La poca esperanza que había sobrevivido durante el periodo escolar se desvaneció a la 1:00. No llegó, ni siquiera se había asomado a mis salones y eso confirmaba mi teoría. Había sido plantada.
Mientras bajaba las escaleras con todo y mis mariposas muertas de tristeza miré a Sebastián recargado en las escaleras. Esto comenzaba a ser extraño, ni siquiera en la preparatoria me buscaba con tanto empeño.
-Estas vigilándome-aseguré mientras me ponía frente a él- No te basta con tenerme en el departamento también quieres que estemos juntos aquí.
-Claro que no-dijo mientras reía.
-Has venido dos veces en el día-dije mientras miraba hacía donde él veía. No estaba ahí por mi o porqué quisiera ver que había sobrevivido a mi día. Él estaba observando a una chica-¿Por qué miras a Emilia?
Sebastián me miró sorprendido. No era muy difícil saber que la miraba a ella porque era la única mujer en su campo de visión. Emilia era una chica no muy alta,de cabello castaño hasta los hombros y totalmente lacio. Estaba conmigo en 2 clases y era muy inteligente. Pero para mí tenía un serio problema,nunca paraba de hablar.
-¿La conoces?-preguntó asombrado mirándome a mí.
-Va conmigo en unas clases -dije sin prestar mayor importancia a su sorpresa- No somos amigas.
-Pídele su teléfono.
-Pídeselo tú.
-Va a creer que la acosó-dijo mientras regresaba su mirada a ella.
-¿Y no?-dije mientras cruzaba los brazos
Yo entendía perfectamente porque los chicos la miraban. Era muy bonita e irradiaba confianza. Eso me ponía en contraste, ¿Por qué Grant me había hablado a mi y no a ella?
-No. Solamente me pareció bonita y quiero ver si es tan agradable como parece-dijo mientras jugaba con sus manos-Anda pídele el teléfono y te deberé una.
-Ya me debes un café- le recordé.
-Voy a dejarte la tele una semana- dijo tratando de iniciar una negociación.
-Trato.
Puse mis ojos en blanco sabiendo que iba a tener que hacer uso de mis pocas habilidades de socialización y me dirigí hacía ella. Pude escuchar el estruendo de su risa mucho antes de estar cerca de ella y me contuve para no regresar con Sebastián. Junto a ella estaba una muchacha que no era de mi grupo, parecía más mayor que nosotras y lucía igual de sociable que ella.
-Emilia- dije mientras me acercaba un poco más a ella para que pudiera escucharme por encima del ruido de fondo.
-Hola-dijo mientras se acercaba en un gesto amable para besarme en la mejilla-¿Qué pasa?
Me quedé sorprendida por su amabilidad. No parecía una mala persona pero no me conocía. Las chicas que lucen como ella en la preparatoria generalmente son groseras.
-Ahm-dije en voz baja-Voltea a la escalera discretamente.
Emilia dió una media vuelta y comenzó a examinar a todos los que estaban ahí parados.
-¿Qué tengo que ver?-preguntó extrañada mientras se levantaba de puntas para poder ver con detenimiento.
-Al chico de playera color negra con una mochila roja- dije sin mucha emoción, trataba de evitar que Sebastián se diera cuenta que lo estaba delatando.
-Ya lo vi-asintió mientras sonreía.
-¿Saldrías con él?-pregunté seria. No quería que ninguno de los dos perdiera el tiempo y además odiaba haberme metido en esto por Sebastián.