Cuando llegamos a la explanada de la facultad sentí una gélida corriente de aire rozando mis mejillas. El día había amanecido más frío de lo normal y comencé a castañear los dientes, traté de tomar más rápido mi café para que no perdiera su efectividad.
-Deberíamos caminar más rápido-dijo Grant mientras reía y comenzaba a mover los hombros en gesto de sacudir el frío. Se veía bastante adorable .
Me divertí por su acción y comenzamos a caminar. De nuevo el tema de su altura salió a relucir. Por cada paso que él daba yo tenía que dar dos y él me miraba con una mirada tierna como si le diera vergüenza hacerme caminar más rápido.
-¿Qué te preocupa?-preguntó mientras seguíamos nuestro camino y me preguntaba cómo un chico como él podía no tener novia.
-La escuela, básicamente.
-Eso ni siquiera es específico.- dijo sorprendido- Y apenas estás en lo primero, trata de calmarte. Si te preocupas no harás nada y sólo te estresaras. Hay gente que ha renunciado en el primer semestre por el estrés cuándo solo es que te organices.
Asentí aceptando que tenía razón, esa era mi debilidad. Me costaba mucho trabajo ser organizada y tenía la mala costumbre de dejar las cosas a última hora siempre.
-En futuras ocasiones, te propongo que hagamos tarea juntos ¿Te parece?
-No quiero ser una molestía en tus sesiones avanzadas de cálculo-dije torciendo mi sonrisa- Tienes mejores cosas que hacer que ayudar a alguien de primero a estudiar diferenciales.
Me solté de su brazo para poder quedar frente a él. Me di cuenta muy cerca no podía ver su cara percibí nuevamente su olor, ahora mezclado con café.
-Para nada-dijo mientras subíamos unos escalones del corredor-Mientras tu haces lo tuyo, yo hago lo mío y así podemos vernos un rato más con un buen pretexto.
Sonreí internamente. Él realmente quería compartir tiempo conmigo. Cuando llegamos a mi salón, Grant se recargó en la pared y le dió el último sorbo al café, el mío también estaba por acabarse así que lo acompañe en su acción.
-Si no te molesta, y obviamente si quieres. Puedo verte aquí cuando termines tu clase.-murmuró mientras quebraba el vaso de unicel.
-¿Porqué me pides permiso?-pregunté extrañada- No es como si estuvieras haciendo ilegal
El río y por primera vez en todos nuestros intercambios se sonrojó. Con ese nuevo color sus mejillas parecían más blancas y los hoyuelos se marcaban más.
-Tal vez es bastante apresurado- el vaso de unicel bailaba entre sus manos reflejando su nerviosismo.Estaba mirando a todos lados menos en mi dirección.- Y tal vez no te guste.
-Si me gusta-reí mientras tomaba mi vaso de unicel y lo quebraba igual que él.
Grant regresó su mirada hacía mi y dió un paso adelante quedando frente a mí. La distancia entre los dos se redujo a nada, mis manos chocaron con su pecho y sentí como mi piel se erizaba. No me tocó, ni siquiera hubo esa necesidad, pero logró hacer que todo en mi se sacudiera.
¿Era algo que él hacía frecuentemente? Hablar con chicas menores y hacerlas estremecer solo con verlas era tal vez parte de su currículum. No estaba dispuesta a averiguarlo, pero tampoco quería negar que comenzaba a gustarme.
Nuestras miradas se quedaron clavadas en los ojos del otro, como si hubiera necesidad de decir algo pero al mismo tiempo el silencio estuviera siendo parte de la conversación. ¿Quién querría huir de aquellos ojos?
-Ya me voy-susurró- Si no llegaré tarde a mi clase.
-Está bien-dije tratando de sonar calmada.- No queremos que pierdas el primer lugar de tu generación.
Grant río de mi chiste y miré como se agachaba un poco para poder acercarse a mi. Suspiró y el aire caliente que exhaló chocó contra mi oído.
-No te vayas sin mí-dijo mientras besaba mi mejilla.
-No me iré a ningún lado- respondí mientras me alejaba un poco de él para cortar la tensión. Grant me sonrió y lo vi caminar hacía las escaleras nuevamente. De pronto, recordé que en el mundo real existían más personas a parte de nosotros. Y qué todos nos habían visto.
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Dieciocho (Grant Gustin y _______)
Fiksi PenggemarPrimera parte de trilogía Dieciocho.