El Comienzo del Fin |Death Note| |Light Yagami|

XXX

No podía asimilar lógica y coherentemente lo que mis ojos veían. De hecho, no tenía ningún sentido, y me alarmé a tal punto que no pude evitar contener un grito. Pero al gritar, la manzana que se encontraba flotando a más altura de donde llegaba la cómoda, incluso más alto que una persona, cayó repentinamente al suelo.

¡¿Pero qué carajos acababa de pasar?!

Dean entró rápidamente a la habitación posiblemente al escuchar mi grito y me miró mirando a la pared, pero en realidad no era la pared lo que trataba de ver, sino a lo que sea que hizo aquello con la manzana.

-¡¿Qué sucede?! -quiso saber, mirando hacia donde yo estaba mirando. Entonces miré a Dean y noté que su expresión cambió radicalmente a una que debía admitir que daba algo de miedo, y lo que menos necesitaba eran más sustos por hoy. Pero Dean parecía neutral, como si pudiese ver algo que yo no, y honestamente ahora no me importaba, creo que esta casa podría estar embrujada o algo peor.

-Yo... yo... será mejor que me vaya -dije, a punto de acercarme a la puerta. Aunque la cómoda estaba al lado de la salida y me daba algo de terror pasar por allí. Pero debía hacerlo.

A paso rápido, casi corriendo, llegué a la puerta y salí de la habitación para bajar las escaleras y acercarme ahora a la salida de la casa y abrir la puerta, pero sentí a Dean que me agarraba del brazo para detenerme.

-¡Espera, Ali! -me pidió, y lo miré. Estaba asustada por lo que acababa de presenciar y por la manera de actuar de Dean algo me decía que él lo sabía.

-¡Te juro que la manzana estaba flotando, tal vez pienses que estoy loca pero sé lo que vi! -dije, sin poder contener lo que tanto me asustó, ¡no era para nada normal que una fruta flotara, ni si quiera tenía sentido alguno!, pero entonces traté de buscarle la lógica y algo se me vino a la mente, la única conclusión que pude sacar:-. ¡¿Y si es el espíritu enfadado de tu madrastra?!, no quiero estar aquí, Dean. Me voy -tal vez estaba sonando muy paranóica pero, ¿qué otra cosa podría decirle?, ¡había visto algo que no se ve jamás!

No le di tiempo a que contestara algo que me solté de su agarre y salí a paso rápido de allí mientras que lo escuchaba llamándome, pero lo ignoré. No podía volver jamás a esa casa, creo que me había traumado o algo por el estilo, así que a pie me dirigía a la casa de Mei, que gracias al cielo no quedaba tan lejos, pero tampoco tan cerca como quisiera.

Pero yo era una persona demasiado curiosa y no pude evitar preguntarme algo: ¿por qué de todos los cientos de objetos que había tuvo que ser justo la manzana, lo único comestible que había en el cuarto?, tal vez me hubiese preguntado lo mismo si pasaba con otro objeto, pero al menos era un objeto como muchos otros y no una manzana, la única comida.

Ahora que lo pensaba, otro detalle que pasé por alto se me vino a la mente, aunque no estaba segura si podía ser cierto, no podía asimilar muy bien las cosas por el momento, pero... existen los Dioses de la Muerte; los Shinigami. Y Kira tiene un shinigami y en caso remoto en el que exista alguna posibilidad de que Dean pueda ser Kira, entonces lo que vi... ¿era obra de un shinigami?, ¿podría serlo?

En todo caso ya no iría a esa casa para averiguarlo y creo que mantenerme alejada de Dean por un tiempo sería lo mejor, ya ni si quiera estaba segura de confiar en él, era como si aquello fuese lo más normal para el ojiazul, pero para mí no.

En cuanto llegué a la casa de Mei, toqué timbre y al cabo de un rato me abrió la puerta. Creo que había llegado unos diez minutos antes de lo previsto, pero no me importaba.

-Hola, Ali -nos saludamos con el típico beso de cachete, pero ella frunció el entrecejo cuando me vio, seguramente por mi cara notó que algo no andaba bien-. ¿Está todo bien? -quiso saber, simplemente asentí y me invitó a pasar, sabía que no estaba tan convencida de mi respuesta pero si se lo decía corría el riesgo de que no me creyera y le dijera a Light, aunque si se lo pedía no lo haría-. Siéntete como en tu casa -sonrió-. Compré algo de comida, ven -me tomó de la mano y me llevó hasta la cocina donde en la mesa había dos hamburguesas, papas fritas y bebidas de McDonald's. Hacía muchísimo que no comía comida de ese lugar.