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》Por favor, leer la notita al final del capítulo que es importante y sé que les interesará ( ͡° ͜ʖ ͡°)《

Cuando estuve llegando por fin, pero bastante agotada, al último piso que me faltaba, tomé una bocanada de aire y me di cuenta de que mi estado físico no era el mejor.

Caminé por el pasillo, que no estaba oscuro como aparentaba desde afuera, y busqué la habitación de Light.

Lo que seguía en el plan era buscar una silla de ruedas. Eso era lo más fácil ya que había bastantes por casi todos lados, así que no me costó nada agarrar una y comenzar a caminar empujando de ella.

Algunas enfermeras o doctores pasaban por mi lado concentrados en sus cosas como papeleos y simplemente me ignoraban (cosa que agradecía) o muy pocos otros me miraban extrañados pero no decían nada y lo dejaban pasar, tal vez pensaban que era nueva o algo así.

En cuanto llegué al cuarto de Light entré cerrando la puerta a mi paso, estaba todo oscuro así que encendí la luz y me di cuenta de que el chico estaba dormido.

Me acerqué a él y lo inspeccioné, debía admitir que se veía tan lindo y tierno durmiendo que me daban ganas de abrazarlo y no soltarlo jamás.

-Light... -murmuré, mientras lo sacudía leve y cuidadosamente-. Light, despierta.

-¿Mh? -preguntó, aunque estaba dormido-. Todavía es temprano -murmuró.

Ignoré aquello y volví a llamarlo.

-Light, vamos. Tienes el sueño muy pesado, levántate -dije un poco más fuerte, pero parecía muerto... un muerto que hablaba.

-Ali... -me nombró-. Eres tan hermosa -continuó mientras largaba un suspiro.

Me quedé jodidamente perpleja.

El corazón me latía a mil y un revoloteo en el estómago hacía que me doliera. Mis ojos estaban pesados, como si iría a llorar en cualquier instante.

¿Me había dicho que era hermosa?, joder... ¿por qué sentía la extraña necesidad de besarlo?

-Li-Light -volví a llamarlo. No debía olvidar que lo que me había dicho había sido parte de un sueño que estaba teniendo, y eso por más doloroso que sea, no significaba nada-. Vamos, Light -lo llamé más fuerte y al fin abrió sus ojos.

Me miró detalladamente y luego sonrió como lo hacía siempre, con esa sonrisa traviesa y algo tenebrosa.

-Ya es hora de irnos -le avisé mientras intentaba quitar de mi mente lo que acababa de decirme.

-Al fin -intentó ponerse de pie y lo ayudé, para mi buena suerte y para el bien de él no se había quejado de dolor, aunque sí estaba algo mareado por no levantarse hace horas.

-¿Estás bien? -pregunté, preocupada. El asintió.

-Sí, salgamos de aquí -me miró de arriba hacia abajo y luego lo ayudé a sentarse en la silla de ruedas que había traído.

Abrí la puerta y volví con Light para comenzar a empujarlo desde atrás de la silla y regresar por donde vine.

No me quedó otra que tomar el elevador, aunque ahora sería más fácil, solo había que bajar.

Cuando llegó el ascensor subí a Light de modo que quedara de espaldas a las cámaras y me coloqué las gafas, luego entré yo. Toqué el botón del subsuelo y el elevador comenzó a bajar.

-¿Sabes?, te sienta bien esa ropa -dijo con una pequeña sonrisa en sus labios-. Pero con las gafas no te queda -rió.

-¿Pero qué dices?, es solo un tonto disfráz -contesté algo nerviosa. Me ponía nerviosa estar con Light en un espacio pequeño y cerrado como este.

El Comienzo del Fin |Death Note| |Light Yagami|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora