Sintiendo Cosas Que Nunca Pensé.

Capitulo 13

-Uh. Yo... Ya me iba. -Miré a mi costado, donde se suponía que debía estar Kelly. Maldije en mi interior, ella ya se encontraba a veinte metros de mí en el estacionamiento de bicicletas ¿Ya les dije que parece una ninja?

-Por favor... -Podía notar la sinceridad en sus ojos.

-Bien. -Mis ojos se encontraron con los suyos.
-Perdón. -Dio un paso hacia mí.
-No tienes que hacerlo. -Bajé mi mirada al suelo, aunque la piedrita que estaba allí abajo no tenía nada llamativo. -Tú no...

-Quiero hacerlo. -Interrumpió. Mis ojos conectaron con los suyos y me encontré casi perdida. -Actué como un tonto.

-Eres un tonto.

-Lo sé.

- ¡Oh cielos! Damas y caballeros. -Fingí sorpresa y emoción. -Aquí tenemos a un humilde Treux. -Alcé mi mano apuntándolo. -En su máximo esplendor. -Reí. -Esto momento es histórico. Tomen nota señores. -Aplaudí.

-Sí, sé que soy esplendoroso. -Bien, ahí estaba de regreso. -Entonces ¿Volvemos a ser mejores amigos?

-Nunca dejamos de serlo. -Su rostro se iluminó. -Quizás solo estaba algo molesta y es ridículo por que no tenía razón para estarlo. -Calla la boca, Sierra. Estás diciendo suficiente.

-No eres ridícula. -Mis piernas, mis piernas... No las siento.

-Gracias por enseñarme.

-Es lo que hace un mejor amigo. -Guiñó. - ¿Cuál fue tu nota?

-Noventa y cinco.

-Es bueno. -Dijo con asombro. Una sonrisa engreída se dibujó en su rostro. -Pero nadie supera a Treux. -Espetó, pasando su brazo sobre mi espalda. -Te acompaño a casa.

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-Hola Sierra. -Era viernes, un día antes de la GRAN Y TONTA FIESTA DE LAS PORRISTAS. David estaba saludándome. Yo estaba de espaldas.

-Uh. Hola David. -Me volví, mientras me llevaba a la boca un panqueque.

- ¿Cómo te fue en el examen?

-Me fue bien, de hecho, más que bien.

-Me alegro. -Esbozó una sonrisa. - ¿Irás a la fiesta mañana?

-Sí. -Admití, aunque no estaba contenta con la idea, fingí una sonrisa.

-Nos vemos ahí entonces. -Y se alejó.

Me reuní con Kelly en nuestra mesa.

- ¿Qué nos pondremos mañana? -Preguntó. -Ya sabes, necesitamos estar espléndidas.

-No quiero estar espléndida, eso no va conmigo.

- ¡Necesitas impresionar a alguien! -Acusó, elevando levemente la voz.

-Tú eres la que quieres impresionar a alguien.

-Ok, ganaste. Pero qué pasa con Treux ¿Se hablan verdad? -Asentí con la cabeza, mientras tomaba un sorbo de mi jugo de naranja. -Eso es bueno. ¿Qué hay con él?

-No hay nada.

-Claro que sí.

-Pero eso es imposible ¿vale? Sólo soy su mejor amiga.

-Nada es imposible. Estas siendo pesimista.

-Solo soy realista, un chico como él con una chica como yo. Es imposible. -Kelly miró hacia la mesa del centro.

-Como quieras. - espetó. -Fingí una sonrisa ganadora, aunque hubiera deseado que siguiera insistiendo, me daba algo de esperanzas.

El sábado por la mañana me dediqué a limpiar mi dormitorio, desechando algunos trastos inútilmente resguardados y olvidados.