No Me Dejes Nunca (Abraham Mateo Y Tú)

Capítulo 18: Aún me gusta

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Trevor se notaba preocupado, pensativo se paseaba de un lado a otro, sin descanso, deje de verlo porque comenzó a marearme, me apoye en el hombro de Scott y suspire, mire enfrente y la vi, junto a Catalina. Me levante con la sangre hecha fuego, camine hasta ella.

―Hey― la llame, ella se volteo a verme y simplemente estampe mi puño en su rostro, dando de lleno en su nariz. Su grito logro satisfacerme de forma completa, dándome aliento a golpearla nuevamente.

― ¿Qué te pasa?― su rostro asustado, lograba enojarme.

―Todo es tu culpa― murmure― todo lo que le pasa a Abraham es tu culpa― la empuje y ella cayó al suelo― eres una hija de puta― me subí sobre ella y comencé a golpear su rostro.

―_____― escuche un grito y pronto unas manos en mi cintura alejándome de ella― ____ cálmate― La voz de Trevor me trajo a mis cabales.

―La próxima te mato, puta― grite, Trevor me llevo hasta la enfermería, jadee intentando recuperar mi respiración nuevamente.

―todo una fiera― dijo Trevor.

Lo mire y sonreí, me recompuse en unos minutos, me sentía bien, la adrenalina corría por mi espina dorsal, pero también me sentía fatal, me sentía mal por Abraham, sabía lo que él estaba pasando, sabia como se sentía emocionalmente.

―Nena― sonrió Abraham― Jo ¿estás bien?― tomo mis manos.

― deberías ver cómo esta ella― sonreí y me senté a su lado.

―La enfermera me dio el alta.

― ¿Vamos a tu casa?

―Prefiero no aparecer por allí, mamá se pondrá histérica― suspiro y lo ayude a levantarse― ya sabes cómo son las madres con todo el lio y eso.

―Vale― sonreí― Dame las llaves del auto― el me miro con el ceño fruncido y luego miro mi mano.

―No.

―Abraham, que no puedes conducir, dame las llaves―volví a extender mi mano.

― ¿no dañaras a mi bebe?― dijo divertido.

― ¿Tu bebé?― fruncí el ceño―yo soy tu única bebé― sonreí y pase mis brazos por su cuello― el auto no.

―Vale― rio y me beso.

―Vamos― metí mi mano en el bolsillo de su pantalón y saque las llaves.

―Vamos― sonrió y se levantó por fin, tomo mi mano. Salimos de la sala, Scott y Trevor nos miraron.

Abraham.

Mire a Trevor y Scott, Trevor se acercó y me abrazo, no tarde en respondérselo.

―Me diste un susto pringado―murmuro.

―Perdón― sonreí― pero no te libras de mi tan fácil, te queda Abraham para rato.

―Que te quiero, tío.

―lo que te quiero yo hermano― me separe de él y le sonreí, amaba a Trevor, era mi mejor amigo, mi hermano y mi alma gemela.

― ¿Ya estas mejor?― Pregunto Scott, puso su mano sobre mi hombro.

―Si, solo fui una caída― sonreí― gracias.

― Bueno, nosotros nos vamos a mi casa, así es que me lo llevo, pasaros más tarde, todos― ____ sonrió― montamos una películas, cervezas o lo que sea.

― Claro― sonrieron.

Salimos del instituto luego de pasar a nuestros casilleros a por nuestras cosas, mi estómago rugió, tenía algo de hambre.