Hermoso Infierno >(Zayn¥Gigi)<

Primera vista

Al dia siguiente me ocupé de mí misma, fui desde temprano al gimnasio; si voy a entrar a la élite de las pasarelas debo hacerlo de la mejor manera.
Volví a casa antes de medio dia; y me metí a darme un baño mientras mi madre preparaba la comida.
Envuelta en toallas al terminar; me dispuse a secar mi cabello; en seguida sonó mi celular, era Richardson.

~ Hola Thomas ~ Respondí tuteandolo pues me sentía con el derecho de hacerlo, era un hombre que no me intimidaba.

Y al parecer aquella acción lo sorprendió pues lo primero que escuché fue una carcajada.

- Me alegra que te sientas cómoda conmigo.

~ Debo hacerlo no? ~ le pregunté al mismo tiempo que me ponía crema en las manos.

- Mis muchachos fueron por ti; de hecho ya deben estar ahí para traerte al almuerzo de presentación.

En ese momento corrí a la ventana para verificar esa información y así fue; estaba delante de mi casa estacionado el auto negro polarizado.

~ Por qué no me avisó que vendrían? , no puedo salir ahora - le dije y era la verdad porque aún seguía con la bata de baño y no le había dicho nada a mi mamá.

- Deberás hacerlo; te espero, no tardes - y me colgó como siempre sin aceptar mi respuesta negativa.

Respiré hondo porque no tenía opción. Tengo que ir; entonces corrí al vestidor a hacer un milagro y tratar de estar lista lo más pronto posible.

Tardé como 45 minutos entre vestirme, maquillarme, y peinarme. Un verdadero récord tomando en cuenta que mínimo necesito dos horas!.

Bajé las escaleras de casa planeando una excusa para no almorzar con mi madre. Entré a la cocina donde ella se encontraba sirviendo la comida.
Al verme toda lista para salir se quedó con la boca abierta.

~ Má lo lamento, no podré comer contigo; me surgió algo de trabajo y tengo que salir ~ me excuse y puse la cara más triste que en ese momento me puso salir.

- Me vas a dejar almorzando sola hija? - me dijo poniendo la misma cara de tristeza.

~ Te lo compensare lo prometo ~ le di un abrazo y un beso esperando que eso bastara para que me disculpara.

- Está bien, no tardes y cuidate mucho - se despidió mientras yo salía de casa.

Rápido subí a la movilidad con destino a la mansión Richardson.
En el camino trataba de imaginarme Cómo sería Alex, y recordé que la primera conversación que tuve con su padre él me había dicho que era "extraño" y que no tenía nada que ver con su padre. El señor Richardson era muy distinguido, siempre bien vestido y arreglado. ¿Alex sería diferente?. Todas esas ideas volaban en mi cabeza y sin darme cuenta ya había llegado.

Entré a la casa despacio esperando que alguien me atendiera y esperaba que fuera Thomas. Pronto apareció él, me saludó y me invitó a pasar al comedor. Tal parece que a pesar que hice el mayor esfuerzo por apresurarme en estar lista, había demorado mucho y por eso me llevó directo al comedor.

Estaban puestos tres lugares en la mesa, lo cual significaba que llegaría Alex en cualquier momento.

Thomas corrió la silla y me ayudó a sentarme. Por primera vez se portaba como un caballero conmigo. Le sonreí a manera de agradecimiento pues no me salía la voz, estaba algo nerviosa.

- Pronto llegará Alex - me dijo mientras tomaba asiento en medio de la mesa.

~ ok ~ es lo único que le dije.

- Firmaste el contrato? - me preguntó y yo asentí al mismo tiempo que saqué los documentos de mi cartera para entregárselo.

- No tienes ninguna duda ni refuta? - me preguntó tomando los papeles y negué con la cabeza ya que todo estaba muy claro para mí.

Él me sonrió y le dio una hojeada para corroborar que yo había firmado.
Justo se escuchó la puerta de la entrada; alguien entró azotandola fuerte que me hizo dar un pequeño brinco.

Se escuchó entonces;

- Su padre lo espera en el comedor - era una de las mucamas de la casa que le informaba que lo estábamos esperando.

- Ahora Qué quiere - se escuchó una voz fastidida, era Alex.

Acaso no sabía que hoy nos conoceríamos? , él sabía muy bien lo que su padre estaba haciendo.
Igual recordé que Richardson me dijo que " no estaba de acuerdo ".

Entró al comedor y lo primero que noté fue que obviamente no pasó la noche en su casa, porque estaba despeinado y se veía muy desvelado. Era un chico de rasgos morenos, un poco de barba, un estilo desarreglado y llevaba tatuajes en la mayor parte de su cuerpo. Aunque igualmente pude notar sus hermosos ojos que se clavaron en mí.

- Al fin llegas. No te dije que hoy tenemos visitas?! - le dijo Thomas regañandolo por presentarse de esa manera.

Pero Alex rodó sus ojos poniendolos en blancos ante el reclamo de su padre. En silencio se acercó a tomar asiento en la mesa; frente a mí y sin quitarme la mirada de encima. Me sentí intimidada.

- Ella es Chloe - me presentó Richardson haciéndole señas a la mucama para que trajera la comida.

- Esta es la mujerzuela que me conseguiste?, me lo hubieras dejado a mí y yo traía una menos rubia. - dijo descaradamente con una sonrisa burlona.

Me quedé con la boca abierta ante esas palabras; ¿Quién se creía?.
reaccioné al momento levantándome de la silla y arrojandole la copa con agua que tenía cerca.

~ ¡No te atrevas a hablarme así odiota! ~ le grité mientras el agua chocaba en el rostro del maleducado.

Inmediatamente se levantó muy alterado.

- ¡Qué demonios haces loca! No dije nada que no fuera cierto. ¡Eres una mujerzuela! - me gritó, estaba rojo del coraje.

~ No hay trato señor Richardson, no quiero volver a ver a este imbécil ~ le dije a Thomas muy furiosa.

Thomas no parecía sorprendido, de hecho seguía sentado muy serenamente como si en frente suyo no estuviera ocurriendo aquella desagradable escena.

- Sientense los dos - comenzó a decir - no puedes anular el trato, ya firmaste y tú también Alex

~ Lo anulo totalmente ahora ~ dije aunque sonara estúpido porque el negocio ya estaba hecho pero apenas llevaba dos minutos de conocer a Alex y ya quería matarlo. ¡No soportaría ni un mes!

- No se puede o tienes dinero para indemnizarme?, por si no leiste bien el contrato, esto no se acaba hasta que yo lo diga - prosiguió muy molesto - y tu Alex si no quieres vivir debajo de un puente más vale cierres la boca, porque también firmaste conmigo.

Alex y yo nos miramos con furia pues Thomas Richardson tenía razón. Lo mejor hubiera sido hacer la presentación antes de firmar.