| 25 | Fines

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Después de haber ido a la tienda de ropa recorrimos dos tiendas más.Compré una playera y un pantalón y él compró un videojuego. Era extraño estar con él, se sentía muy natural hablar con él. Los dos nos reíamos de las mismas cosas tontas y además podíamos hablar por horas. Jamás había tenido esa sensación con nadie y me asustaba que las cosas estuvieran yendo tan bien en tan poco tiempo.

Cuando llegamos a su departamento los dos nos sentamos en el sillón y él se quitó sus tenis.Lo mire sonriendo y asintió como si supiera que le estaba pidiendo permiso para hacer lo mismo.

-No lo haré hasta que me digas que planeabas en el centro comercial-aseguré mientras me giraba para quedar frente a él. Grant dejó caer su peso en el brazo del sillón y me miró serio.

-Quiero que dejes aquí esas cosas.

Espera ¿Quė?

-No te entiendo.

-Creo que sí lo entiendes. Quiero que sigas viniendo,me gusta estar contigo y quiero que te quedes aquí los fines de semana.

-Estas jugando ¿Verdad?-pregunte seria. Una cosa era darme asilo de emergencia un fin de semana pero era completamente distinto apropiarme de su espacio los fines de semana.

-No-Me miro serio, no había risas ni bromas ocultas en su propuesta.Y su mirada, como si pudiera darme tranquilidad sobre el remolino que se estaba formando en mi cabeza.-Te lo estoy diciendo enserio,quiero que cada vez que vengas puedas quedarte sin preocupaciones y sentirte bien aquí.

-Vas a secuestrarme-sonreí asintiendo. No encontraba otra explicación lógica para que él quisiera pasar tanto tiempo conmigo.

-No vas a salir de aquí nunca-dijo mientras se inclinaba hacía mí y me tomaba de la cintura para hacerme cosquillas.

-Grant-reí mientras negaba y trataba de detener sus manos-Para-seguí riendo y Grant se detuvo.

-¿Puedes hacerme un favor antes de que me secuestres?-pregunté nerviosa, él asintió dispuesto a escucharme.

-¿Me llevas al departamento?-pregunté apenada. No quería que pensara que estaba con él porque me era conveniente.

-Si-Respondió sin vacilar-¿Te hace falta algo?-preguntó mientras volvía a ponerse los tenis.

-Quiero revisar que esté todo en orden, y quiero traer ropa para la comida con mis papás.

-Como ordene la señorita-Sonrió mientras se levantaba del asiento y me estiraba la mano para ayudarme a levantar. Tomé su mano y me acerqué a él.

-Gracias-lo bese en la mejilla mientras él cerraba sus ojos con mi contacto.

Una vez más, ¿Por qué debía de esconderlo?

Dieciocho  (Grant Gustin y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora