- ¿Qué pensaste la primera vez que me viste? - le pregunto mientras estamos en la cama desnudos con las piernas entrelazadas, después de haber hecho el amor.
Lanza un suspiro lleno de emociones por aquel cuestionamiento tan repentino.
- Creo que estaba drogado, no recuerdo bien ese día - bromea.
- ¡Alex!, hablo en serio, quiero saber - lo regaño.
- Pues......- piensa.
- Solo dime la verdad, no me molestaré - le digo al no obtener su respuesta - Cuando yo te vi, me pareciste guapo hasta que abriste la boca y lo arruinaste todo, muy maleducado - empiezo a bromear para aligerar el ambiente pensativo en el que él se había puesto por mi pregunta.
- Mi padre siempre me ha encajado a las chicas con las que tengo que salir, pensé que eras otra más en su juego, y me pregunté ¿por qué aceptan?, prestarse a eso, sin embargo estoy feliz que tú lo hayas hecho - por fin dice.
- ¿Dices que ahora ya no piensas lo mismo?- prosigo las preguntas porque ya me entró la espina de la mala impresión que tiene sobre mí.
- Me alegra que hayas aceptado, es lo único que le puedo agradecer a ese viejo, te eligió bien.
- ¿Ahora estarías con otra si no hubiera aceptado?- continúo buscando lo que no quiero encontrar.
- Pero lo hiciste - responde seriamente.
- Pero si no lo hubiera hecho - insisto.
- Basta, no estés de fastidiosa con tus preguntas, aceptaste punto, estás aquí, no sé qué hubiera pasado si no fueras tú, deja ese tema - fulmina levantándose de la cama.
Al verlo salir del cuarto, siento una punzada en el pecho, yo misma abrí un tema que me sensibiliza, "si no hubiera sido yo", tal vez estaría en otro lugar, ¿debería pensar que el destino me trajo aquí?. Por el momento dejaré que se calme y luego le pediré disculpas por ser tan fastidiosa, creo que se me pasó la mano un poco.
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Lo encuentro afuera fumando un cigarrillo, sentado en la banqueta de la entrada.
- Lo siento.....- le digo acercándome despacio.
- Olvídalo - dice expulsando humo de sus pulmones.
- Tienes razón, estamos aquí y eso es lo que importa
- Ya debemos volver - contesta cortante.
Me deja boquiabierta con su actitud, ¿tanto así se molestó?.
- ¿Quién nos llevará? - le pregunto de mala manera.
- Pronto vendrán por nosotros, llamé a la gente de mi padre -
Ambos parecemos enojados, por algo tan tonto, quiero que hablemos pero también estoy furiosa porque es obvio que no puedo dar mi opinión ni hacer preguntas, es como si todo el tiempo me ocultara algo y se escapa cuando trato de saber la verdad.
- ¿Seguirás así? - por fin le disparo.
- Tú eres la que sigue, no dejas que la relación fluya sin tener que cuestionar todo o buscándole algo malo, no disfrutas ni me dejas disfrutar - comienza su protesta.
- ¿El problema es que quiera saber?, se supone que soy tu novia, claro que quiero saber para ayudarte.
- No, porque no tratas de ayudar, solo quieres sentirte segura tú, de que no tengo nada más en mente, disculpa pero tengo una vida antes y después de ti, estoy tratando de incluirte de a poco pero quieres entrar de golpe y no lo conseguirás, estás loca y ya no seguiré hablando, dejemos esto por la paz, vayámonos solo falta un día más en Londres y luego ya veremos. - termina diciendo y se sube a la habitación huyendo de mí.
Casi una hora después llegan, está casi anocheciendo, el lugar es tan silencio que se puede oír la bocina muy fuerte. A continuación los pasos de Alex que bajan y se dirige a la puerta.
- Toma, hace frío - me ofrece su chaqueta, lo cual agradezco porque la piel se me esta poniendo china.
Subimos al auto y este arranca rápidamente, todo el camino nos mantenemos en silencio.
