Debería estar feliz, es decir, tenía lo que quería. No exactamente 'lo que quería', pero, de alguna manera, Treux me había obedecido cuando le dije que lo que quería lejos de mi. Él jamás obedecía en nada, es más, siempre hacía lo contrario. Pero de alguna inexplicable manera se había alejado de mí así como prometió. En ese momento, cuando me dejó sola en medio del jardín, creí que había sido lo mejor, pero un segundo después el abrumador sentimiento de que había cometido un error apareció, y pasé los siguientes dos días pensando en mis actos de aquella mañana.
¿Qué era lo que realmente debí hacer? Él estaba presionándome en un mal momento, pidiendo explicaciones que no quería compartir, porque si se las daba, estaría viéndome como una niña débil e incapaz de sobrellevar sus propios problemas. Entonces, en un acto desesperado para que me dejase en paz, le dije que se aleje de mí, y sinceramente, no esperaba que lo hiciera, y lo peor, que lo hiciera tan bien; porque el resto de aquella mañana y los dos días siguientes hasta hoy, me había evitado monumentalmente. Sentía la ausencia de su mirada aplastarme. Jamás había deseado tener una pizca de atención de alguien como lo deseaba ahora de Treux. Ni siquiera me había saludado. Nada. Cuando entraba a clases ni siquiera levantaba la mirada de su estúpido cuaderno. Hasta llegué tarde a una clase de manera deliberada, para que, al entrar y pedir disculpas al maestro por la tardanza, todos me miraran, inclusive él, y mi elaborado plan fracasó. Él no me miró, estaba más concentrado en lo que ponía la pizarra.
Y que conste que jamás había hecho esto por alguien.
Odiaba sentirme así de desesperada por un poco de atención. Cielos, empezaba a parecerme a Rachell cuando quería que Treux la mirara, que tenía que desabotonar algunos botones de la parte superior de su blusa, para que así gran parte de piel quedara expuesta. Yo jamás haría eso, si él no quería relacionarse conmigo, estaba bien. Iba a superarlo, no es que realmente fuera un gran problema porque...
-Hey, deja de hacer eso. -Avisó Kelly mientras dejaba su bandeja con desayuno encima de la mesa, delante de mí. Bloqueando la vista a lo que estaba delante de mí: Rachell acariciando la pierna del prostituto.
-¿Hacer qué? -Pregunté inocente.
Se volvió y miró a la no tan feliz pareja, porque Treux no parecía disfrutar los servicios de la zorra, es más, fruncía el ceño en señal de molestia.
-Deja de míralo con esa cara de pajarito enfermo. -Le dio una mordida a su sándwich. ¿Eso aparentaba, un pajarito enfermo? Gosh, ¿Qué estaba mal conmigo?
Me froté el rostro con impaciencia, intentando a la vez, cambiar mi cara de 'pajarito enfermo'.
-Estoy volviéndome loca, Kelly. -Expliqué con pesadez. -Parezco estúpida y odio esto. Odio que cause eso en mí.
-Entonces debería hablar con él, porque es su ausencia en tu vida lo que te afecta ¿verdad?
-No voy a hablar con él. -Repliqué. -Si él decidió alejarse es porque quería. -Me crucé los brazos y me recosté en el respaldar de la silla, fulminado con la mirada Treux que besaba a Rachell, o no sé si era al revés realmente. -Solo voy a superarlo y ya.
-Si él decidió obedecerte y alejarse es porque quizás te aprecia demasiado como para darte el gusto. -Divagó Kelly. -¿Cuándo haz visto que hace lo que le dicen? Nunca.
-Sí, me aprecia tanto que tiene novia.
Con eso callé a Kelly, que aún o encontraba explicación alguna para que el prostituto y la zorra estuvieran saliendo, aunque aseguraba totalmente que no era amor.
-Sé que hay alguna explicación para eso...
-¿Explicación para qué, amor? -John se sentó a su lado, detrás de él venía David que me dedicó una sonrisa.
-Oh, es... Ya sabes, la razón por la cual la banda escolar no participará en el partido del sábado. -Mintió.
El sábado se realizaría un partido de futbol entre nuestro equipo (Las Panteras) y el equipo de la secundaria de un pueblo vecino, que ahora no recuerdo el nombre del pueblo, pero el equipo se llamaba: 'Las Hienas'
Okay, me estoy dando cuenta que los equipos de futbol tienen un gran trauma con los nombres salvajes.
-Creo que es porque faltan un par de instrumentistas, están enfermos. -Informó David, que se había sentado a mi lado. -El profesor se niega a participar sin su repertorio completo.
-Estaré aquí el sábado. -Dije. -Necesitamos ganarles a las Hienas si queremos pasar al siguiente nivel.
***
Podía oír el bullicio desde una gran distancia. La escuela estaba atestada de personas -en su mayoría estudiantes- que se movilizaban animadamente de aquí allá. Reconocí a muchos que asistían a la secundaria, ya que vestían atuendos negros o tenían la cara pintada del mismo color. Fan de 'Las Panteras'. Y luego estaban 'Los Linces', con su habitual color amarillo chillón.
Encontré a Kelly en la entrada. Ella agitó los brazos para llamar mi atención.
-Debemos entrar ahora, el partido va a comenzar pronto. -Sugirió mientras enganchaba su brazo con el mío. Estaba vistiendo una blusa negra que mostraba un poco de estómago y un short de color rosa. El rosa, ja, típico de ella.
John caminaba a su lado, tenía el ceño fruncido. Imaginé que no les gustaban los partidos de futbol. Lo que uno hacía por amor, me dije.
Nos ubicamos en las graderías dispuestas especialmente para Los Linces. El color negro predominaba fuertemente. Subimos unos cuantos escalones y cuando encontramos un sitio cómodo y con buena vista, nos sentamos
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Sintiendo Cosas Que Nunca Pensé.
Romance¿Enamorarse o no enamorarse? ¿Qué es mejor? La respuesta es fácil: no enamorarse. Todas las personas tenemos la certeza de que la vida es más sencilla cuando no nos gusta nadie. Lamentablemente no podemos elegir enamorarnos o no. Solo sucede. Sin qu...