Al anochecer voy a ver a Chloe, llevo mi maleta para el viaje mañana temprano hacia Londres. Apenas puedo caminar o respirar sin que esta mierda me duela, estoy golpeado por todas partes; solo espero que ella esté bien, tenemos muchas cosas que aclarar como por ejemplo lo que pasó la otra noche, explicarle que no sé qué diablos hace Peige en L.A.
- Hola - la saludo en cuanto ella abre la puerta.
- Hola - responde con una voz suave, lleva los ojos rojos y la veo demacrada.
- ¿Puedo pasar?
- Sí, perdón.... pasa..- me invita y la sigo .
Dejo mi maleta a un lado del sofá, y tomo asiento junto a ella que se ve algo extraña, como perdida en sí.
- ¿Cómo haz estado? - pregunta al fin rompiendo el silencio.
En ese momento me bajo la capucha que llevo puesto, para que no se noten los golpes que traigo. Ella me mira asombrada y asqueada por mi apariencia.
- ¿Fue tu padre? - Quiere saber.
- Claro que no, es muy cobarde
- Él no, pero sus esclavos sí.
- ¿A ti no te hizo daño? - le pregunto temiendo la respuesta.
- Déjame ir por algo para tus heridas - dice levantándose y corriendo a la cocina.
Me quedo sentado esperando que vuelva, escucho unos ruidos de gavetas , y a continuación unos pasos regresando.
- Voy a limpiar tus heridas con alcohol, te arderá un poco pero estarás bien
Asiento con la cabeza a todo lo que dice, solo la miro tratando de buscar sus ojos pero ella me rehuye. Se pone de rodillas frente a mí y abre la cajita de primeros auxilios que trajo, saca el alcohol y lo unta en algodón y comienza a pasármelo por la frente, la mejilla y un par de lugares más del rostro donde tengo heridas. No son graves pero debo admitir que me agrada la atención que estoy recibiendo.
- Dime que ese maldito no te hizo nada, porque si te tocó voy a matarlo - hablo al fin porque sé que me oculta algo y no lo podría soportar.
- No, no me hizo nada, solo amenazas - Contesta retomando su labor que había pausado ante mis palabras.
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Luego me hace quitar la ropa de arriba dejando mi torso desnudo, para terminar de curar los golpes y magullones que tengo. Me venda en algunos lugares, con pastillas y cremas hace que se me pase el dolor.
- ¿Por qué no fuiste a un hospital a que te revisen?
- Jamás voy, me han golpeado peor; yerba mala nunca muere - Bromeo.
- No garantizo estas curaciones y tampoco acepto reclamos después - me sigue el juego con una sonrisa.
- Me siento mucho mejor, gracias.
- ¿Quieres cenar? - me ofrece al finalizar su trabajo de enfermera.
- Si tu cocinas no, si pedimos sí - Prosigo el chascarrillo con mucho dolor pues cada carcajada que doy hace que me duelan las costillas.
- Debes tomar en cuenta que mi comida será mejor que la que te sirven en un hospital donde deberías estar.
- Buen punto - afirmo.
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Después de 20 minutos llega la comida china; fideos, pollo, cerdo, arroz y algunas ensaladas. Y como si se tratara de dos hambrientos devoramos todo.
- ¿Ya quieres dormir? - me pregunta al terminar de cenar.
- Sí - contesto, era casi media noche.
- OK, Yo voy a darme un baño rápido, puedes usar mi cuarto si quieres - me propone.
Yo feliz acepto dormir en su cuarto, solo espero que ella venga a hacerme compañía luego :)
Prendo las luces, doy un vistazo a la enorme habitación, recuerdos rondan mi mente, de noche esto se ve tan excitante. Entonces; escucho un tono, mi celular que me anuncia que pronto se apagará por la baja batería.
Busco con la vista algún cargador a la vista pero no hallo nada. Así que; empiezo a abrir gavetas y cajones para encontrar alguno que me imagino que Chloe debe tener. Justo ahí encuentro algo tan desagradable como un golpe en las bolas.
<UN RELOJ> Y no se trata de un reloj cualquiera, reconocería esta marca en cualquier parte "McWolt" y eso solo podía significar que Jace estuvo aquí. ¡Maldita, maldita sea! ¡maldita mentirosa!
