No vi a Lourdes en la escuela en todo el día, el timbre sonó indicando que ya era la hora de salida, así que me reuní con mis compañeros.
— Alison, tenemos algo pendiente, ¿podemos hablar unos minutos? —me detuvo Verónica.
— Sí, vamos a la plaza, necesito desahogarme.
Llegamos a la plaza y nos sentamos junto a una fuente a platicar un rato. Luego de platicar con Verónica me fui para mi casa, todavía pensaba en la traición de Lourdes y Peter, sabía que algo pasaba entre ellos, aunque ellos lo negaran.
Con tantas traiciones que había pasado en mi vida, ya no podía confiar en nadie.
Pasaron los días y las cosas con Peter habían cambiado, él seguía buscándome, pero tanto mi familia como la suya se oponían a nuestra relación. Ya nuestros encuentros no eran tan frecuentes porque mi hermano Steven vigilaba cada paso que yo daba, teníamos que vernos a escondidas y siempre era a la salida de la escuela.
Un día al salir de la escuela no vi a Peter en la salida, no estaba allí esperándome como todos los días, pero no le di mucha importancia, pensé que tal vez estaba ocupado en algo. Pasaron varios días y seguía sin ver a Peter, no sabía nada de él, y eso comenzaba a preocuparme. Era viernes y al salir de clases me encontré a Carlos en la salida. Carlos es el mejor amigo de Peter.
— Hola, Alison —me saludó.
— Hola. Que extraño verte aquí.
— Necesito decirte algo muy importante.
— ¿Pasa algo con Peter?
— Si. Peter...
— ¿Qué le pasó a Peter? —lo interrumpí muy nerviosa.
Algo dentro de mí me decía que la "visita" de Carlos no era sólo por cortesía, había algo más y no era bueno.
— Hoy en la mañana, Peter y su madre tuvieron una discusión muy fuerte, yo no se que pasó, pero Peter... se quitó la vida —me dijo mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.
— ¿Dónde esta? Quiero verlo.
— Ya se llevaron el cuerpo.
Sentí que parte de mí había muerto en ese instante. Sentía como el alma se me desgarraba. Estallé en llanto y sin pensar en nada más le pedí a Carlos que me llevara a mi casa para prepararme para el velorio de Peter.
— Te aviso cuando traigan el cuerpo de Peter —me dijo de camino a mi casa.
Llegué a casa bañada en lágrimas y gran parte de mi corazón destrozado, corrí para la habitación casi sin fuerzas.
— Alison, ¿qué te pasa? ¿por qué vienes así? —me preguntó Juli preocupada al verme.
De mis labios no salían palabras, era tan grande el dolor que mis labios temblaban sin dejarme articular palabra alguna.
— ¡Mamá! —gritaba Juli.
— ¿Que pasa, Juli?
— Algo pasa con Alison, mira como llegó de la escuela.
— Alison, ¿que tienes? —preguntó mi madre.
— Peter, mamá, Peter...
— ¿Qué te hizo Peter?
— Nada, mamá. Peter no me hizo nada.
— Algo te hizo Peter, de lo contrario no estarías así, pero ese chico me va a escuchar.
— Mamá, Peter se quitó la vida —solté.
— Disculpa, hija yo no sabía nada. Pensé que se trataba de otra cosa, pero jamás imaginé que era eso.
— Yo no se que decir. Jamás pensé que Peter hiciera algo así —dijo Juli sorprendida.
— ¿Cómo pasó eso? —preguntó mi madre.
— No sé, mamá —le dije triste.
— ¿Donde lo tienen? — pregunta Juli.
— Todavía no han traído el cuerpo, pero Carlos me dijo que lo velarán en la casa de la madre de Peter, que me avisará cuando lleven el cuerpo.
— Lo lamento tanto, hija —Dice mi madre quién me abraza.
En ese momento no pensaba en todas las discusiones que había tenido con mi madre por andar con Peter, sólo quería verlo por última vez. A partir de ese momento mi vida no sería igual, el dolor de haber perdido a Peter era tan grande que me desgarraba el alma.
—Alisson, sólo recuerda que en la vida se ríe, pero también se llora. Se disfruta pero también se sufre. Nunca olvides que la vida trae sorpresas, aunque en ocasiones esas sorpresas nos hagan derramar lágrimas. — Dice mi madre abrazándose y dándome un beso en la frente.
— La vida no es justa mamá.
— Así es la vida hija.
— Perdón, hermana por todas las cosas malas que he dicho. — Habla Juli.
— No te preocupes Juli, entre hermanas siempre existen diferencias.
— Bueno Alison, te dejo para que te prepares para el velorio de Peter. Tu hermana y yo vamos contigo, no te dejaremos sola en esto. — Dice mi madre saliendo de la habitación.
Jamás pensé que algo así sucedería.
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De un sueño a la Realidad(editando)
Fiksi UmumA lo largo de nuestras vidas, siempre vivimos de sueños esperando que se hagan realidad. Pero logramos despertar y abrir los ojos y es ahí cuando nos damos cuenta de que la realidad es otra, la cual tenemos que enfrentar día a día. Pero... ¿Que pasa...