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El regalo de Jordyn era el principal bajo el árbol, la cena estaba al cargo de Alfredo así que no me preocupaba demasiado por eso. La emoción burbujeaba dentro de mi tan fuerte que me mantenía correteando por todos lados, alrededor de mis amigos y molestando a mis mánagers.

Me encantaban las fiestas, si bien ya no es lo mismo que antes, me refiero, sin mi mamá, sin mis abuelos, por cosas de la vida y bueno, está bien para mi porqué ahora tengo gente nueva y tengo a mi novia que me ama sobre todas las cosas.

Mi primera navidad con Jordyn, joder quiero gritar y contárselo a todo el mundo. Aunque bueno, literalmente todo el mundo lo sabe.

—¡Deja de tocar mi cabello!.—gruñe Allison. Oops.
Le hago un puchero y me arrojo sobre sus piernas, le miro con atención y entonces le pincho la nariz con suavidad.

—Estoy muy feliz Ally.—confieso con una sonrisa tonta, ella me enarca una ceja.
—Eso lo puedo notar Justin, pero por el amor del bebé Jesús, deja de molestar.—me empuja de su regazo y caigo de culo al suelo.—No podemos trabajar de ti.
—¡Ni siquiera estas haciendo nada!.—le acuso.

Bufa y señala hacía una esquina de la sala principal, oh, su pequeño bebé estaba allí dentro de una jaula. Bueno, de aquellas jaulas para niños, amo a los niños.

Siento mis ojos brillar y me arrastro a través del suelo hasta llegar al pequeño bebé y le hago una cara graciosa.

—¡No le hagas llorar que después no puedo hacer que deje de hacerlo!.—advierte Allison, le miro ofendido.
—Me dueles.—le digo.—Vamos bebé, tu madre es una mala mujer.

Allison se ríe y yo camino lejos de ella con el bebé en brazos, sacudo la cabeza divertido, quizás sea cierto y yo no tenga solución. Tengo 20 años por Dios y yo solo quiero jugar con un bebé.

Me siento en la alfombra afelpada de mi habitación, esa alfombra que a Jordyn tanto le había gustado y sí, la compré. Pero me gustaba, bueno no realmente pero a ella sí y eso era todo lo que importaba.

Al parecer al bebé también le gusta porque comenzó a gatear sobre ella y a soltar adorables risitas, golpeaba con sus manos el material y volvía a reír.

(...)

Ya estaba listo, mi cabello estaba bien peinado y fijo en punta, mi traje de navidad era azul y me gustaba bastante -Jordyn lo eligió- siempre me gustan los outfits que ella escoge, tiene estilo.

Mi estómago se apretaba en anticipación, quería que Jordyn llegara ya y poder besarla bajo el muérdago. Dios, que asqueroso romántico me siento a veces.

—¿Justin?.—Scooter entra a mi habitación y me sonríe.—Veo que te pusiste traje, esto es nuevo.
—No me jodas, a Jordyn le gusta.—respondo tímidamente.
—Ugh, te pego duro realmente.—se ríe y yo le sonrío.—¿Sus padres van a venir?.

Frunzo el ceño un poco, ella no me dijo nada de eso. Quedamos en que ella iba a pasar la navidad aquí y que Kelsey iba a pasar a saludar después.

—No lo sé, pero creo que sus padres tienen una cena de negocios y todo eso.—pienso un poco más, ella no me ha dicho nada al respecto realmente.—No estoy seguro pero da igual, no son demasiado importantes.
—Son sus padres ¿como no va a querer pasar tiempo con ella? Y más en navidad.—Scoot frunce el ceño y sale del cuarto antes de que pueda responderle.

Me encojo de hombros y me miro en el espejo de nuevo, usar traje no es lo mío pero bueno, es lo que hay.

Si supieras que me tienes en tus manos Jordyn...—susurro con una sonrisita estúpida.

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora