La pared frontal de la casa se derrumbó llevando consigo parte del techo, pero esto no logró sofocar las llamas, al contrario, el fuego ardió con más intensidad. Castiel se levantó sin importar que su cuerpo doliera, intentó correr hacia el interior de su casa pero algo se lo impedía.
–¡Suéltame Lysandro!– le gritó forcejeando.
–No cometas una locura Castiel, los bomberos llegarán pronto– le dijo el chico de cabello blanco intentando retenerlo.
–¡Ella está ahí adentro! ¡¿No entiendes?! ¡Tengo que sacarla!
–No podrás, solo arriesgarás tu vida, déjaselo a los profesionales.
–¡Yo la llevé conmigo! ¡Yo soy responsable por ella!– intentaba convencerlo forcejeando, pero su amigo tenía más fuerza de la que parecía.
–¡No te dejaré entrar ahí!– exclamó Lysandro mirándolo a los ojos con una firmeza que jamás le había visto.
Él dejó de forcejear, se quedó allí de pie viendo la casa, era un infierno, un verdadero infierno de fuego.
–Tal vez escapó antes...– pensó mirando alrededor a la gente reunida, ya se podía escuchar las sirenas a lo lejos –Tal vez esté planeando robarle a todas estas personas mientras están distraídas– apretó sus puños con fuerza –. Tal vez esté esperando robarse una ambulancia y atropellarlos a todos con ella.
Sólo era una ilusión... era una fantasía... eso no era lo que estaba pasando realmente, él lo sabía, sus nudillos blancos y la sangre en sus palmas, heridas por su misma fuerza, lo demostraban, sus ojos húmedos miraban fijamente la casa esperando verla salir de allí.
Sabía que no pasaría... pero aún así lo esperaba...
El camión de bomberos llegó, unas personas informaron que aún había alguien dentro por lo que un par de hombres entraron a la casa mientras los demás luchaban por apagar el fuego. La ambulancia llegó unos segundos después, los para-médicos intentaron atender a ambos chicos, pero Castiel aprovechó la leve distracción de Lysandro y los bomberos para correr a la casa y entrar antes que nadie tuviera tiempo de impedírselo.
No se fijó en las ruinas de lo que antes fue una casa... su casa. Entró cubriéndose la boca con la manga intentando evitar inhalar el humo, el incendio estaba bastante controlado, y la casa era pequeña, así que no tardó en encontrar al par de bomberos levantando una pesada viga que cayó sobre ella.
Se quedó estático viéndola, su cuerpo allí tendido en el suelo, aplastado por esa pared, demasiado inmóvil, demasiado callada para ser ella que hasta dormida le hacía zancadillas cuando pasaba a su lado, o balbuceaba cosas acerca de exterminación mundial valiéndose únicamente de navajas oxidadas. Pero ahora estaba quieta... como muerta... en ese momento supo que jamás podría quitarse esa imagen de la mente.
Estaba cerca de una ventana, por lo que era fácil presumir que intentó escapar, y lo hubiera logrado si el techo no hubiera caído... ella permaneció varios minutos en medio de ese infierno de fuego, inhalando ese humo, podía imaginar la desesperación, el dolor, el miedo que sintió, quería gritar de frustración e impotencia, pero no servía de nada, eso no la despertaría.
Los bomberos lograron levantar la pesadísima viga, uno de ellos cargó el inerte cuerpo de Rodolfa sobre su hombro, el otro se asombró al ver a ese muchacho allí detrás de ellos. Castiel se dejó arrastrar fuera por el bombero, sin voluntad alguna...
Lysandro llevó a Demonio y Paco a su casa, hubiera querido llevar a Castiel también pero éste ya había subido a la ambulancia en la cual la atendían, no hubo forma de hacerle entender que nada podía hacer por ella, que necesitaba cuidarse y descansar.
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CDM: Cada día es malo
FanfictionCDM al igual que el juego Amour Sucré, trata de los acontecimientos vividos por una jovencita que entra a estudiar al instituto Sweet Amoris. Solo que esta chica de nombre Rodolfa, está completamente loca, y alterará la vida de todos allí. Nuestros...