–¡Señorita Ponzoñosa! ¡¿Qué significa esto?!– apareció frente a ella la directora completamente furiosa.
–¡Mire, quedó muy lindo!– exclamó Rodolfa, tomándola de la mano y llevándola hasta una de las cientos de fotos que había pegadas en el pasillo.
Le enseñó con orgullo la fotografía donde posaba abrazando a un claramente consternado Nathaniel disfrazado de pitufo, la cual Castiel había tomado al igual que las demás, durante la tarde del día anterior.
–¡¿Usted pegó estas fotos en mi inmaculado pasillo?!– Rodolfa asintió –¡Ese es el delegado general! ¡¿Usted le hizo eso?!
–¡Si! ¡Se ve hermoso!
–¿Hermoso?– la miró casi con miedo –Oh cielos esta chica si está muy mal– pensó observando las demás fotos, una en particular en la cual ella estaba a caballito del pobre Nathaniel quien lloraba probablemente de impotencia –¡¿Cómo pudo someter usted sola a un muchacho fuerte como el joven Nahaniel?! ¿Tuvo ayuda de alguien?– Rodolfa estuvo a punto de responder pero la directora continuó hablando sin prestarle atención –¡Los implicados tendrán graves problemas! ¡No toleraré una falta así a la autoridad!
–¿Graves problemas?
–¡Así es! ¡Usted y quien quiera que la haya ayudado lo lamentarán! ¡Ahora dígame quien fue su cómplice!
–¿Mi cómplice?
–¡Exacto, quiero su nombre!
–¿Su nombre?
–¡Dígame su nombre ya!
–¡Su nombre ya!
–¡Señorita! ¡¿Me está tomando el pelo?!
Ella le miró el cabello –¿Se toma? ¿Es rico?
–¡Basta! ¡Está a un paso de que vuelva a expulsarla! ¡Así que compórtese! ¡Ahora mismo quitará todas esas fotografías del pasillo y después de eso irá inmediatamente con el psicólogo del instituto mientras pienso un castigo para usted!
–¿Aquí hay psicólogo?
–¡Claro que si! Aunque claro hubieron unos recortes de personal y el señor Farrés trabaja unas horas como psicólogo, así que vaya con él en cuanto termine de ordenar esto, luego venga a verme a la dirección para que le de su castigo– ordenó y se marchó.
–Con lo lindas que quedaron...–murmuró Rodolfa mirando las fotos con tristeza.
Farrés estaba llenando unos expedientes en la oficina del psicólogo cuando alguien golpeó la puerta.
–Adelante.
–¡Hola!– saludó Rodolfa entrando de buen humor y sentándose en la silla destinada a los pacientes.
–¡Rodolfa! ¡Que sorpresa verte por aquí! Nunca habías venido...– comentó dejando a un lado los papeles.
–A mi también me sorprende que aún no me hubieran enviado, en los demás institutos me enviaban el primer día– respondió ella mirando el lugar –. Todas estas oficinas son iguales...
–En cualquier caso, ¿qué te trae por aquí?– preguntó él algo nervioso ya que lidiar con asuntos amorosos de estudiantes que sólo necesitaban a alguien que los escuchara era una cosa, pero inmiscuirse en la psique de una chica con verdaderos problemas era demasiado para alguien sin formación alguna en psicología.
–La directora me mandó, después tengo que ir a que me de un castigo.
–¿Un castigo por qué, qué pasó esta vez?
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CDM: Cada día es malo
Hayran KurguCDM al igual que el juego Amour Sucré, trata de los acontecimientos vividos por una jovencita que entra a estudiar al instituto Sweet Amoris. Solo que esta chica de nombre Rodolfa, está completamente loca, y alterará la vida de todos allí. Nuestros...