Como una puñalada al estomago me llegan las palabras de aquella odiosa anoréxica.
- Si ya lo sabías ¡¿entonces para qué demonios preguntas?! - me altero deseando darle un golpe a esta ebria.
Kell se percata de mi alteración y me jala en dirección a la mesa para alejarme de una posible pelea.
+ ¿Qué pasa?, ¿te dijo algo? - me pregunta preocupada.
- Que Alex está aquí, el muy imbécil - respondo exaltada.
+ Cálmate, déjalo nosotras vinimos aparte, además Jace llegará en cualquier momento y es mejor que no se encuentren - me sugiere pero es demasiado tarde, la sangre me hierve y solo quiero encarar a Alex.
Bajo rápidamente buscando al susodicho, furiosa empujando gente que se me cruza. Dejé a kell arriba con las demás porque este es un asunto que tengo que arreglar de una vez.
De pronto encuentro mi objetivo, todo sonriente y despreocupado. Me acerco hasta su mesa donde está un grupo grande entre chicos y CHICAS. En cuanto me ve queda sorprendido porque al parecer no esperaba encontrarme aquí.
+ Chloe ...
- ¿Qué haces aquí?, pensé que estabas tan ocupado por eso no me respondías las llamadas - empiezo mi descargo cruzando los brazos.
= Alex, toma otra copa - interrumpe una chica morena ebria con dos copas en las manos, a la cual fulmino con la mirada por entrometida.
- ¡Estamos hablando idiota! ¡¿no estas viendo?! - le grito empujándola para que se aleje, algo dentro de mí se prendió fuego y eso que no he tomado ni una copa .
Alex me agarra rápidamente para evitar que me le vaya encima y me lleva cerca de la puerta de entrada, mientras me alejo de la mesa donde están sus amigos veo a la pobre chicas con las "copas" derramadas sobre ella, lo cual bien merecido se lo tiene y si no fuera porque me detuvieron le arrancaba sus baratas extensiones.
+ Espera y cálmate si - habla al fin el problema.
- No debió meterse en nuestra discusión - continúo reclamando.
+ Ella no tiene la culpa, estás loca - me insulta para el colmo, es como si no le importara nada. Y sigue sin responder a mi pregunta de dónde estaba y por qué no me atendía.
- Y tú eres un imbécil, como siempre dice tu padre - ¡pum!, golpe bajo lo sé - quédate con tus zorritas con las que viniste no me importa, yo haré lo mismo esta noche - termino y lo empujo para que me dé paso para volver con mi grupo de amigas.
Camino muy decidida sin mirar atrás para ver si me seguía (lo cual dudo mucho).
Llego hasta arriba y todos siguen en su mambo, pronto veo aparecer entre la multitud a Jace lo cual me llena de alegría instantánea. Como si no lo hubiera visto en años lo abrazo fuertemente ante la mirada de todas mis compañeras y amigas, puedo ver sonreír a kell mientras bebe su trago.
Él huele riquísimo y su solo abrazo me reconforta después de mis altercados, ahora puedo estar tranquila.
+ Estás hermosa - es lo primero que me dice lo cual me sonroja, no es para mí sorpresa sus piropos.
Solo sonrío con los ojos llorosos, sin poder contenerme pero hago el esfuerzo para que ninguna lágrima caiga.
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+ ¿Estás bien o me extrañaste demasiado? - me pregunta tiernamente sosteniéndome de la cintura con ambas manos.
- Te extrañé - le digo y lo vuelvo a abrazar.
kell se acerca para acabar con el romántico momento.
+ ¡Muy bien, que empiece la fiesta! - grita y los tragos comienzan a llover, la música suena a todo volumen y nosotras bailamos desenfrenadamente.
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Durante toda la noche no volví a pensar en Alex ni lo que estaría haciendo abajo con sus amig@s.
Para cuando miramos el reloj iban a dar las 5am.
+ ¿Nos vamos? - me propone Jace al oído.
- Sí, estoy muy cansada - le digo muy sonriente porque ya llevo muchos tragos encima.
+ Kell es hora de irnos - le dice él tomándola de la mano para que reaccione un poco porque ella está aún más volada que yo. Creo que Jace está más consciente de los tres.
= Nooooooo - responde kell haciendo pucheros.
+ Ven, te llevaremos a casa - insiste él jalándola en dirección a las gradas donde yo los esperaba.
Kell me abraza a manera de apoyarse, nos despedimos de todas las chicas que seguían pasándola bien y salimos del centro nocturno, muy protegidos por los guardias de Jace, para evitar a los fotógrafos agresivos. Ambas tambaleamos por los tacones y la bebida, pero como siempre mi príncipe se encarga de sujetarme de la cintura para cuidarme. Awww es tan tierno o estoy demasiado ebria ya.
Subimos a su auto apenas porque los mirones no nos dejaban mucho espacio, y arranca muy despacio evitando atropellar algún intrépido, pero para mi desagrado en plena esquina antes de doblar puedo ver a Alex subiendo a su propio auto nada más y nada menos que acompañado de la zorra mayor Peige. ¡Desgraciado!.
