Abrió sus ojos apenas, algo le impedía abrirlos más, todo su cuerpo dolía, en especial su rostro, era casi tan intenso como el dolor que sintió al despertar luego del incendio. Se sentó lo más ágil-mente que su estado le permitió, de inmediato escuchó ese grito que siempre tan familiar.
–¡No tan rápido idiota!– la regañó el masoquista –¡Si te mareas y te caes tendré que cargarte hasta la casa!
–¿Gané?– le preguntó ella intentando sonreír.
–¿Tú que crees?
–¡Que si!
–Esto parece un deja vú...– murmuró algo cansado –No, no ganaste, ni siquiera le atinaste un golpe.
–¡Fue divertido!
–Tuviste suerte, creí que te tiraría un par de dientes, habría pagado por verte de esa forma– comentó divertido, en cierta forma aliviado por verla consciente.
–¡Jaja si!– asintió ella.
–¿Te duele mucho el rostro? Lo tienes muy hinchado...
–Si, duele—asintió bajándose de la camilla –Me voy, Paco y Demonio deben estar aburridos en la casa.
–Es increíble que puedas caminar... ¿De qué estás hecha?– preguntó él poniéndose de pie y saliendo con ella de la enfermería.
–De...– comenzó a decir antes de chocar de frente con los casilleros.
–¡Idiota! ¡¿Quieres terminar de matarte?!– la tomó del brazo –¡¿Es que no ves por donde vas?!
–No, no veo– negó –Apenas veo unos bultos, pero no distingo nada...
Tampoco pudo ver la expresión de horror de Castiel –Espero que no te haya afectado permanentemente la visión... cuando lleguemos a la casa te pondré hielo para que baje esa hinchazón, si luego sigues sin ver bien entonces te llevaré con un médico.
–¿Lleguemos?– preguntó dejándose conducir por él que la llevaba tomada del brazo alejándola de todo con lo que pudiera golpearse.
–Si, lleguemos... decidí que hoy mismo regreso a la casa– le informó mirándola con atención.
Nunca sabría qué significó esa mueca exagerada que hizo, pero estaba casi seguro de que estaba sonriendo, casi podía sentir su felicidad, felicidad por volver a torturarlo, a no dejarlo dormir o comer en paz, por verlo temer por su vida a cada instante... pero felicidad al fin.
–¡Quédate ahí quieta! ¡No te muevas!– le dijo ya en la casa dejándola acostada en la cama que ella "consiguió".
–Esta es tu cama yo duermo allá– dijo señalando una pared que nada tenía que ver con su lecho, mientras se levantaba.
–¡Hoy dormirás en mi cama o traigo al payaso!
–¡No!¡ Al payaso no!– exclamó acostándose y tapándose hasta la cabeza.
–No dejes que se levante– le indicó a Demonio y salió a comprar hielo.
–Te ves terrible...– comentó Lysandro al verlo en el pasillo durante un receso caminando como un zombie sin recordar a donde pretendía ir.
–No dormí por cuidar al diablillo...– explicó luego de un sonoro bostezo –Es como estar a cargo de una niña de cinco años...
–¡El demonio absorbió toda tu energía vital!– exclamó al verla pasar llena de vitalidad asustando a todos con su horrible rostro deforme.
–Ella tampoco durmió, se veía muy adolorida, aunque nunca se quejó... o tal vez estaba riéndose, ahora que no distingo su expresión la entiendo aún menos que antes... pero al menos parece que ya puede ver normalmente.

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CDM: Cada día es malo
FanficCDM al igual que el juego Amour Sucré, trata de los acontecimientos vividos por una jovencita que entra a estudiar al instituto Sweet Amoris. Solo que esta chica de nombre Rodolfa, está completamente loca, y alterará la vida de todos allí. Nuestros...