Hermoso Infierno >(Zayn¥Gigi)<

Conectando

Mientras espero en la sala, suena el timbre. Es el encargado del condominio al que llamé al ver el desastre y que no sabía que Alex había provocado.

- Usted llamó a la recepción para quejarse de ¿destrozos a su propiedad y allanamiento? - me pregunta cuando abro la puerta, hechando un vistazo a su libreta donde estaba apuntada mi queja.

~ Sí, pero fue una confusión, resulta que mi novio vino a dormir y no me avisó; así que, no hay problema ~ le explico muy avergonzada.

- ¿Está segura? - me cuestiona arqueando las cejas.

~ Muy segura, gracias y disculpe por la molestia ~ me disculpo.

El encargado se va y yo respiro aliviada de que no me haga problema por la falsa alarma. Cuando hice mi llamada realmente estaba furiosa pensando que dejaron entrar a alguien a mi departamento.

Veo salir a Alex de la habitación vestido como el dia anterior, lleva el cabello revuelto, pero igual se ve lindo, lo observo en silencio sin darme cuenta de la cara de babosa que le estoy poniendo.

- ¿Quién era? - me pregunta dirigiéndose a la cocina.

~ El encargado, hace rato lo llamé, antes de verte y de que supiera que tú hiciste todo eso ~ le respondo siguiéndolo.

- Te pagaré las chucherías que rompí - me dice abriendo la nevera vacia casi me echo a reir al ver la cara de decepción que puso.

~ Ni siquiera me he mudado, ¿no esperabas encontrar comida o si? ~ me burlo.

- Ok creo que tendré que ir a desayunar a otro lugar.

Esta vez ya no me pude aguantar y comencé a reir a carcajadas, él me miraba confundido.

- ¿Ya acabó el chiste? - me dice cruzando sus brazos.

~ No ~ continuo riendo.

- Y ,¿de qué demonios te ries? - me pregunta acercándose a mí.

~ ¿No viste la hora?, son las 15:50 ~ digo calmandome.

Ambos nos miramos por un segundo y comenzamos a reir. Es la primera vez que oigo su risa, deja ver sus perfectos dientes, y es un sonido agradable el que brota de él.

- Me iré a almorzar algo entonces - dice cuando paramos.

~ Espera, no te puedes ir ~ lo interrumpo.

- ¿Por qué no? - me pregunta en tono de sospecha.

~ Porque....tienes que ayudarme ~ digo al fin.

- Ni loco, me voy - fulmina y sale de la cocina.

Voy corriendo detrás de él. No se puede ir.

~ Espera ~ lo tomo del brazo tirando de él para que se detenga ~ me lo debes por el desastre que hiciste.

- Te dije que pagaré lo que rompí.

~ Me pagarás ayudándome ~ propongo y él me mira arqueando las cejas.

- ¿Qué quieres que haga por ti? - dice en tono pervertido tomándome de la cintura con ambas manos.

Lo aparto lanzándole un pequeño golpe en el pecho, el retrocede un poco haciendo muecas de dolor como si lo huebiera golpeado realmente.

~ Comportate ~ lo regaño ~ traje algunas maletas con mis cosas, no son muchas de hecho. Ayudame con eso por ahora.

- ¿Por ahora? - inquiere.

~ Sí, como ya viste no tengo nada en la nevera, acompañame a comprar todo lo que sea necesario.~ prosigo

- ¿Es que tú te has vuelto loca? No haré nada de eso - me reclama.

~ Tu padre dijo que tendrías que hacerlo ~ digo jugandome esa carta. Él no se puede negar a las exigencias de su padre.

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En el supermercado ambos separamos caminos para encontrar todos los alimentos para surtir mi nevera.
Me encuentro en el sector de lácteos buscando yogurt ligth. De pronto aparece Alex con un montón de bolsas de comida chatarra y refrescos hechandolos en el carrito, lo miro arqueando las cejas.

~ De ninguna manera llevaremos eso ~ lo regaño ~ devuelvelo todo.

- Claro que lo llevaremos. Si no lo quieres al menos llevalo para mí - me dice y me quedo asombrada. Eso significaría que pasaríamos más tiempo juntos?, a eso se referiria?.

Terminamos de llenar el carro con otras cosas y nos dirigimos a la caja a pagar.
Vamos poniendo todo en la mesa incluso hay unas revistas para hombres que no me había dado cuenta que estaban. Fulmino a Alex con la mirada y él me sonrie burlándose.
La cajera me mira raro al verlas, me siento avergonsada pero no hay vuelta atrás.

- Cinco revistas triple x - dice la cajera en voz alta para fastidiarnos, es una de esas señoras anticuadas y su intención es simplemente ganas de molestar queriendo avergonsarnos delante de todos y lo Está logrando.

Mis mejillas se ponen coloradas y no sé qué responder sólo bajo la mirada, ¿en qué piensa Alex para comprar esas cosas?, tal vez él también quiera incomodarme.

De pronto Alex cambia de tener una sonrisa a poner una cara de póquer al escuchar a la cajera provocadora.
Me toma de la cintura y agarra las revistas.

- Provamos cosas nuevas, debería intentarlo con su esposo, aunque por la cara que tiene quizá no lo tenga porque dejeme decirle que se nota que no tuvo sexo en mucho tiempo. - le dice con una sonrisa como si hubiera ganado algún premio, pero la deja callada y sin saber qué responder. Yo sólo contengo la risa al igual que todos los que están detrás de nosotros escuchando lo que le acaban de decir que bien merecido se lo tenía.
Ella sólo me devuelve la tarjeta de crédito mientras Alex sigue sonriendo triunfante. Salimos de ahí y echamos a reir.

~ No puedo creer lo que le dijiste, fuiste muy grosero ~ aún continuo riendo.

- Ella empezó. Yo puedo comprar lo que me dé la puta gana.

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