Capítulo 10: Me gustas! ♥

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Abraham.

Me estacione frente a la casa de _____, luego de un viaje lleno de besos en cada semáforo en rojo, entre bromas y pequeños berrinches.

―Por fin― bajamos del auto, ella tomó mi mano de forma posesiva y entramos a la casa, nos quitamos los abrigos y caminamos hasta la cocina― Están donde mi abuela― dijo leyendo una nota que estaba en la nevera― no le caigo muy bien, por eso me dejan aquí―me miro.

― ¿Estarás tres días sola?― la abrace por detrás.

―Sola, sola no. Estaré contigo― sonrió y se volteo a besarme― ¿te quedaras aquí conmigo?― hizo puchero y mordió mi labio inferior.

―Está bien.

― ¿Qué demonios?― se sonrojo y miro hacia abajo.

―perdón.

―Puedo sentirlo en mi vientre― sonrió.

― Que puedo decir, me pones― susurre en su oído.

―Ya pude notarlo― susurro en mi oído, sus mejillas estaba de un color carmesí, su cuerpo se pegó más al mío― se cuánto te gustaría tenerme bajo tu cuerpo.

―No me provoques― susurre, un pequeño gemido salió de su boca.

― ¿Por qué?― beso mi cuello.

―Porque luego no pondré un freno y me tienes mal.

―Tienes una mano― baje mi mano a su trasero y le di un apretón― atrevida, por cierto.

―Tú también tienes unas lindas manos― sonreí y pose ambas manos sobre su trasero.

―Lo sé― Gimió en mi oído, me beso.

―Quizá si me ayudas.

― ¿Quieres sexo oral?

―No, no he dejado que ninguna chica meta mi pen* a su boca, muchas lo han intentado, pero soy virgen al sexo oral.

― ¿Qué? ¿Abraham Mateo, virgen en el sexo oral? No me lo creo―fuimos a la sala y nos sentamos en el sofá.

―Lo soy, pero es por tema de que quiero que alguien a quien considere especial, lo haga, ya sabes con la que me case y tenga unos cuantos hijos.

―Vaya, bastante raro viniendo de un chico con las hormonas por los aires.

― Si tal vez― reí― pero realmente lo quiero dejar para alguien especial, quiero experimentar eso con la persona que ame.

― ¿Ah sí?

―Si, te contare algo― dije― solo Trevor sabe y bueno ahora tu― se acomodo en mi pecho y subió sus pies al sofá― Estoy en la búsqueda de una chica. La chica. Esta mujer tiene que hacerme sentir cosas que no creía posibles, cosas que no imaginaba que podía sentir, las mariposas, los nervios, la posesividad, todo, que cuando este con ella no me provoque ganas de estar con nadie mas, que sea solo ella, tampoco quiero que sea solo sexo, quiero hacer el amor, quiero disfrutar besándola, abrazándola, mimándola, quiero que sea mi mujer por el resto de mi vida, quizá soy muy joven y tengo muchas expectativas, pero deseo y anhelo tener una mujer hermosa en mi vida, que me llene de amor y cariño― mire sus ojos― desde que te conocí, o bueno desde que nos llevamos mejor, mi mundo cambio, las mujeres dejaron de interesarme, deje de acostarme con lo que se me ofreciera en bandeja, nunca sentí nada por ellas, fue simple deseo o quizás solo fue calentura, no mas de eso. Pero ahora que te tengo aquí, conmigo, pienso, joder, que afortunado soy, fortuna la mía de tener a esta chica entre mis brazos, fortuna la mía de recibir todo lo que recibo de ella, solo pienso en lo felices que seriamos juntos, sin escondernos o sin importarnos el que dirán.

―También quiero a ese chico. El chico. Que me haga dejar de pensar en mi alrededor, que cuando le vea sepa que el es mi mundo.

―No me dejaste terminar. Se que soy muy poco para ti y que tu eres mucho, mucho para mi, porque joder eres una mujer increíble y yo soy solo un idiota.

―Tu no sabes lo que pasara.

―No, no lo se, pero se que tu no eres para mi, que solo soy un pasatiempo en tu vida, que mis sentimientos no están correspondidos.

―Vete― se levanto y me señalo la puerta.

―Vale, pero luego no me busques, que yo ya no volveré―solo estaba exagerando, no soy capas de déjale sola, no en estos momentos, pero el drama es parte de mi ser― en lo que cruce esa puerta, olvídate de mi.

―Buenas noches― susurro― veo que tú también vas a dejarme sola― subió corriendo a su habitación.

Fui a la cocina e hice dos chocolates calientes, cuando estuvieron listos subí a la habitación, deje las tazas sobre su escritorio y me acosté a su lado, abrazándola por la cintura.

―Te quiero preciosa, jamas te dejaría sola, eres mi chica―bese su cuello― aunque aveces logras aburrirme con tus bipolaridades te quiero a mi lado, que nos acurruquemos, nos demos mimos y cariñitos― sonreí y la abrace aun mas―soy un adicto a ti, a esos lindos labios, a tus lindos ojos verdes― susurre en su oído― a tu candente trasero― reí― te podrás dar cuenta que los discursos románticos no son lo mío, pero lo que quiero decir, es que me gustas _____, me tienes loco― bese su mejilla.

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Hola Hola!

¿Como están las chicas mas bella de toda latinoamerica y Europa?si es que me lee alguien del otro lado, espero estén disfrutando.

Lxs Amo!

Capitulo editado.

No Me Dejes Nunca (Abraham Mateo Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora