"Que no te asuste mi intensidad, también soy capaz de llevarte a ese punto de ebullición para que pruebes la vida con calor en la sangre".
Es la primera frase de una carta que nunca le envié o...
"Si tuviera que elegir, te elegiría a ti: besándome, cuidándome, sintiéndome. Tan solo esos momentos, son los que guardo dentro."
La estrofa de una canción que nunca le dediqué.
¿Por qué él? o ¿Por qué no puede funcionar?, son preguntas que todo corazón roto se hace. Solamente me queda tratar de aferrarme a algo para no hundirme en este dolor. Así que decido irme a casa, el abrazo de mamá o el consejo de papá me hará bien.
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Ni siquiera ha salido el sol, pero me encuentro recorriendo las calles caminando como nunca lo había hecho antes ¿por qué?, no lo sé, despejar mi mente o tomar aire fresco.
Para cuando llego está prácticamente amaneciendo, me detengo en la puerta antes de entrar pensando en mil excusas para llegar en ese estado aunque no se me ocurre nada más que la verdad.
- ¡Mamá!¡Papá!, ¡soy Chloe no se preocupen, estaré en mi habitación ! - grito para anunciarles para evitar que salgan y me vean así.
Obviamente no funciona, y mi madre entra a los dos minutos para saber qué pasó.
+ Chloe linda, ¿qué ha pasado hija? - pregunta con preocupación recostándose a mi lado al verme totalmente demacrada por haber llorado tanto y la resaca del día anterior.
- Mamá, ¿que se hace para un corazón roto?- trato de saber llena de dolor y siento que las lagrimas vuelven a brotar de mí.
Ella solo me abraza, conteniéndome y creo que esa es la única respuesta que necesito ahora. Sus manos suaves me acarician el cabello para calmarme un poco.
+ Con todos mis años hija, yo nunca he encontrado paz para un corazón roto -
