Capítulo 19: El indicado.

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Abraham.

Estaba sentado en mi coche, analizando lo que significaba que ____ me dejara en este momento, si lo hacia mi corazón iba a quedar totalmente devastado, la quería como nunca antes había querido a alguien. Ella definitivamente tenía mi mundo hecho un desastre con sus lindos ojos y esos lindos labios carnosos y sabrosos, sus delicadas manos que jalan mi cabello cuando la tensión sexual entre nosotros no da abasto, su suave piel desnuda ante mis ojos, estoy loco de amor. La puerta de copiloto se abrió.

―Deja de pensar en idioteces―mire a _____.

―Déjame en paz― murmure y la escuche suspirar― ¿Aún no ha venido el amor de tu vida?― sonreí sarcástico.

―Dices que me vaya, pero cuando lo hago me pides que regrese― su frustración evidente en su voz.

―No vas a gustar de mí y eso lo sabemos― puse una mano sobre el volante del coche― estás loca por Daniel y ya me canse de ser un juguete― suspire y apoye mi cabeza en el asiento― no dejare de estar aquí para ti, pero joder, ya estoy harto― la mire.

―Entonces vete― murmuro― ¡lárgate! ¡Déjame sola como todos ya han hecho!― grito mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

Cerró la puerta del auto y corrió hasta estar dentro de su casa, llevo unos días durmiendo fuera de casa por culpa de mi hermano. Ahora mismo no iba a volver a casa porque era una mierda estar junto a ese idiota, suspire agotado y eche el asiento hacia atrás para recostarme un rato. Un par de minutos más tarde estaba por conciliar el sueño cuando un golpeteo en la ventana me sobresalto, baje el vidrio.

― ¿Qué haces aquí? Aún― dijo molesta.

― No tengo donde ir en estos momentos.

―Si tienes, a tu casa por ejemplo― cruzo sus brazos.

―No iré a ese lugar.

―Está bien― suspiro― vamos dentro entonces― rodeo el coche y abrió la puerta.

―Estaré bien aquí― dije― no voy a seguir causándote problemas― suspire.

―No seas así, idiota― sonrió levemente― o te saco a besos.

―Vete ya, es algo tarde.

―Te lo advertí― se subió sobre mi regazo y cerró la puerta, sus labios se posaron sobre los míos.

―Joder― jadee y puse mis manos en su cintura― ____, para.

―Vale ya― dijo molesta y se bajó del auto― no voy a rogarte una mierda, luego cuando encuentre a alguien más, no vengas por mí.

Me baje del coche molesto― Pues es lo que menos te importa― le grite―soy el juguete en esta relación.

―Claro― grito― y yo soy el tuyo, no quiero volver a verte en mi puta vida, cabron― abofeteo mi mejilla.

―Jamás jugué contigo, para mí lo nuestro iba en serio― la mire y me subí al coche―Me iré ― cerré la puerta, la mire por última vez y arranque de ese lugar.

______

Cuando vi que se alejaba mi mundo se derrumbó, creo que la costumbre de tener su cuerpo junto al mío se había vuelto una necesidad. Me senté sobre la isla de la cocina y llore, llore como una estúpida por él.

Pasaron un par de horas para que por fin el timbre sonara, me acerque a este y abrí la muerta, mi desilusión fue grande al ver a Trevor en el lugar de Abraham.

―_____― sonrió.

―Déjame sola.

―Eh ¿Qué pasa?

―Él se fue, discutimos, como nunca antes― llore en su pecho.

―Tranquila― acaricio mi cabello― solo se está tomando su tiempo, para dejar de ser un gilipollas, quizás regrese dentro de unas horas.

―Joder― lo abrace― se fue así como si nada― llore― siento que mi mundo se hace pedazo.

―Sé que él está igual o quizá peor que tu, él es un blandito en el fondo.

― ¿Donde esta?

―No puedo decírtelo.

―Dímelo.

―Bien, vamos― bufo y caminamos hasta su coche, antes tome mi chaqueta y cerré la casa.

El condujo por unos cuantos minutos, hasta introducirnos por un camino con árboles por ambos lados. No podía cree que Abraham era lo que necesitaba para poder ser feliz, para que mi vida tuviese sentido, estaba tan cegada por el amor que sentía hacia Daniel, el cual en ningún momento presento el mas mínimo interés por mi como Abraham lo presentaba, las caricias que me hizo la noche que durmió a mi lado, la forma dulce en las que sus labios tocan mi piel.

―Ahí esta― señalo, quite mi embobamiento del lago y mire donde el apuntaba.

Ahí estaba mi chico, sentado lanzando pequeñas piedrecillas al lago, me baje y suspire, escuche como Trevor se iba del lugar, suspire y me acerque a él.

―Hola― susurre y me senté a su lado.

―Hola―suspiro― ¿Qué tal el viaje con Trevor?

―silencioso.

― no suele hablar mucho, lo justo y necesario.

― le pedí que me trajera contigo.

Él se quedó callado, y no le pedí respuesta, nos quedamos en silencio por unos largos minutos los cuales disfrute sin duda, su compañía me llenaba el corazón de sobre manera, estar con él me sentaba bien, porque estaba pillada, el me gustaba, me gustaba más de lo que yo creía.

―No me dejes― murmure luego de minutos.

―No voy a dejarte sola― sonrió, se acercó a mi cuerpo sentándose detrás de mí, pegue mi espalda a su pecho―No me lo perdonaría.

―Te necesito― murmure

―Yo a ti― me abrazo―No te dejare, no puedo dejarte― susurro, beso mi cabeza.

―Te quiero― solloce, lo mire y lo bese―te quiero muchísimo― acaricie su mejilla.

―Te quiero más― me voltee para poder besarlo con facilidad.

Él se levantó y fue a su coche, puso una manta para nosotros y nos seguimos besando como si no hubiese un mañana, su cuerpo se posiciono sobre el mío, mi vestido se subió hasta mis muslos, sus manos hicieron el camino bajo mi vestido hasta mi cadera. Quite su polera y le bajo el cierre de mi vestido con dificultad debido a nuestra posición. Sé que él es el indicado para esta acción especial, es romántico a nuestra manera, será mi primera vez junto a una linda reconciliación en un lugar precioso, donde él y yo nos dimos el tiempo de querernos un poquito más, mire su rostro en un descanso de besos y sonreí, él era bellísimo y lo tenía solo para mí.

― ¿Estas segura de esto?― susurro sobre mis labios.

―Si― lo bese― estoy muy segura.

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Capitulo editado.

No Me Dejes Nunca (Abraham Mateo Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora