Cuando llegamos al centro comercial donde nos habían citado sus papás comencé a sentirme nerviosa. Y por fin entendí como se había sentido Grant con mis papás, yo esperaba que sus hermanas no pensarán que era demasiado callada y que confundieran eso con que estaba enojada o no quería ser dama. No era mi boda si no la de Majo y quería que ella se sintiera bien, si quería vestirme como un unicornio lo iba a aceptar por Grant y por ella.
-Amor-dijo Grant mientras me sacaba de mis pensamientos sobre los colores que podría usar, ¿Sería amarillo?
-Sí.
-Irás con mi mamá y mis hermanas a ver lo del vestido.Mi papá, Marcos y yo iremos a ver lo de los trajes-Grant dijo mientras jugaba con mi mano mientras entrelazaba sus dedos con los míos.-¿Te gustaría algún color del traje?
-Gris,sólo espero que combine con el vestido.
-Gris será-dijo besando mi frente-Le sacas una foto al vestido para verlo.
-Es de mala suerte- Dijo una voz femenina detrás de nosotros, giré y vi que Majo se acercaba a nosotros sonriendo.
-No al tuyo-Grant soltó mi mano para poder acercarse a su hermana y abrazarla- Al de ella tonta.
-De todos modos es de mala suerte pregúntale a mamá-La voz de Anna apareció detrás de Majo y él le mostró la lengua a su hermana en señal de desaprobación, Ana hizo lo mismo y los dos rieron.
Me reí por ver a mi novio convivir con sus hermanas. En esos momentos dudaba que él fuera un hombre adulto, pero después recordé que él era el mediano y todo cobró sentido. Grant me abrazó mientras sus hermanas me sonreían intentando disculparse por la actitud de su hermano.
-Espero esa foto.-Grant susurró en mi oído.Nos vemos en un rato, te amo. -terminó mientras besaba mi mejilla. Sus palabras hicieron que mi piel se erizara, me había dicho que me amaba frente a sus hermanas y ellas habían escuchado.
Me despegué de él y caminé junto a sus hermanas,me miró y le sonreí y giré mi mirada hacía dónde todas caminaban.
-Bien.-La mamá de Grant no dudo en acercarse a mí y abrazarme. Respondí a su abrazo con otro y ella se separó.- Nos acompañaras a recoger el vestido de Majo e iremos por los zapatos y todo lo demás que se necesita para una boda.
Asentí tratando de no demostrar mi nerviosismo, quería morirme. Comenzamos a caminar hasta que llegamos a una tienda de novias,entramos y su mamá se hizo cargo de inmediato del asunto.A las demás nos pasaron a una pequeña sala,Majo entró y después de cinco minutos salió en su vestido. Un vestido blanco de encaje corte sirena con muchas piedras y una pequeña cola que se arrastraba en el piso detrás de ella. Parecía realmente una sirena.
La miré por un momento y sonreí. Se veía hermosa, como si el vestido hubiera sido hecho para ella. De pronto su mamá comenzó a llorar y Anna también, y no se si fue la emoción pero sentí un nudo en el estómago. Nunca había participado en algo así y era muy emocionante, las bodas eran bonitas.
-¿Eso es un "me veo horrible''?-Majo preguntó comenzando a llorar.
Su mamá se levantó y la abrazó. Anna se levantó después y se unió a ese abrazo íntimo.Yo me quedé en mi lugar tratando de mantenerme tranquila pero su mamá se soltó del abrazo y me miró.
-Ven.-Dijo moviendo su mano invitándome a unirme.-Ya eres parte de esto también.
Sonreí y me levanté, me uní a su abrazo y sentí como se me salía una lágrima. Así se sentía casarse por amor y que toda tu familia lo supiera y lo celebrara. Cuando se terminó toda la emotividad nos soltamos y regresamos a nuestro lugar, Majo terminó de ver su vestido y pidió unos ajustes finales. Mientras todo lo relacionado con Majo terminaba su mamá nos llevó a mi y a Anna a ver los vestidos de las damas. Majo nos pidió únicamente que fueran del mismo color y que nos sintiéramos bien con el vestido,no había restricciones en ninguna otra cosa.
Anna y yo paseamos entre los anaqueles mostrándonos vestidos y decidiendo cuáles podrían ser dignos de nuestra atención. Las dos mirábamos el estante de vestidos color azul cuando ella interrumpió el silencio.
-Oye-dijo Anna-¿Puedo preguntarte algo?
-Dime.
-¿Te has acostado con mi hermano?-preguntó sonriendo curiosa.
Abrí los ojos y comencé a reír, todos parecían tener una obsesión bastante horrible sobre mi vida sexual y la de Grant.
-No, ni siquiera pensamos en eso. O por lo menos yo aún no pienso en eso.
-No lo tomes a mal-Anna sonrió tratando de quitar un poco la seriedad en su rostro.-Sé que ustedes están juntos los fines de semana y suponía que era normal. Grant no nos cuenta mucho sobre sus relaciones, pero ha sido raro los últimos días. Majo y yo creemos que está frustrado.
-No, Grant y yo hacemos tarea y vemos películas. A veces salimos a comer o jugamos videojuegos. Creo que él no piensa en eso, o no lo quiere.
-¿Cómo sabes que mi hermano no quiere acostarse contigo?¿Ya te lo dijo?-Preguntó sonriendo como si ella supiera algo que yo no.-Majo y yo tenemos nuestras teorías.
Tenía un muy buen punto esta mujer, y además parecía que todos tenían suposiciones sobre nosotros.