| 26 | Saliendo

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Durante el trayecto a mi departamento Grant me miraba y sonreía, pero no me preguntaba nada y lo agradecía. Yo trataba de apartar mi mirada porqué él me ponía nerviosa, no de una forma molesta, si no que sentía que algo dentro de mí se derretía cada vez que él me miraba. Y además, tenía cosas más importantes de que preocuparme en ese momento.

Cuando llegamos, Grant estacionó el carro enfrente del portón rojo del departamento. No dijo nada, por un momento pensé que me seguiría.

-¿Me esperas?-pregunté mientras me desabrochaba el cinturón de seguridad.

-Te espero, no quiero causar un problema.-Además,no creo que tardes mucho.

Asentí y bajé del carro e hice todo el recorrido que habitualmente hacía para llegar al departamento. Abrí la puerta del departamento y encontré todo apagado, no había señales de que alguien hubiera estado ahí, caminé rápidamente a mi cuarto y tomé mi mochila y ropa para la comida con mis papas. Salí y cerré con llave, recorrí otra vez el mismo camino y llegué al carro con Grant. Subí y me puse el cinturón de seguridad, mi cara era de seriedad y Grant la notó.

-Vámonos-dije mirándolo

Grant arrancó el carro sin preguntar nada. Mi molestía que estaba sepultada muy dentro de mí comenzó a salir. Estaba enojada, y no quería ver a Sebastián.

-¿Estás bien?- Grant preguntó interrumpiendo el tenso silencio.

-No había nadie en la casa-respondí mirándolo. Estaba casi segura que tenía mis mejillas sonrojadas, y no eran por él.

Grant se quedó callado. Él sabía que sus siguientes palabras serían importantes y las pensó con cuidado antes de decirlas.

-Tal vez se fue solo hoy.

Alcé los hombros, si ese era el caso no cambiaba en nada nuestra dinámica. Debió de haberme avisado, un mensaje no le costaba nada.

-Tal vez-aseguré queriendo evitar el tema por el resto de nuestro recorrido.

- - - - - - - - - -

El centro comercial donde vería a mis papás estaba a casi una hora de la casa de Grant. Cuando llegamos noté con detenimiento lo bien que se había arreglado, llevaba una camisa azul y un pantalón de mezclilla y a pesar de llevar unos converse negros, nada le quitaba lo bien que se veía y lo bien que olía. Ese olor a perfume varonil, con toques de madera y loción de afeitar.

Caminamos hacía el área de comida y comencé a sentirme nerviosa, genuinamente nerviosa y no de una manera bonita. Sabía que no podía esconder el hecho de que Grant y yo éramos novios y tenía que ser honesta, tampoco quería esconderlo. No sabía que reacción podrían tener mis papás y me preocupaba que la primera impresión de Grant sobre ellos no fuera tan buena. Caminamos hacía un pequeño restaurante y noté a mis papás sentados tomando un jugo y riendo como dos novios recién casados. No había marcha atrás, iba a presentarles a mi novio.

La mesera nos llevó hasta donde estaban mis padres, cuando me vieron sonrieron de una forma en la que nunca los había visto sonreír. No sabía si estaban felices, preocupados o a punto de golpear a Grant.

-Hija-habló mi papá mientras se levantaba de la silla para darme un abrazo. Me acerqué a mi él y lo abracé.

-Hola pa-dije sonriendo mientras respondía a su abrazo-Él es Grant.No sabía si dar más información sobre él, para mí darles su nombre ya era bastante por ese momento.

Mi papá y Grant se dieron la mano de una forma muy rara y mi mamá me sonrió mientras se acercaba a mi papá. Grant se acercó a mi mamá y le estiró la mano de la misma forma, mi mamá en realidad se veía muy emocionada y por un momento pensé que le iba a dar un abrazo.

Dieciocho  (Grant Gustin y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora