| 18 | Atención

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Cuando todos mis compañeros se quedaron callados mientras caminaba por el pasillo, supe que no era tan invisible como pensaba, pero sonreí. Grant estaba conmigo, me tomaba de la mano orgulloso y yo no podía hacer más que preguntarme como estaba en esa situación.

-Van a golpearme.

-No lo creo,lo hubieran hecho desde que subimos la escalera.

Negué con la cabeza mientras Grant reía. Las miradas de todo el grupo se posaban en nuestras manos entrelazadas. No quería soltarlo, me gustaba sentir el calor de su mano contra la mía. Los nudillos apretados que chocaban contra los míos mientras caminábamos, la fricción de su palma contra la mía y las caricias ocasionales que hacía con su pulgar contra el dorso de mi mano. Todo eso era nuevo para mí, y no quería imaginarme cómo me sentiría cuando ese calor desapareciera.

En contra de mis deseos, solté su mano para poder entrar al salón y dejar mi mochila en alguna banca. Escuché como susurraban, y sabía que era sobre mí. Sentía las miradas pesadas de mis compañeras, y las risas confundidas de mis compañeros. Dejé mi mochila en una banca frente al pizarrón y salí nuevamente para encontrarme con Grant.

Me sorprendía la naturalidad con la que tomaba las cosas, parecía estar acostumbrado a que la gente lo mirara. Seguramente sí, nadie podría resistirse a un hombre tan guapo. Lo miré recargado en el barandal, sus espalda recargada en la barra mientras veía al frente. Le sonreí queriendo saber si me estaba viendo a mí, y me sonrío de vuelta.

Caminé hacía él, él me miraba solo a mí. No dejo de verme hasta que me detuve frente a él. Y aún ahí, mantuvo su mirada en mí.

-Me están viendo-dije nerviosa.

-Déjalos que te vean-Alzó los hombros.- Dales algo de qué hablar en sus aburridas vidas.

Reí mientras Grant ponía sus manos en mi cintura. Miré sus manos y coloqué mis manos en sus brazos. Él se acercó a darme un pequeño beso en los labios, fue un beso veloz y que me tomó por sorpresa.

-Ya me voy-Grant susurró mientras nos separábamos-Yo también tengo clases.

-Al final de las clases iré con Delgado-dije mientras él soltaba mi cintura y yo soltaba sus brazos.

Grant me miró sorprendido, aunque no entendía el por qué. Él era prácticamente el protegido de Delgado, seguramente sabría mejor que yo.

-¿Por qué? Solamente citó a alumnos de semestres avanzados.

-Dijo que nos daría puntos extras.

-¿Ya diste por pérdida la materia?

Golpeé su brazo y el río mientras yo negaba con la cabeza. No me gustaban sus bromas, pero me gustaba él.

-Me estoy adelantando a los hechos.

-Mujer prevenida-Alzó su ceja mientras cruzaba sus brazos.

-Algo así, se llama ansiedad.

-Bien entonces te veo ahí,seremos compañeros de trabajo.

-¿Trabajo?

-Que te lo expliqué Delgado, te veo al rato.

Grant se acercó a mí y me dio un pequeño beso en los labios de despedida.

-Explicame tú.- Susurré colocando mis brazos en su cuello en un esfuerzo de convencerlo de quitarme de dudas.

-No me dejaré seducir por ti. -Respondió mientras abrazaba de nuevo mi cintura y reía.-¿Qué pasó con la señorita paciencia?

Comencé a reír y él soltó mi cintura. Los dos nos separamos y nos miramos por un momento. Su mirada profunda hacía que todo el mundo pareciera pequeño, no sabía que una mirada pudiera provocar eso. Y no quería que nadie más me mirara de esa manera.

-Pon atención a tu clase-dijo mientras se alejaba caminando por el pasillo.

Claro,pondré atención después de todo esto. 

Dieciocho  (Grant Gustin y _______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora