El Comienzo del Fin |Death Note| |Light Yagami|

XXXIII

No tenía motivo alguno por el cual sorprenderme, pues era algo que ya venía sospechando desde hacía un tiempo y ahora aquí estábamos; me lo había confesado. Me interesaba mucho saber qué haría conmigo ahora que me había revelado la verdad. Él no era Light Yagami, el auténtico Kira que hacía justicia asesinando criminales, no, para nada. Él era Dean Duncan, un Kira que quiso jugar con un poder divino y poner a todo el mundo tanto criminales como gente inocente en las palmas de sus manos. Y yo seguramente sería una víctima más de su plan demencial. Y la pregunta era: ¿sería capaz de matarme?, por desgracia no estaba segura de cómo contestar aquella pregunta en mi mente. No obstante, eso era por un lado. Por otro lado, tal vez lo único que me sorprendió de todo esto y me dejó sin hablar fue que viniera a confesármelo de esta forma en el baño de un centro comercial. No esperaba que me lo dijera, de hecho jamás pensé que lo haría, pero lo había hecho y ahora su amenazante mirada sobre mí decía más que mil palabras.

-Me parece que ya lo sabías, ¿no?, tal y como lo sospeché... porque no pareces muy sorprendida -comentó, pero giré mi cabeza hacia un costado. Ni siquiera me atrevía a verlo a los ojos, me dolía que Dean fuese Kira porque tenía una clara idea de lo que sucedería después. Yo le había prometido a Light algo y eso implicaba asesinar al Kira actual, o sea, a Dean, y arrebatarle la libreta. Pero... Dean era mi amigo, o tal vez ya no después de esto. No quería confundirme, al fin y al cabo, Dean Duncan siempre fue nuestro enemigo.

-¿Por qué debería creer algo así? -pregunté, volviéndolo a mirar. De una forma u otra debía salir de aquí, de nuevo tenía un mal presentimiento.

-No trates de evadir la verdad -advirtió-. Lo sabes, sabes absolutamente todo y admito que me intriga saber cómo es eso posible. Pensé en que tal vez tú podías haber sido la Kira anterior, pero juro que te veo y sé que no eres capaz de matar ni a una mosca -rió irónicamente, y eso por un lado me enfadó un poco, aunque tal vez y muy en el fondo estaba en lo cierto-. Sé que conoces a Kira y él te dijo todo lo que sabes, así que quiero saber su nombre, porque analizando las cosas empiezo a creer que ese Nate Lawliet era Kira, sino... ¿por qué trataría de ocultar su verdadero nombre?

-Intentaste matarlo, eres un desgraciado -casi escupí, era increíble como puede pasarse a odiar tanto a una persona.

-Tengo que deshacerme de él y lo sabes, ¿a caso no te gustaría que juntos hagamos de este mundo nuestro?, sabes muy bien mis sentimientos hacia ti y nada cambiará eso, por lo tanto si lo mato podré estar al fin contigo y tendré absolutamente todo lo que siempre soñé -sonrió de oreja a oreja como si eso fuese a pasar.

-No dejaré que lo mates, Dean -aseguré, quería verme fuerte ante él-. Y si eso pasara, jamás estaría contigo. Creí que eras diferente, pero ahora puedo ver perfectamente la clase de persona enferma que eres.

-Así que... ¿eso piensas de mí? -rió amargadamente y de pronto, colocó fuertemente sus manos contra la puerta a ambos lados de mi cuerpo, sobresaltándome un poco y dejándome totalmente acorralada-. Si piensas que soy un enfermo, entonces lo seré. Pero te advierto y te aseguro que tarde o temprano sabré su nombre y cuando lo haga... cuando lo haga lo asesinaré de la forma más dolorosa y retorcida que te puedas imaginar.

-No... nunca lo sabrás -contesté, no podría saber nunca su nombre sin los ojos de shinigami.

-¿Lo dices porque no tengo los ojos? -alzó una ceja, al parecer había pensado lo mismo-. Es verdad, no te discutiré aquello. Pero no te hagas muchas ilusiones, yo no tengo los ojos de shinigami pero hay alguien más que sí los tiene -sonrió como si ya hubiese salido victorioso, y eso sí me sorprendió realmente; había dicho "alguien más", lo que probaba que Light tenía razón en cuanto a sus dudas en que la historia se repetía como cuando él era Kira y Amane la segunda Kira.