Capítulo 13: Patrick

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Abraham.

Camine hasta la caja para pagar.

― ¿amor?― me voltee y ella no estaba.

―Se fue en lo que venias hasta aquí― la pelirroja me sonrió― pero tranquilo, puedo acerté compañía.

―Cóbrame el pijama y esta― dije desinteresado.

Quizá si la chica se me hubiese ofrecido en bandeja de plata como ahora, hace unas semanas, cuando aún no ponía el ojo sobre _____, la hubiese aceptado y me la abría follado. Tome el pijama y salí de la tienda, hice visión periférica de todo el lugar, hasta que la encontré, estaba junto a la pileta, jugaba con sus manos. Al acercarme note como su cuerpo se sacudía levemente, acaso... ¿estaba llorando?

― ¿_____?― me senté a su lado.

―Vete― murmuro, levanto la mirada― Lárgate y déjame sola, vete con esa pelirroja exótica.

―Nena ¿De qué hablas? ―suspire y tome su mano―Escucha, sé que estas con la mierda de Daniel aunque quieras aparentar que no, sé que te duele, se cuan rota estas. Pero yo no soy él. Yo se lo que tu sientes por mí, como tú sabes lo que yo siento por ti― tome su rostro.

―Estabas coqueteando con ella.

―No, te estás creando una escena de mierda en tu cabeza, escucha― rasque mi nuca― me gustas y te quiero ¿vale? Voy a por ti, en serio, nada de juegos bobos esta vez, ya no somos niños― bese sus labios― tengo ojos para ti, para tus ojos, tus labios y ese lindo cuerpo que me gusta besar― sonrió mientras nuestras frentes siguen juntas.

―Eres un lindo― susurro y volvió a besarme― pero no me gusta nada como te miran las mujeres.

― No es mi culpa ser tan encantador.

― eres un egocéntrico, te odio.

―No es cierto― sonreí y deje la bolsa con la pijama en su regazo.

―Gracias― sonrió.

―no hay de qué.

______

Cuando salimos del centro comercial, nos subimos al coche de Abraham para ir a la heladería donde nos dimos nuestro primer beso, sonreí con emoción, de pronto se había vuelto una de mis heladerías favoritas.

― ¿Te recuerdas de lo que paso aquí?― sonrió.

―Nuestro primer beso.

― El primer gran paso sucedió aquí, creo que en un futuro este lugar será mucho más importante― beso mi mejilla― y a como este el idiota ese le reviento todos los dientes.

―Que celoso te has puesto― tome sus mejillas y lo bese― te quiero― reí.

― Yo a ti, muñeca.

Bajamos del coche una vez que Abraham se había estacionado, espere por el junto a la puerta, cuando estuvo a mi lado entrelazamos nuestros dedos. Al entrar lo primero que veo es al chico de la vez pasada, hasta se me olvido su nombre, lo cual no es importante en lo absoluto, vi como Abraham apretaba la mandíbula y su mano se ponía firme en el agarre que ejercía contra mi mano.

―Tranquilo, no vinimos a armar una escena, solo por helados― nos acercamos hasta la barra.

―Hola― el chico levanto la mirada y sonrió― pero si es la chica más linda de Cádiz.

―Hola― sonreí de forma amable.

― ¿Qué deseas?

― Es la pregunta más inútil que he oído en mi vida― la voz irritada de Abraham, sorprendió al chico― es obvio que queremos helados.

No Me Dejes Nunca (Abraham Mateo Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora