.

Miro los conjuntos que había tomado y me decido por el jean negro y la camiseta del mismo tono, me coloco los boxers y después despeino mi cabello. Debo verme como alguien a quien ella pueda presumir, con el secador de cabello en la mano y un peine, llevo mi pelo para abajo dejando mi antiguo peinado a la vista. Quizás le guste y sume puntos por traerle recuerdos de lindas y vírgenes épocas.

Me siento en la cama, es demasiado temprano pero sentía la necesidad de estar listo para no llegar tarde a nuestra cita, vamos a llegar por separado para no meterla en el mar cargado de pirañas que siempre me siguen.

Me levanto a buscar mi libreta de cuero negro que tantos secretos ocultan, que tantos sentimientos dolorosos guardan. Tomo un bolígrafo de la mesa de noche y me dejo caer en la cama nuevamente, hojeo el cuaderno buscando una hoja libre donde pueda expresar mis sentimientos recientemente descubiertos.

Volviendo a donde pertenezco, escribiendo en este pedazo de árbol hecho libreta. Ocultando mi ser verdadero.

Estoy nervioso, no me siento demasiado preparado para volver a amar. Pero es que ella me ha logrado atrapar.

Aquel miedo de ser rechazado y descartado todavía existe. No podría soportar otra decepción.
Estoy seguro, bueno no tanto, de que mi hermosa ojos avellana sabrá cuidarme y protegerme. Como ella no lo supo hacer.

Estoy comenzando a olvidar el pasado un poco, pero no dejo de sentirme culpable por alguna razón desconocida. Pero en definitiva estoy dispuesto a escribir mi nueva historia”.

Mi celular me interrumpe y dejo a un lado mi libreta, observo la pantalla y una sonrisa se pinta en mis labios al ver que es Jordyn llamándome.

—Hola.—murmuro con tranquilidad.
—¡Justin! Joder, que bueno que contestas... Esto, mira, no puedo recordar la hora en la que quedamos.—puedo oír la vergüenza en su voz, me río entre dientes.
—A las nueve, pequeña despistada.—respondo con la sonrisa en mi rostro.
—¡Gracias al cielo!.—suspira con alivio.—Creí que era más temprano, puesto que ya son las ocho.

Controlo la hora en mi rejol rolex de oro, ciertamente son las ocho con tres minutos. Mierda en un rato mas tendremos que encontrarnos en una cita. Nuestra primera cita oficial, joder estoy tan malditamente nervioso, mis manos comenzaron a sudar asquerosamente y tuve que ir a refrescarme el rostro, me miro en el espejo y puedo ver mis ojos brillando ligeramente por la emoción que me causa tener esta salida con la chica que me gusta.

Salgo de mi habitación y bajo a la sala para tratar de relajarme un poco más antes de salir hacia The Nice Guy, concurrido pero era una buena opción y tenemos un lugar reservado solo para nosotros dos.

—Hey Bieber.—saluda Khalil. Tienen la costumbre de entrar y no saludar.
—Hey.—respondo algo incomodo, sus ojos irritados me observan con burla.
—¿Vas a salir?.—pregunta.
—Sip.—me dejo caer junto a él en el sofá y tomo el mando para cambiar de canal.
—¿Con alguna chica buenota?.—me codea ligeramente.

Ugh, ruedo los ojos con fastidio una vez mas estoy preguntándome porqué tengo amigos tan jodidamente huecos. Pero no le digo nada, lo último que quiero es armar una pelea y conociendo a Khalil es lo primero que voy a obtener.

—Con mi próxima novia, de hecho.—respondo con indiferencia.

Él se endereza en el sofá y me observa con los ojos bien abiertos como si acabara de vomitarle la biblia al diablo. Le observo con burla ahora y me levanto para buscar mi billetera y mis lentes oscuros para completar mi conjunto.

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora