Una vez en el taxi en camino a mi casa, revisé mi cartera y tomé mi celular para llamar a la policia y denunciar a ese tipo; marqué, sin embargo, dentro de mi bolso encontré una tarjeta con el número de "Thomas Richardson". Colgué cuando la llamada me daba el primer tono, seguramente era el señor con el que hablé y que claramente dejó su número para que yo me comunicara con él después. Y obviamente también revisó mis pertenencias; aunque no llevaba nada malo, odio que esculquen mis cosas. Rápidamente busqué ese nombre en google, si era realmente importante tenía que haber información de él en internet y así fue; encontré varios enlaces con su foto y con descripciones "Thomas Richardson conquista Europa" "El imperio Richardson apoyará causas beneficas" "Galardonan a Thomas Richardson como el empresario del año" entre otras similares. Thomas Richardson era un empresario del mundo de la moda; entre sus productos tenía perfumes, ropa, zapatos y accesorios para hombres y mujeres. No había escuchado hablar de él pues recién estoy empezando en esta industria; pero era un hombre del negocio que a mí me interesaba.
Al llegar a mi casa busqué mis llaves pero no las encontré, no me hice la cabeza con eso porque talvez ni las llevé; en fin toqué el timbre para que me abrieran. Era de madrugada ya y seguramente estaban preocupados por mí , me abrió mi mamá y se paró enfrente con un gesto de molestia.
- Dónde estabas Chloe Dick Morrison - comenzó poniendo sus manos en la cintura.
~ Mamá no te imaginas lo que me pasó - le dije entrando y cerrando la puerta tras de mí pero ella parecía más molesta que preocupada.
- Sara me contó que te fuiste sin ella del aeropuerto y que luego le mandaste un mensaje diciendo que te ibas a despejar. Mira hija está bien que estés cansada por el viaje pero por lo menos hubieras venido a casa a saludar antes. Ya te diste cuenta de la hora?.
No entendía nada, yo no le había mandado ningún mensaje a Sara. Lo que pasó estaba tan cuidadosamente planeado que me dio calos fríos de pensarlo. Quise contarle todo a mi mamá pero por alguna extraña razón no lo hice.
~ Lo siento, no volverá a pasar mamá ~ respondí.
- Eso espero, ahora vete a dormir que mañana temprano tienes una sesión de fotos para una marca de zapatos. Sara quería hablar de eso contigo pero como no estabas y llevabas el celular apagado pues me dijo que te avisara, estará aquí a las 7am para llevarte - me decía mientras se mantenía seria, aún molesta por lo que había pasado. Mi madre era increíble pero cuando se enojaba podía ser muy severa.
~ Ok buenas noches ~ me despedí con un beso en la mejilla y subí a mi habitación.
Creí que iba a dormir por lo cansada que estaba pero no, tuve insomnio pensando en todo. Todo me daba vueltas en la cabeza y lo que quedaba de la madrugada se me hizo larga.
******************** En la mañana sonó la alarma pero yo ya estaba practicamente despierta porque no pude pegar los ojos en toda la noche. Me metí a darme un baño, y traté de vestirme rápido porque ya llegaría Sara. Bajé a desayunar ; mi madre estaba en la cocina preparando algo.
~ Buenos dias má ~ la saludé con un beso y una sonrisa.
- Buenos dias mi amor, dormiste bien? - me preguntó.
~ Sí, bien. Dónde está mi papá? ~ le pregunté cambiando de tema pues había pasado una terrible noche.
- Llegará mañana, tuvo una emergencia en casa de tus abuelos.
~ Pasó algo malo? ~ me interesé
- Asuntos legales con la casa. Pero seguro que se soluciona - me respondió con una sonrisa para tratar de calmarme; aunque por su rostro era notable que sí era grave.
Mi papá es abogado, no es muy conocido pero es el mejor y mi mamá sólo es ama de casa. Y normalmente paso más tiempo con ella.
Quise preguntar más sobre el tema pero sonó el timbre de la casa, seguramente era Sara que venía por mí. Mi madre se apresuró a abrirle y entraron a la cocina luego de un momento.
- Hola Chloe, estás lista? - me preguntó muy seria. De hecho llevaba esa cara siempre, no me sorprende.
~ Sí, vamos ~ le dije levantándome y acercándome a mi madre para despedirme.
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Salimos y nos subimos en el auto. En el camino me explicaba que me habían escogido para la nueva campaña de una marca de zapatos deportivos; buscaban una chica fresca y joven. Me pareció bien y me alegró la mañana al escucharlo. Me importaba mucho que más y más personas me fueran conociendo. Al llegar al estudio donde me habían indicado, entramos y era enorme, sonreí pues era genial. Sara vio a alguien que parecía la persona con la que ella había negociado , me dijo que espere y se fue a saludarlo. Mientras yo miraba alrededor del lugar, habían luces y cámaras fotográficas por doquier.
Sin percatarme choqué con una chica.
- Ey! Ten más cuidado por donde andas, no deberías estar estorbando - me dijo aquella muchacha; era delgada, alta y me miró de abajo a arriba.
~ Ten más cuidado tú - le dije - yo trabajaré aquí hoy así que la que estorba es otra.
- Trabajarás poniéndome las luces nena? La modelo de la campaña soy yo! - me dijo poniéndose muy cerca de mí.
~ Ja! Te equivocas, a mí me llamaron para esta campaña así que vet....- en ese momento me interrumpió Sara con aquel tipo de apariencia afeminada.
- Chloe linda - comenzó el sujeto - Lo siento, le explicaba a tu asistente que ya no te necesitamos, contratamos a Amber y no pude avisarte.
- Qué decías muñeca? - se burló la chica, la modelo por la que me habían cambiado.
No pude decir nada por el coraje, los miré a ambos con rabia, me di vuelta y salí rápidamente. Me sentí humillada; hacerme iluciones y ocupar mi tiempo para cancelarme a ultima hora sin siquiera tomarse la molestia de avisarme antes?.
Sara me siguió por atrás. Igual estaba molesta pero no me dijo nada seguramente para no alterarme más.
En el auto y camino a mi casa me rodaron algunas lágrimas, sé que a veces es así pero de todas maneras me hicieron sentir mal. Al ver eso Sara trató de calmarme por primera vez creo que toqué su corazón.
- A veces pasa Chloe, es difícil empezar y....
~ No me va a pasar a mí ~ la interrumpi ~ nadie me va a hacer esos desplantes, seré una supermodelo y voy a volver a ese lugar pero a burlarme. ~ terminé, me sequé las lágrimas y crucé los brazos.
- Ok - me dijo - te dejaré en tu casa y voy a buscar otras campañas para ti.
No le respondí. Me dejaron en la puerta de mi casa. Me di vuelta y vi mi casa. No era una mansión, simplemente una casa de clase media. Pequeña para lo que yo quería 《yo merezco más 》 me dije y busqué en mi bolso la tarjeta con el número de "Thomas Richardson".
