Capítulo 1

259 13 0
                                    

4 años después:

Tenía 6 años, ya era Navidad y aún no entendía el porque después de tanto tiempo seguíamos en aquel lugar.

— ¿Ya sabes que quieres para esta navidad? —me preguntó mi hermano sentándose junto a mí.

— Si, ya se lo que quiero para esta Navidad —respondí con una sonrisa.

— ¿Y que es lo que quieres? —preguntó con interés.

— ¡Quiero un hogar con una familia! —exclamé emocionada.

— A mí también me gustaría tener un hogar y una familia que nos cuide y que nos quiera.

Dijo y pude notar la tristeza en su rostro.

— Te quiero hermano —me acerqué a él quien se volvió para verme.

— Yo también te quiero mucho y siempre te voy a cuidar. Te lo prometo.

(...)

Día de Navidad:

— ¡Vamos a ver los regalos! —gritó hermano muy contento.

— Vamos.

Respondí y ambos nos dirigimos rápidamente al árbol de Navidad en el cual ya habían varios regalos. Sentí una fuerte emoción al verlos.

— Aquí hay un regalo para ti —me entregó una muñeca de enormes ojos de botones.

— Que linda muñeca —sonreí forzosamente con falta de entusiasmo.

Claramente no era lo que yo esperaba, pero aún así, me dió gusto tener un regalo en Navidad.

— ¿Que te pasa? —me preguntó confundido al ver como mi emoción de hace un rato se había esfumado.

— Nada —mentí y suspiré.

— No te pongas triste. Ya verás que muy pronto todo va a cambiar —me abrazó.

— Voy al cuarto a jugar con mi muñeca —le dije aún sin entusiasmo alguno.

— Vamos, te acompaño.

Ambos nos dirigimos al cuarto y nos pusimos a jugar con nuestros nuevos juguetes. Al cabo de un rato, se escuchó a alguien tocar a la puerta principal del hogar. No alcanzamos a ver de quién se trataba, pues nosotros aún nos encontrábamos en el cuarto. Aunque rápidamente supimos que se trataba de una mujer por la voz femenina que se lograba escuchar a lo lejos.

Buenos días. Mi nombre es Isabel Bustamante —dijo aquella mujer.

Buenos días —escuché decir a la encargada del hogar.

Me envía la agencia de niños y familia.

Pase a la oficina.

Se dejaron de escuchar las voces y luego de un largo rato:

— ¡Alisson, Steven! ¡Vengan un momento!

Gritó la señora Norma, encargada del hogar.

— ¿Que tienes? —preguntó Steven confundido.

— Estoy asustada —respondí.

— No tienes porqué estar asustada.

Tomó mi mano y ambos nos dirigimos a la oficina donde se encontraba Norma junto a una mujer de cabello negro.

— Ella es la señora Isabel Bustamante. Esta aquí porque está muy interesada en adoptarlos —nos dijo.

— Al fin se cumple mi sueño —exclamé.

Aquella emoción que se había esfumado, había vuelto a mí de nuevo.

— Tienes razón, Alison —me dijo mi hermano con una amplia sonrisa.

Él, al igual que yo, estaba feliz y muy emocionado. Podía notarlo.

— Bueno, bueno... vallan a preparar sus cosas porque mañana temprano vienen a buscarlos.

Tendré una familia y un hogar. ¡Al fin!

De un sueño a la Realidad(editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora