Veo mi reflejo en los enormes espejos del vestidor, tengo dos chicas ayudándome a quedar lista para el evento de esta noche, una me arregla es vestido, y la otra me está maquillando.
- ¿Nos dejan solos un momento? - interrumpe Alex desde la puerta.
Las dos obedecen rápidamente y salen. Yo lo miro a través del reflejo a Alex que se acerca lentamente colocándose detrás de mí tomándome por los hombros.
- Estás muy hermosa - me alaga y la piel se me eriza.
No obtiene respuesta mía, es difícil explicar porque quiero escuchar lo que tiene que decir.
- Tenemos que hablar antes que esto acabe mal - me dice.
¿Acabar mal?¿qué está tratando de decirme?. Me pregunto yo misma.
- ¿Podemos empezar de nuevo? - propone y el aire vuelve a mí - Quiero dejar el pasado atrás, yo cometí errores y tú también pero no podemos culparnos, estábamos jugando cada uno a su manera, pero ahora es casi imposible liberarse, así que te propongo que volvamos a empezar, quiero conocerte y que me conozcas.
- Creo que es una buena idea - le respondo.
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- Te traje algo - dice sacando una pequeña cajita de su bolsillo, la abre y dentro hay un hermoso anillo.
Me quedo mirando el obsequio y una sonrisa se dibuja en mi rostro ¡AMO LOS DETALLES COMO ESTE!
- Es el origami de una grulla, lo vi y pensé en ti - toma mi mano y me lo coloca encajando perfecto a mi dedo.
- ¿Las grullas te recuerdan a mí? - me burlo.
- Un poco sí - me sigue el chiste.
- Gracias, me encanta - le agradezco el regalo dándole un abrazo, dejando como él sugirió "todo atrás".
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Salimos del hotel más relajados, con buen humor rogando que perduré el sentimiento; tomo unas selfies de los dos en camino al evento, pronto los likes y comentarios llueven, muchos buenos y muchos negativos. Yo no entiendo cómo hay personas tan mal intencionadas que te echan basura a cada paso que das, realmente hieren mis sentimientos al leer a los haters, hablando sobre mi vestido, mi peinado o mi maquillaje.
- Guarda eso - me regaña Alex quitándome el celular de las manos - No hagas caso, no somos monedas de oro para gradar a todo el mundo y no dejes que tanta mierda te afecte, estás perfecta.
Le sonrío y me recargo sobre su hombro al oír sus alentadoras palabras, como pocas veces lo he escuchado es una red bull al corazón.
Para cuando llegamos, todos se abalanzan sobre nosotros, es tanta la euforia que se siente, no creía que llegaríamos a tanta gente como pareja, y parece que les encanta nuestra "historia". Una alfombra de gala, muchos fotógrafos, programas, celebridades, público.
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Durante toda la noche nos la pasamos riendo, besándonos, sin poder quitarnos las manos de encima, todo perfecto. Hasta que suena el móvil de Alex, y él se incomoda lo cual no indica nada bueno.
- Alex, si vamos a hacer esto bien, quiero que acabes con eso, ¿quién está llamando?, espero que no sea quien me imagino - le advierto en voz baja disimulando el regaño.
- Cálmate, no es nadie - resta importancia a mis amenazas.
- Bien pues entonces me voy, no puedo confiar en ti ni por un segundo porque ya estás con tus mentiras e intrigas de siempre - digo levantándome de la mesa central donde nos encontrábamos junto con otras celebridades del medio.
- No actúes como una loca y siéntate - me ordena calmadamente para que los demás no se percaten de nuestra discusión.
Pero me levanto decidida a irme, enojada por el mal momento. Alex se levanta a mi par.
- De acuerdo, hablaremos de esto cuando lleguemos al hotel, te explicaré todo - me susurra al oído para luego acercarse y tomarme para darme un beso, algo que todos en la mesa celebran, yo solo me sonrojo.
Por fin me dirá su verdad, esta vez tomaré las riendas de esta relación, hay gente empeñada en arruinarnos, Richardson, Peige, Lauren...son muchas personas para una relación de dos.
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Cuando termina la noche, volvemos algo entonados al hotel.
-Quédate conmigo esta noche - lo seduzco mordiendo el lóbulo de su oreja.
Siento como se estremece con mi acción, y sin nada qué decir cede y me sigue a la habitación cual perro obediente. Al mismo tiempo que vamos entrando me voy quitando el vestido dejándolo en el suelo, me voy sacando las joyas que llevo puesta, dejando al descubierto mi cuerpo, solo una delgada braga me cubre mi intimidad. Veo como se relame los labios deseando ya tenerme en sus brazos, pero hoy quiero hacer algo diferente, así que lo dirijo hasta el vestidor donde hay enormes espejos a los cuatro lados, desde que entré por primera vez se me cruzó por la mente que quería estrenar el lugar con él.
Verme desnuda reflejada en todos lados lo excita aún más, porque veo como un bulto en su pantalón se va haciendo visible. Sin poder soportarlo más me embiste con tanta pasión que lo demás ya se podrán imaginar. :)
