Luego de casi 40 minutos de trayecto noto que salimos de la ciudad, y nos vamos adentrando en una pradera. No quiero hacer preguntas porque seguro es una sorpresa y no quiero estropear su esfuerzo.
- Pronto llegaremos - me avisa para que tenga calma.
Solo sujeto su mano y me recuesto en su regazo.
- Gracias - le alcanza muchos billetes al chófer cuando llegamos.
Bajamos y me encuentro en las puertas de una casa antigua, no muy grande pero bastante bonita, algo así como una pequeña postal rodeada de enormes jardines de flores azules.
- Entra - me invita abriendo las puertas.
- Wow - me quedo asombrada por lo hermoso del lugar, todo decorado con detalles rústicos.
- ¿Te gusta? - me pregunta.
- ¡Amo este lugar! - me abalanzo a abrazarlo.
- Quería un lugar donde solo estemos tú y yo, donde mi padre no tenga poder, donde no haya fantasmas ni terceras personas, nadie que lo pueda arruinar.
- Nadie lo arruinará - complemento.
- A veces es bueno alejarse del ruido, ¿no crees? - dice mirando al rededor.
- ¿Ya haz venido antes? - le pregunto, queriendo saber si esta es "la casa de las escapadas" de él junto a otras chicas.
- No, de hecho es la primera vez, ya que veníamos a Londres busqué un lugar tranquilo y alejado y me recomendaron este.
- ¿Quién? - quiero saber.
- El chófer - responde.
- ¿Es una broma?, me trajiste a un lugar que te recomendó un chófer que no conoces, pudo ser un asesino - le reclamo enojada.
- Pero no lo es.
- Pudo haberlo sido - prosigo.
- Pero no lo es, no seas pesimista, mira este maravilloso lugar.
- Demonios Alex - Aunque ya de nada sirve regañarle pues ya estábamos aquí y gracias al cielo sanos y salvos.
- Creo que tiene una linda piscina - trata de apaciguar el ambiente.
Lo sigo y recorremos toda la casa, es increíble que haya hecho esta locura, en serio pudo haber sido cualquier loco que nos lleva a su casa para descuartizarnos, estas son las típicas cosas que Alex hace sin pensar y que me erizan la piel.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Subimos hasta el segundo piso donde se encuentra la habitación principal. Alex me mira con cara de pervertido de bosque.
- Le daremos buen uso - pronto dice.
Me voy hacia un pequeño balcón y puedo ver la hermosa vista del enorme jardín, y no diviso ninguna otra casa cerca lo que hace que me sienta aliviada lejos de todo el desorden de la ciudad.
De repente siento una manos que sujetan mi cintura y me abraza fuerte, respiro hondo y en paz, esa paz que solo los brazos de Alex puede brindarme.
- ¿Nos ponemos cómodos?- va bajando el tiro de mi vestido.
- Debemos volver - contesto nerviosa y excitada.
- ¿No te quieres perder conmigo?
Nadie puede resistirse ante aquella insinuación, me giro para mirarlo a los ojos, esos color miel que me vuelven loca, nuestra historia recorre mi cabeza, los buenos y malos momentos, me invade el amor y el odio.
Nos acercamos y nos besamos lentamente, uniendo nuestras lenguas húmedas, sus manos juguetonas recorren mis pechos, bajándome por completo el vestido. Las mías van quitando los botones de su camisa para descubrir su torso, él se aleja un poco y me contemplarme de pies a cabeza relamiéndose los labios provocado por mi cuerpo. Con mi mano lo voy empujando despacio a la cama para que se recueste, y me voy posicionándome encima de él. Esta vez tengo el control, Sus manos me masajean los muslos, me muevo despacio frotándome contra su pelvis para prenderlo fuego y lo logro rápidamente. Le bajo el pantalón para observar a su amigo que ya está firme para mí.
El lugar, el momento y todo es perfecto para hacerle el amor, SÍ, EL AMOR.
